Por la Suiza de Heidi
De la regi¨®n de Heidiland al valle de Grindelwald, paisajes que no faltar¨ªan en la cuenta de Instagram del popular personaje animado
Las nevadas cimas de los Alpes, los lagos, caba?as de madera rodeadas de sedosos prados alpinos ?y Heidi correteando por ellos! Esta es probablemente la imagen m¨¢s t¨ªpica de Suiza, la que aparece en las cajas de bombones, la t¨ªpica estampa de postal¡ en la ¨¦poca de las postales. Si Heidi viviera ahora en sus adoradas monta?as se convertir¨ªa, probablemente, en la reina del selfie. Estos son algunos de los paisajes que no faltar¨ªan en su cuenta de Instagram.
01 En la casa de Heidi
HEIDILAND (GRISONES)
Heidi es un personaje literario creado por Johana Spyri en 1880 convertido con el tiempo en un s¨ªmbolo de los Alpes suizos, pero, por supuesto, tiene su propia casa. El cine y los dibujos animados nos han dejado im¨¢genes muy concretas de la caba?a del abuelo de Heidi en un lugar que podemos encontrar, si la buscamos, en la zona de Salastrain (hay que caminar desde St. Moritz, monta?a arriba). All¨ª podremos descansar en el mismo banco de madera en el que se sentaba (supuestamente) el abuelo cascarrabias a contemplar el paisaje. Y merece la pena.
Los suizos han sabido sacar r¨¦dito al personaje y han creado incluso la regi¨®n de Heidiland, en el distrito de Landquart, en el cant¨®n de los Grisones, un destino tur¨ªstico que promocionan para que visitante recorra los paisajes donde se desarrolla la novela. En esta regi¨®n alpina, cerca de la frontera con Liechtenstein y Austria, est¨¢ tambi¨¦n Maienfeld, la ciudad m¨¢s cercana a la caba?a del abuelo donde se encuentra la Casa de Heidi, una recreaci¨®n de tan m¨ªtico hogar alpino que los japoneses incluyen siempre en sus visitas.
Viajemos con ni?os o con mit¨®manos, habr¨ªa que completar el recorrido con la visita a Franckort, la ciudad donde se desarrolla una parte del libro y donde Heidi vivir¨¢ con su amiga Clara durante largas temporadas.
Pueblos de postal en el Oberland
VAL FEX
Suiza est¨¢ lleno de paisajes id¨ªlicos de los que, seguramente, Heidi subir¨ªa fotos a Instagram; desde los pueblecitos de monta?a del Oberland bern¨¦s, donde se despiertan con el sonido de los cencerros, hasta los chal¨¦s rodeados de car¨¢mbanos del Valais, en los que ver nevar al calor de la chimenea. Los pueblos alpinos no pueden ser m¨¢s id¨ªlicos. Para comprobarlo, podemos recorrer, por ejemplo, Val Fex, una villa perdida en el tiempo y en el espacio, oculta entre monta?as incrustadas de glaciares, bosques de alerces y prados. Se puede dar un paseo rom¨¢ntico hasta los pueblecitos de Fex-Platta y Fex-Cresta para ver c¨®mo eran los Alpes antes de la llegada de turistas. Ya es toda una experiencia llegar al valle, ya sea a pie o en coche de caballos, desde SilsMaria.
Otra de las im¨¢genes que parecen sacadas de una caja de bombones est¨¢ en Riederalp y Bettmeral. Aqu¨ª los autom¨®viles est¨¢n prohibidos y las vistas del Matterhorn y los chal¨¦s de madera apilados al borde de los hielos del glaciar Aletsch son de ensue?o. Solo son accesibles en telef¨¦rico y en invierno, cuando est¨¢n cubiertos de nieve, los habitantes llevan a sus hijos al colegio en trineos de madera tradicionales y van al supermercado esquiando. En verano, el excursionismo por la zona es de lo mejor de Suiza.
