Tigres y orangutanes en Aceh

La provincia de Aceh comienza a despegar en el panorama tur¨ªstico internacional. La falta de infraestructuras desarrolladas y el hecho de ser una de las provincias isl¨¢micas m¨¢s conservadoras de toda Indonesia han frenado la llegada de visitantes a la regi¨®n. Pero las cosas est¨¢n cambiando. Son tantas las maravillas naturales que atesora, tanta la calidez y simpat¨ªa de sus habitantes, que bien merece una oportunidad para el viajero ¨¢vido de explorar nuevos territorios. Volcanes, playas de ensue?o, fondos marinos intactos, ciudades llenas de cultura y tradici¨®n, selvas intactas donde habitan los ¨²ltimos tigres y orangutanes de Sumatra y uno de los mejores caf¨¦s de Asia.

La regi¨®n se recupera todav¨ªa de sus heridas tras el terrible tsunami de 2004. Y el turismo puede ser uno de los motores de la esperanza para estas gentes. Durante m¨¢s de 30 a?os sufrieron el desgate del conflicto armado entre las milicias del Movimiento Aceh Libre (GAM) y el gobierno de Indonesia. Paradojas de la vida: el tsunami de 2004 sirvi¨® para que ambos bandos firmaran al fin la paz al a?o siguiente. Realizamos un recorrido por los lugares m¨¢s recomendables de una de las regiones m¨¢s desconocidas y aut¨¦nticas de Indonesia.

Banda Aceh

Antigua capital del sultanato hist¨®rico de Aceh, pugn¨® por el control militar y comercial del estrecho de Malaca contra los portugueses y el sultanato de Johor entre los siglos XVI al XVII. Acab¨® conquistada por los holandeses en el siglo XIX, hasta la independencia de Indonesia a mediados del siglo XX. Es el punto de acceso id¨®neo para introducirse en la regi¨®n. Banda Aceh, al contrario de la mayor¨ªa de urbes indonesias, es agradable de recorrer a pie. Emana un aire de ciudad de provincias que invita a la calma y la contemplaci¨®n. Cuenta con una de las mezquitas m¨¢s hermosas de toda Indonesia, construida en el siglo XIX por los gobernantes holandeses, que sobrevivi¨® a la cat¨¢strofe de 2004. Es obligada tambi¨¦n la visita al Museo del Tsunami, un edificio impresionante que ofrece un recorrido visual y sonoro por la tragedia que asol¨® a esta regi¨®n. Ideada como un homenaje a las miles de v¨ªctimas y al apoyo y solidaridad internacional que levantaron de nuevo la ciudad de sus escombros, consigue transmitir con gran efectividad su cometido.

C¨®mo llegar: hay vuelos directos a Banda Aceh desde Medan, Kuala Lumpur o Yakarta.

Pulau Weh

Pulau Weh es uno de los mejores lugares para hacer submarinismo de todo el oc¨¦ano ?ndico. A pesar de que algunos centros de buceo ya se han instalado en la isla y comienza a ser conocida entre los aficionados, la superficie, de origen volc¨¢nico, todav¨ªa alberga un ambiente totalmente alejado de cualquier tipo de sofisticaci¨®n. Las vacas pastan a su aire y sus habitantes se afanan en sus tareas cotidianas. Nada parece haber cambiado en d¨¦cadas. Los fondos marinos y sus espectaculares jardines de coral son el aut¨¦ntico tesoro de estas aguas. El amplio rango de inmersiones, unido a una ingente biodiversidad, hacen de Pulau Weh la culminaci¨®n o el inicio perfecto de un viaje por la isla de Sumatra. Una gran ventaja para quienes planeen visitar la regi¨®n en sus vacaciones navide?as: cuando entre noviembre y enero la mayor parte de Indonesia sufre el azote de los monzones, esta peque?a mota de tierra disfruta de clima apacible y sol espl¨¦ndido, que permiten deleitarse con peces le¨®n, tiburones, rayas o tortugas marinas en un entorno de visibilidad excelente.

C¨®mo llegar: varias embarcaciones parten diariamente del muelle de Ulee Lheu, a 15 kil¨®metros de Banda Aceh, en direcci¨®n a Sabang, la principal poblaci¨®n de Pulau Weh (entre 45 minutos y 2 horas por trayecto).

La costa oeste

Entre Banda Aceh y Meulaboh se extiende una sucesi¨®n ininterrumpida de arenales, acantilados y calas rec¨®nditas a lo largo de m¨¢s de 200 kil¨®metros. Algunos de estos sitios jam¨¢s han visto un turista en su vida. La carretera que une ambas ciudades se reconstruy¨® despu¨¦s del tsunami y ahora es de las mejores de la regi¨®n. Las infraestructuras son m¨ªnimas o inexistentes, pero la vivificante sensaci¨®n de sentirse un aut¨¦ntico explorador compensa cualquier incomodidad. Hacia el interior se extiende la Reserva Forestal de Hulumasen, uno de los ¨²ltimos reductos del elefante de Sumatra, as¨ª como gran cantidad de primates, entre los que destaca el siamang, un gib¨®n de gran tama?o con una extra?a bolsa en el cuello que utiliza para amplificar sus llamadas territoriales, audibles a trav¨¦s de decenas de kil¨®metros de distancia. Toda una experiencia (y un reto) para aquellos que buscan huir del mundanal ruido.

