El baile de los ¡®lipizzanos¡¯ en Viena
La Escuela Espa?ola de Equitaci¨®n, reci¨¦n declarada patrimonio mundial, permite asistir a los entrenamientos de su exclusiva raza ecuestre
Los mercados de navidad proliferan en Viena. Y lo cierto es que la ciudad se presta a ello. Aunque los habituales est¨¢n en zonas como Freyung (Dominikanerbastei 8), con el tradicional Altwiener Christkindlmarkt, o en la Rathaus, nuevas mercados han ido apareciendo a lo largo y ancho de la ciudad. La ¨²ltima incorporaci¨®n la tenemos entre la plaza de San Miguel (Michaelerplatz) y el Palacio Imperial (Hofburg). Claro que no todo son ponches (Punsch) o vinos calientes (Gl¨¹hwein) su ¨²nico atractivo.
En el centro de la plaza de San Miguel se pueden observar algunas de las ruinas romanas de la antigua Vindobona. Hacia el este, la Iglesia Cat¨®lica de San Miguel. En la salida noroeste, el Kohlmark, una de las calles de compras m¨¢s exclusivas de la ciudad, adem¨¢s de una delicia por la que pasear en invierno. En la esquina norte, el Caf¨¦ Griensteidl es uno de los grandes cl¨¢sicos de Viena. Al suroeste, la magn¨ªfica fachada del Palacio Imperial. Y entre los puestos navide?os no faltan los tradicionales Fiaker, los coches de caballos vieneses (50 euros por un recorrido de media hora). Tampoco debemos perdernos una de las grandes atracciones de la ciudad, la Escuela Espa?ola de Equitaci¨®n (Spanische Hofreitschule; Michaelerplatz 1), una de las instituciones m¨¢s antiguas de Austria y reci¨¦n declarada patrimonio mundial por la Unesco.
La primera menci¨®n de la Escuela nos remonta a 1565 y su fundaci¨®n corresponde al emperador Maximiliano II de Habsburgo, primo del rey Felipe II de Espa?a. En aquellos a?os, hablar de Espa?a o Austria era hablar de los Habsburgo y tanto en Viena como en Madrid lo mejor de la extensa dinast¨ªa familiar conflu¨ªa. Maximiliano supo aprovechar las ventajas de las razas ecuestres criadas en la Pen¨ªnsula y fund¨® una escuela de doma cl¨¢sica que hoy en d¨ªa es la m¨¢s antigua del mundo en su tipo, donde se cultiva y cuida la tradici¨®n renacentista de la alta escuela.
El complejo actual de la Escuela se encuadra, en parte, con el Hofburg y fue construido entre 1729 y 1735 por orden del emperador Carlos VI. Johann Bernhard Fischer von Erlach y su hijo, Joseph Emanuel, fueron los encargados de dise?ar y construir este magn¨ªfico picadero, la Escuela de Invierno. Ambos arquitectos dise?aron y levantaron adem¨¢s buena parte de los edificios de la Viena imperial, como el Palacio de Sch?nbrunn, la Iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche) o la Biblioteca Nacional de Austria.
Inaugurada en 1735, la Spanische Hofreitschule ofrece hoy en d¨ªa (por 16 euros) visitas guiadas diarias que permiten observar de cerca los establos de los lipizzanos. La escuela usa en exclusiva los caballos de esta raza, cuyas ra¨ªces se encuentran en estirpes ib¨¦ricas, italianas y ¨¢rabes. Robustos, musculosos, elegantes y de una exquisita piel blanca (aunque nacen negros), es la raza de cr¨ªa orientada a la exhibici¨®n ecuestre m¨¢s antigua de Europa. Los lipizzanos pueden verse en acci¨®n los s¨¢bados y domingos a las 11 de la ma?ana, donde caballos y jinetes ejecutan diferentes pasos de actuaciones de gala. Los precios var¨ªan seg¨²n la fecha, oscilado entre los 23 euros en localidades de pie a los m¨¢s de 200 de los asientos m¨¢s exclusivos. Una alternativa interesante y econ¨®mica (14 euros) son los ejercicios de entrenamiento matutinos entre semana ¨Cde 10 a 12¨C, con m¨²sica cl¨¢sica de fondo incluida: caballos y jinetes se preparan durante unos diez a?os antes de estar listos para las actuaciones gala. Por cierto, para quien acabe enamor¨¢ndose de los lipizzanos, se pueden adoptarse o comprarse.
M¨¢s pistas para una escapada a Viena pichando aqu¨ª
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