Trilog¨ªa alpina
GRINDELWALD
Si el Oberland bern¨¦s es el alma alpina de Suiza, en la regi¨®n del Jungrau al viajero le dar¨¢ un vuelco al coraz¨®n. Presidida por las moles y los glaciares del Eiger, M?nch y Jungfrau (Ogro, Monje y Doncella), la regi¨®n despliega cientos de kil¨®metros de senderos que permiten ver este impresionante panorama desde muchos ¨¢ngulos. Y todos resultan asombrosos. Los tres grandes son una leyenda en la historia del alpinismo, especialmente el Eiger (3.970 metros), cuya temible cara norte se ha cobrado la vida de muchos alpinistas. Los paisajes de monta?a son colosales y sobrecogedores, pero con una condici¨®n: un cielo azul y despejado. Se puede ascender desde Grindelwald/Wengen o ir en telef¨¦rico hasta Kleine Scheidegg para ver de cerca este espectacular tr¨ªo alpino.
Los esquiadores tienen tambi¨¦n aqu¨ª una cita con la historia. Grindelwald est¨¢ dedicada al esqu¨ª y al senderismo desde finales del siglo XIX porque es una de las estaciones m¨¢s antiguas de Suiza y no ha perdido ninguno de sus atractivos: chal¨¦s alpinos con geranios y verdes pastos, con las monta?as como tel¨®n de fondo. No se puede pedir nada m¨¢s t¨ªpicamente suizo.
Matterhorn, la pir¨¢mide perfecta
ZERMATT
Hay que subir al Gornergatbaht o al Matterhorn Glacier Paradise para admirar este icono alpino de Suiza. El Matterhorn (o monte Cervino) es una monta?a preciosa, que se eleva como una aleta de tibur¨®n sobre el pueblo id¨ªlico: Zermatt. Desde mediados del siglo XIX esta villa es una de las estaciones de esqu¨ª m¨¢s elegantes de Suiza y desde entonces tambi¨¦n ha recibido sin parar a multitud de escaladores y alpinistas, algunos tan ilustres como Rooseveld, quien lo escal¨® en 1881.
Para sacar buenas fotos (todav¨ªa mejores) hay que subir a alguno de los telef¨¦ricos desde Zermatt. Uno de ellos, el?Matterhorn Glacier Paradise, es el de mayor altitud de Europa, pues asciende hasta los 3.883 metros y, desde una plataforma panor¨¢mica, nos permitir¨¢ contemplar hasta 14 glaciares y 38 picos que superan los 4.000 metros de altitud. Otro punto de vista magn¨ªfico es el que se tiene desde el tren cremallera de mayor altitud del continente, que (tambi¨¦n desde Zermatt) asciende hasta el Gornergrat. El viaje dura 30 minutos ascendiendo por un paisaje espectacular.
La gran lengua de hielo
GLACIAR ALETSCH
En el Alto Valais encontramos otra buena colecci¨®n de paisajes alucinantes, de esos que merecen un disparo cont¨ªnuo de nuestras c¨¢maras y smartphones. Como el Glaciar Aletsch, una lengua de hielo de 23 kil¨®metros de recorrido que se pude contemplar desde Bettmerhorn o Eggishorn, en el Alto Valais. Este remolino de hielo interminable est¨¢ surcado por profundas grietas, cascadas atronadoras, agujas de roca y hasta pinares. Va desde el macizo de la Jungfrau hasta una meseta por encima del R¨®dano y ha sido declarado Patrimonio mundial.
Por si fuera poco, hasta llegar al glaciar el camino est¨¢ salpicado de pueblos buc¨®licos con chal¨¦s adornados con geranios e iglesias con c¨²pulas de cebolla.