C¨®mo llegar: es complicado moverse por la zona de forma independiente. Numerosos microbuses realizan a diario la ruta Banda Aceh¨CMeulaboh (puede solcitarse una parada en cualquiera de los pueblecitos de la costa), que dispone de un peque?o aeropuerto con vuelos diarios desde Banda Aceh y Medan. Para visitar la reserva de Hulumasen lo mejor es contactar con alguna de las asociaciones o agencias locales, como la asociaci¨®n JKMA o el operador GetAceh, inmersas en proyectos de turismo sostenible que involucran a las etnias nativas.

Gayo Highlands

Una sucesi¨®n de colinas y tierras altas se alzan impenetrables e ignotas en medio de la provincia de Aceh. Son el hogar de los Gayo, una tribu de antiguos guerreros que vivieron aislados hasta la llegada de transportes modernos. De estas tierras brumosas se extrae uno de los mejores caf¨¦s del mundo, y ning¨²n sitio mejor para comprobarlo que la capital comarcal, Takengon. Aunque la ciudad no es especialmente atractiva, posee un mercado central vibrante y lleno de color. Adem¨¢s, el panorama natural que la rodea es espectacular. Colinas y volcanes de un verde exuberante caen vertiginosamente hacia el azul oscuro de las aguas del Laut Tawar, un lago de origen tect¨®nico que decora la periferia de la ciudad. Multitud de actividades de naturaleza pueden realizarse en los alrededores del lago y en sus orillas. El pescado de agua dulce es otro de los puntos fuertes de Takengon: en las aldeas cercanas al lago uno puede capturar su propia pieza y ver c¨®mo la preparan a la barbacoa. Las cafeter¨ªas de la ciudad ofrecen al visitante la oportunidad de probar su producto m¨¢s famoso. El caf¨¦ de esta zona tiene mucho cuerpo y un sabor profundo e intenso.

C¨®mo llegar: tradicionalmente aisladas, la ¨²nica manera de llegar a Gayo Highlands es en autob¨²s desde Banda Aceh o Medan a trav¨¦s de carreteras llenas de curvas y paisajes de monta?a subtropical incre¨ªblemente pintorescos. La mayor parte de excursiones por la zona, como visitas a cooperativas cafeteras, pueden organizarse desde la misma Takengon, preguntando en las cafeter¨ªas y hoteles del centro de la ciudad.

Gunung Leuser

Hay pocos sitios en el mundo como el Parque Nacional de Gunung Leuser. Heredero directo de los ecosistemas que cubr¨ªan Sumatra hace d¨¦cadas, hoy se alza como un s¨ªmbolo del legado natural de Indonesia que hay que preservar. Es casi imposible encontrar en todo el tr¨®pico asi¨¢tico un lugar que albergue tanta biodiversidad: tigres, elefantes, rinocerontes, osos, multitud de aves, anfibios y reptiles y, por supuesto, la estrella del parque, el Orangut¨¢n de Sumatra. La inmensa mayor¨ªa de turistas entran al parque por el suroeste, en la provincia de North Sumatra, m¨¢s accesible desde Medan. Adem¨¢s, es el lugar donde se libera a los orangutanes rehabilitados en cautividad. Eso s¨ª, Bukit Lawang se ha convertido en una especie de circo para satisfacer las hordas de visitantes que quieren ver a estos adorables hombres de la selva, aunque es una oportunidad ¨²nica para observarlos en libertad.

Para aquellos que deseen una experiencia m¨¢s aut¨¦ntica, la parte de Gunung Leuser perteneciente a la provincia de Aceh est¨¢ mucho menos masificada. El esfuerzo de alcanzar Kedah o Ketambe, donde se concentran la mayor¨ªa de hospedajes y gu¨ªas para visitar el parque, es alto, pero compensa con creces. En un trekking de uno o dos d¨ªas pueden divisarse hasta cinco especies de primates distintos, incluyendo al carism¨¢tico orangut¨¢n, eso sin contar multitud de otras especies de aves, reptiles o invertebrados. Esto no es un zool¨®gico, no se garantizan los avistamientos. Pero el simple hecho de pasear alrededor de ¨¢rboles gigantescos en una selva milenaria y acampar junto a un r¨ªo rodeado de luci¨¦rnagas es motivo suficiente para pasar una noche en la jungla. En Ketambe o Kedah se puede negociar cualquier tipo de salida a la selva y montes cercanos: desde cortos paseos, pasando por excursiones de avistamiento de fauna de varios d¨ªas, a expediciones de una semana o m¨¢s. Por ejemplo, la ascensi¨®n al volc¨¢n Gunung Leuser (3.440 metros), actividad que dura alrededor de 14 d¨ªas.

C¨®mo llegar: para llegar a Ketambe se debe coger un autob¨²s desde Medan a Kutacane, v¨ªa Berastegui (unas 7 horas). Desde all¨ª hay solo una hora en microb¨²s hasta Ketambe o dos horas m¨¢s hasta Kedah. Tambi¨¦n hay un peque?o aeropuerto en Kutacane con vuelos peri¨®dicos a Medan.

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