La Florencia cruel de Hannibal

Tal vez por ser descendiente de la alta burgues¨ªa italiana, el doctor Lecter, amante de las artes y de la sofisticaci¨®n, huye a Florencia, la cuna del Renacimiento en la segunda mitad del siglo XIV. La nueva vida de Il Mostro, ahora especialista en Dante bajo una identidad falsa en la tercera y ¨²ltima temporada de la serie de televisi¨®n, nos lleva a descubrir una Florencia exquisita y repleta de misterios.

08.00? La terraza de los Uffizi

Toca madrugar. Recorrer el Corredor Vasariano (1, pinche sobre el mapa para verlo ampliado) (Piazza della Signoria) da una idea del abrumador poder de los M¨¦dici. Para acceder sin ser vistos, la intrigante familia construy¨® en 1564 este pasadizo secreto de un kil¨®metro, que une el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti. Le ser¨¢ f¨¢cil imaginarse al fugitivo Lecter huyendo por sus corredores. Tambi¨¦n a Tom Hanks en Inferno, la nueva entrega de la saga escrita por Dan Brown. S¨®lo se puede visitar con reserva y por grupos (no m¨¢s de 15 personas) y el trayecto dura unas cuatro horas, con desayuno incluido en la terraza de la Galleria degli Uffizi. La fortuna de los M¨¦dici se concentra aqu¨ª (m¨¢s de 700 obras), en el considerado primer museo del mundo de pintura renacentista.

12.00? Modelos de cera

Cruzando el Ponte Vecchio se alza el Fuerte de Belvedere (2) (Via San Leonardo, 1), una fortaleza contruida por los omnipresentes M¨¦dici que ahora alberga un museo ¡ªaqu¨ª es donde nuestro protagonista disfruta de una exposici¨®n sobre tortura¡ª. Cerca se halla el Museo de Historia Natural, m¨¢s conocido como La Specola (3) (Via Romana, 17), con una impactante colecci¨®n de modelos de cera creados para fines medicinales en el siglo XVIII. Lecter tampoco pasar¨ªa por alto el Museo Galileo (4), donde, entre numerosos inventos cient¨ªficos, se exhibe un dedo del genio.

13.00? Delicias toscanas

M¨¢s animada resulta la b¨²squeda de la tienda gourmet en la que su mujer, Bedelia, compra a diario. En Obsequium (5) (Borgo San Jacopo, 17) encontrar¨¢ productos delicatessen (pasta, queso pecorino, vinos dulces y salsas de trufa). Pero si lo que prefiere es la t¨ªpica cocina toscana, en la misma calle (43) la Oster¨ªa del Cinhiale Bianco le propone su plato estrella: el cinghiale in umido, o lo que es lo mismo, jabal¨ª con tomate y pur¨¦ de patata. Una estatua de este animal, el Porcellino (6) (Piazza del Mercato Nuovo) es lugar de peregrinaci¨®n: se dice que quien toca su morro, vuelve. Chi lo sa! Antes de dirigirnos al centro, dos paradas esenciales: la Gelater¨ªa La Carraia (7) (Piazza Nazario Sauro, 25), que reinventa el helado artesano, como las minic¨²pulas de Florencia rojas con fresas salvajes, y el Museo Ferragamo (8) (Piazza di Santa Trinita, 5), que presenta hasta abril una muestra sobre el palacio Spini Feroni, sede de la firma de zapatos.

15.00? Tras la pista de Dante

Uno de los principales escenarios de Hannibal es la Piazza della Signoria, sede del Ayuntamiento, en la que se alinean magn¨ªficas estatuas frente al Palazzo Vecchio. Si el religioso Savonarola fue quemado en la hoguera, el inspector que persigue al antrop¨®fago acaba ahorcado desde lo alto del campanario. Una r¨¦plica macabra del asesinato en 1478 de su antepasado, el conspirador Francesco de Pazzi. El Palazzo Pazzi (9) (Via del Proconsolo, 10) es conocido, de hecho, como el de la Conspiraci¨®n. Desde la concurrida terraza Rivoire, donde Lecter es espiado por Pazzi (sale en Obsesi¨®n, de Brian de Palma), camine hasta la cercana casa del autor de la Divina Comedia (Via Santa Margherita, 1). Eso s¨ª, para descubrir la tumba de Dante (vac¨ªa) vale la pena un viajecito a la Bas¨ªlica de la Santa Croce (10) (Piazza Santa Croce, 16), donde se suman las sepulturas de Miguel ?ngel, Maquiavelo y Galileo. Aqu¨ª es donde la mujer de Pazzi sucumbe a los encantos del esteta canibal. Tambi¨¦n donde Stendhal sufri¨® el s¨ªndrome al que ha dado nombre (o ¡°estr¨¦s del viajero¡±). Para los futboleros, la plaza se considera la cuna del Calcio Florentino, un ins¨®lito partido veraniego cuyo equipo ganador se lleva un sabroso ternero. Si le ha entrado hambre tome nota: el contundente brunch de Le Vespe Cafe (11) (Via Ghibellina, 76) y Enoteca Pinchiorri (12) (en el 87), el ¨²nico tres estrellas Michelin de la ciudad.

17.00? En la c¨²pula de Brunelleschi

Las tiendas m¨¢s exclusivas se articulan en torno a la Piazza della Repubblica, como la v¨ªa Tornabuoni, donde Lecter adquiere sus costosos trajes y se esconde el hotel Scoti (13) (7), un coqueto palacete con frescos del siglo XVII. Si el presupuesto es ajustado, la soluci¨®n es The Mall (Via Europa, 8), un outlet de lujo con las mejores firmas italianas. A pocos minutos de una de las zonas m¨¢s caras de la ciudad se alza la impresionante c¨²pula de la catedral (14), proyectada por Filippo Brunelleschi, de 41 metros de di¨¢metro interior y m¨¢s de 100 de altura. Si planea su viaje con antelaci¨®n, marque el 8 de septiembre, cuando se abre de forma gratuita la terraza alrededor de su base. En cualquier caso, sus 463 escalones son un aut¨¦ntico reto.

21.00? En casa de Il Mostro

Hay un par de visitas que cualquier fannibal (o seguidor de Hannibal) no puede pasar por alto. El Palazzo Capponi (15) (Via Gino Capponi, 26), fastuoso edificio de 1426, donde vive bajo su nueva identidad, con una amplia biblioteca y rodeado de jardines (el Teatro della Pergola (16), en Via della Pergola, 12/32, el m¨¢s antiguo de Italia, est¨¢ cerca de all¨ª). Y la farmacia de Santa Mar¨ªa Novella (17) (v¨ªa della Scala, 16), la m¨¢s antigua de Europa, fundada en 1221 por unos frailes dominicos, que la abrieron al p¨²blico en 1621. Desde que Lecter lo adquiriera, se agotan las existencias del jab¨®n de almendras. Si le apetece cenar un bistecca alla florentina casero (chulet¨®n de ternera fileteado) apunte la Trattoria Marione (18) (Via della Spada, 27).

23.00? Cena en el Mercado

Si es de los que se acuesta tarde, no olvide el reformado Mercato Centrale (19) (Via dell¡¯Ariento), con un piso para compras gourmet y restaurantes y m¨²sica en directo hasta la medianoche. Podr¨¢ degustar el antipasto (embutidos, tostadas con pat¨¦, queso) con un delicioso vino Chianti, al m¨¢s puro estilo Hannibal Lecter.

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