Los Alpes a lo James Bond
SCHITHORN
Desde el pico Schithorn, en el Oberland Bern¨¦s, tendremos una vista panor¨¢mica increible de 360? y 200 cumbres, desde el monte Titlis al Mont Blanc franc¨¦s. Los mejores puntos de observaci¨®n son la plataforma-mirador Skyline y el restaurante giratorio Piz Gloria. Los d¨ªas despejados se puede ver incluso la Selva Negra alemana. El escenario tal vez nos resulte familiar porque aqu¨ª se rodaron algunas escenas de 007 al servicio de su majestad, a finales de los a?os setenta. Hay una exposici¨®n interactiva, Bond World 007, en la que podremos posar en fotos al estilo del famoso agente secreto y vivir algunos momentos de la pel¨ªcula en un helic¨®ptero y un bobsleig.
El telef¨¦rico m¨¢s largo
M?NNLICHEN
Las vistas hacia Grindelwald y Lauterbrunnen son increibles desde el telef¨¦rico m¨¢s largo de Europa. En la cadena monta?osa que separa ambos valles destaca el M?nnlichen (2.225 metros), una monta?a mirador con una de las mejores panor¨¢micas de la regi¨®n. Mientras que un telef¨¦rico conecta Grindelwald Grund con el M?nnlichen, otro cable asciende desde la localidad de Wengen, justo la vertiente opuesta.
Arriba, desde la estaci¨®n de M?nnlichen, solo queda andar 10 minutos para llegar a las vistas de la cima, otro de esos sitios llenos de encanto que querremos tener inmortalizados en nuestro ¨¢lbum de fotos.
Una de castillos y abad¨ªas
CHILLON, THUN, ST. GALLEN
Por si la naturaleza no fuera suficiente, los paisajes suizos se ven realzados por abad¨ªas y castillos de postal, encaramados en lo alto de alguna colina o a orillas de lagos espectaculares. Entre las im¨¢genes m¨¢s ic¨®nicas est¨¢ la del casillo de Chillon, con un camino de flores (le Chemin Fleuri) que conduce hasta ¨¦l. Esta fortaleza ovalada es un laberinto de patios, torres y salones pero, sobre todo, una fortaleza perfecta para inspirar novelas y poemas, como la que escribi¨® Lord Byron (El prisionero de Chillon). Aunque ning¨²n castillo suizo es tan fant¨¢stico como el de Thun, una maravilla con torres. Rodeada de monta?as y regada por las aguas turquesas del r¨ªo Aar, Thun es adem¨¢s una ciudad medieval t¨ªpicamente suiza, con terrazas llenas de gente tomando el sol junto al r¨ªo. El fort¨ªn es como de cuento de hadas y tiene, adem¨¢s de fant¨¢sticas vistas al lago (Thun), 900 siglos de historia a sus espaldas.
Tambi¨¦n resulta majestuoso el interior de la abad¨ªa de St Gallen, famosa por su extraordinaria biblioteca, o los castillos de Argovia ¨CLenzburg, Wildegg, Habsburgo¨C, un cant¨®n sacado de las leyendas art¨²ricas y tierra natal de los Habsburgo.
Los lagos suizos
DE Z?RICH A BRIENZ
Heladores o templados; bordeados de palmeras o de monta?as; alpinos o urbanos; verdes, azules o turquesas... En Suiza hay un lago para cada estilo y temporada. Se puede pedalear por el lago Constanza o ver la puesta de sol en el lago Z¨²rich. Del lago Maggiore, que une la majestuosidad de los Alpes con el sol del sur, a las aguas de Thunm y Brienz, dos lagos gemelos de color turquesa brillante con castillos, los vi?edos de Spiez y las tallas de madera de Brienz.
Los hay obvios como el Lem¨¢n, el mayor lago alpino de Europa, y otros m¨¢s desconocidos, como el enigm¨¢tico Uri, envuelto en la bruma matutina, escenario predilecto para J. M. W. Turner, al que le gustaba pintar el lago desde Brunnen. Y es que sus vistas realmente hipnotizan.
M¨¢s informaci¨®n en www.lonelyplanet.es y la nueva gu¨ªa Lonely Planet de Suiza en espa?ol.
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