La violencia del desierto
El dise?ador Alberto Coraz¨®n cree que los viajes "ensanchan la vida" y est¨¢ fascinado por los desiertos y los r¨ªos
Es dif¨ªcil, por no decir imposible, vivir 24 horas en Espa?a sin topar con alguno de los dise?os de Alberto Coraz¨®n. Autor, por ejemplo, de las estaciones de Cercan¨ªas de Renfe, del tel¨¦fono Domo, de los logos de Anaya, Mapfre y la Biblioteca Nacional entre much¨ªsimos otros, el artista protagoniza ahora una retrospectiva en la Fundaci¨®n Telef¨®nica de Madrid. Alberto Coraz¨®n cree que viajar es una de las tres cosas que ¡°ensanchan la vida¡± ¡ªlas otras dos son leer y escuchar m¨²sica¡ª. Conoce casi todo el mundo y ¨²ltimamente le ha dado por los desiertos.
?Por qu¨¦ el desierto?
Son sitios que te permiten hacer un viaje interior m¨¢s que exterior. Hace tres a?os, yo acababa de tener una serie de exposiciones y al llegar el verano mi mujer y yo decidimos plantarnos en Atacama, en Chile. No s¨¦ si fue una decisi¨®n consciente o inconsciente, pero fue muy intenso. Tener un desierto en alta monta?a, en plenos Andes, ya es de por s¨ª un misterio geol¨®gico.
Todo el mundo dice que es un paisaje que no se parece a nada.
A nada, desde luego. No hay ni viento. Tienes la sensaci¨®n de estar en el l¨ªmite, en los bordes. Adem¨¢s, no se huele nada porque la sal aniquila la vida vegetal y animal. Te hace situarte en otro plano y te deja un poco tocado. Recuerdo detalles como una ermita dedicada a San Pedro, llena de abalorios y exvotos que parec¨ªan casi africanos. Y encima, un cartel: ¡°se ruega silencio para no molestar al santo¡±.
?D¨®nde se alojaron?
En un hotel Explora. Es una cadena de un industrial chileno al que le gusta la naturaleza. Todos son sencillos y refinados y est¨¢n proyectados por arquitectos como Germ¨¢n del Sol. El personal suele estar formado por universitarios que conocen muy bien la zona y ellos mismos nos indicaron que si nos hab¨ªa impresionado tanto Atacama, deber¨ªamos probar el otro lado de Chile, la Patagonia, al sur.
?Les hicieron caso?
S¨ª, y pasamos de la violencia del desierto de sal a la del desierto verde. El paisaje es absolutamente uniforme y el terreno siempre llano. No hay ni un ¨¢rbol en toda la Patagonia. Pasas horas y horas en un 4 x 4 viendo el mismo paisaje. Fue memorable.
?Y despu¨¦s de los desiertos?
Tocan los r¨ªos. Quiero navegar las grandes v¨ªas fluviales, que fueron las primeras autopistas que tuvo el hombre.
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