La primera cena de Acci¨®n de Gracias
Visita a la colonia de Plimouth para conocer c¨®mo fue aquella comida entre peregrinos ingleses e indios locales en 1621 que dio lugar a esta tradici¨®n
Cuando faltan pocos d¨ªas para que todo el pa¨ªs se siente alrededor de una mesa con sus m¨¢s allegados para festejar el D¨ªa de Acci¨®n de Gracias (siempre se celebra el cuarto jueves de noviembre), visitamos la poblaci¨®n de Plymouth, a una hora al sur de Boston, para indagar en los or¨ªgenes de una de las fiestas m¨¢s importantes de Estados Unidos.
La primera cena de Acci¨®n de Gracias se celebr¨® en el oto?o de 1621, en la colonia de Plimouth (137 Warren Avenue, Plymouth; +1 508 746 1622) entre los colonos ingleses que llegaron a bordo del Mayflower y los indios Wampanoag. Aquellos peregrinos que llegaron en 1620 vivieron un a?o muy duro en el asentamiento que construyeron a causa del clima, la hambruna y algunas epidemias. Los indios nativos les ayudaron d¨¢ndoles semillas para poder cosechar alimentos y ense?¨¢ndoles a pescar y cazar, as¨ª que los colonos decidieron celebrar una comida de agradecimiento despu¨¦s de haber obtenido una buena cosecha.
?Pero qu¨¦ sirvieron en aquella primera cena de Acci¨®n de Gracias? ?Hab¨ªa pavo y salsa de ar¨¢ndanos como ahora? Seg¨²n los escritos que se han podido recuperar de aquella ¨¦poca, parece que los comensales de aquella celebraci¨®n original s¨ª comieron pavo y alg¨²n otro tipo de ave salvaje que pudieran haber cazado. Al parecer, los indios Wampanaog llegaron al fest¨ªn con cinco ciervos y se cree que tambi¨¦n se comi¨® marisco (ostras, langosta y almejas), algo que hoy en d¨ªa no entra en el cl¨¢sico men¨² de esta festividad.
Lo que s¨ª se ha mantenido hasta nuestros d¨ªas es que todos los acompa?amientos al pavo, e incluso los postres, se elaboran con productos t¨ªpicamente oto?ales, como las calabazas y los boniatos. En el men¨² actual tampoco puede faltar una salsa de ar¨¢ndanos y otra llamada gravy, elaborada con el jugo del pavo. Seg¨²n Sam Sifton, periodista de The New York Times y autor del libro Thankgsving, how to cook it well, este d¨ªa no es para preparar entrantes ni aperitivos, ni para servir ensalada. Se trata de una celebraci¨®n anclada en la tradici¨®n donde no caben las recetas innovadoras.
Un viaje al pasado
La visita a la colonia de Plimouth permite retroceder en el tiempo cuatro siglos, pues en esta peque?a aldea, una fiel reproducci¨®n del asentamiento de los colonos, nos encontraremos con actores que van vestidos como aquellos peregrinos que llegaron al bordo del Mayflower. Es curioso verlos realizar sus tareas cotidianas, desde cocinar hasta alimentar a los animales o cuidar del huerto, como si estuvieran realmente viviendo en aquella ¨¦poca. Hablan como hablaban los primeros colonos, utilizando expresiones y palabras propias del ingl¨¦s del siglo XVII. La actuaci¨®n alcanza momentos surrealistas, como cuando entablan conversaci¨®n con los visitantes y preguntan cosas como si en nuestras ciudades tenemos escuelas. Los ni?os se quedan perplejos y al terminar la visita mencionan que es muy extra?o que aquel se?or les dijera que ¨¦l no hab¨ªa ido nunca a una escuela porque en su pueblo no hab¨ªa ninguna.
En la colonia tambi¨¦n hay una zona dedicada a la vida y costumbres de los indios nativos y a pocos kil¨®metros se puede subir a una r¨¦plica del Mayflower, barco que trajo a los primeros colonos a la costa este de Estados Unidos.
Aunque en su origen la celebraci¨®n ten¨ªa algo de religiosa ¨Clos peregrinos huyeron de Inglaterra porque no pod¨ªan practicar su religi¨®n libremente¨C, hoy en d¨ªa es una fiesta totalmente secular y que puede compararse a nuestra Navidad; una fecha en la que todo el mundo trata de regresar a casa para celebrar una copiosa comida en familia. Algo que incluye a personas llegadas desde distintas partes del mundo a Estados Unidos, quienes hacen suya esta tradici¨®n y no dudan en asar un pavo gigantesco en el horno para reunir a familia o amigos alrededor de la mesa.
Mucho ha cambiado esta celebraci¨®n desde aquella cena del a?o 1621, pero la acci¨®n de dar gracias se ha mantenido intacta a lo largo de estos cuatro siglos.
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