Un respiro en los pueblos de Alsacia
Localidades tranquilas en medio de una vasta naturaleza en la regi¨®n francesa
Los bordes occidentales de la plana alsaciana, donde la llanura se rompe en el encuentro con el macizo de los Vosgos, est¨¢n llenos de lugares extraordinarios. En las laderas de este espacio crecen magn¨ªficos vi?edos rodeando a pueblos de gran belleza, con una excelente arquitectura tradicional, casas de entramados de madera y balconadas cubiertas de flores. Frecuentemente, en medio de los lugares se alzan los restos de murallas medievales, magn¨ªficas casonas se?oriales y altivas iglesias g¨®ticas.
Los pueblos salpican este paisaje verde y tras ellos aparecen las cimas de los montes, sobre las cuales se ubican fortalezas que nos recuerdan una historia de luchas y poder que va m¨¢s all¨¢ incluso de la ¨¦poca medieval. En estos espacios llenos de personalidad abundan tambi¨¦n los lugares donde la religi¨®n ha dejado una profunda huella: Murbach, el monte de Ste-Odile, Marmoutier y Les Trois-?pis.
La monta?a sobre la que se ubica Les Trois-?pis (las tres espigas) se halla en medio de un territorio excepcional, al unos 12 kil¨®metros de la ciudad de Colmar (66.000 habitantes), conocida como la peque?a Venecia por sus bellos canales, su hist¨®rico centro cuajado de viejas edificaciones medievales y el museo Unterlinden, donde se expone la formidable crucifixi¨®n de Mathias Gr¨¹newald.
Cerca hay tambi¨¦n pueblos de gran belleza como Riquewihr, Turckheim, Kaysersberg y la inmediata aldea de Niedermorschwihr. Adem¨¢s, el entorno es de notable inter¨¦s paisaj¨ªstico y propicio para excursiones, entre ellas la que conduce al Galtz, una cima ubicada a unos 700 metros de altura sobre el nivel del mar, desde donde se contempla un vasto territorio que incluye la llanura alsaciana, los Vosgos y la Selva Negra.
En la cima del Galtz, un Cristo abre los brazos mirando al paisaje alsaciano. Es una obra de 1918 que conmemora el retorno de Alsacia a Francia tras un periodo en que form¨® parte de Alemania. El viajero que contempla este peque?o Corcovado recuerda que este territorio del valle del Rin ha estado en permanente disputa por condes, obispos, reyes y emperadores. Por ¨¦l lucharon romanos y b¨¢rbaros, compitieron Francia y el imperio austr¨ªaco y los ej¨¦rcitos de Alemania y sus enemigos durante las dos guerras mundiales¡ Hoy, en tiempos de la Uni¨®n Europea, las luchas por el dominio de este apacible mundo de bosques y vi?edos parecen lejanas, pero el temor late en el fondo de la conciencia.
Un milagro franc¨¦s
Les Trois-?pis surgi¨® hace m¨¢s de cinco siglos como fruto de un famoso milagro: la supuesta primera aparici¨®n de Virgen Mar¨ªa testificada en Francia. El hecho ocurri¨® el 3 de mayo de 1491, cuando un herrero de la cercana localidad de Orbey, de nombre Thierry Schoere, viajaba por el monte para asistir al mercado de una localidad cercana. En el recorrido exist¨ªa un viejo ¨¢rbol con una peque?a cruz, donde los viajeros se deten¨ªan para orar. Thierry Schoere tambi¨¦n se par¨®. Fue entonces cuando el herrero qued¨® absorto al ver a una mujer que se identific¨® como la Virgen Mar¨ªa. Esta llevaba en una mano un trozo de hielo y en la otra un tallo de trigo del que sal¨ªan tres espigas.
Tal como cuentan las cr¨®nicas de la ¨¦poca, la Virgen Mar¨ªa pidi¨® al herrero que advirtiese a los pobladores de la zona que deb¨ªan orar y hacer penitencia para obtener buenos frutos (las espigas), en tanto que si no lo hac¨ªan el resultado ser¨ªa el contraria (el hielo). Cuando lleg¨® al mercado de Niedermorschwirh, el herrero no se atrevi¨® a contar la historia. Sin embargo, cuando fue a levantar el saco de trigo que hab¨ªa comprado, se percat¨® de que no ten¨ªa fuerzas para ello, y no fue capaz de mover su carga hasta que narr¨® a los asistentes la experiencia vivida y el mandato de la Virgen.
La aparici¨®n fue pronto reconocida por la Iglesia. Aquel mismo a?o de 1491, los pobladores de la zona erigieron una peque?a capilla de madera en el lugar de la misma y cuatro m¨¢s tarde, el obispo de Basilea bendijo la primera iglesia en piedra, que a¨²n subsiste. La obra, da?ada durante la Guerra de los Treinta A?os, ha sufrido diversas reconstrucciones. A su lado surgi¨® un convento que ha estado al cargo de diversas comunidades religiosas.
El peque?o pueblo de les Trois-?pis est¨¢ bajo la administraci¨®n de Ammerschwihr, Niedermorschwihr y Turckheim, municipios del Alto Rin: tiene una poblaci¨®n de apenas 300 habitantes y se ubica 670 metros de altitud. Es una poblaci¨®n de inter¨¦s vacacional y religioso.
Adem¨¢s de la capilla original, existe un santuario edificado en 1968 y dedicado a Nuestra Se?ora de la Anunciaci¨®n. De marcados trazos modernos, la iglesia, obra de los arquitectos Pierre Dumas y Pierre Keller, se asemeja? a una pir¨¢mide de hormig¨®n triangular. En el interior, amplio y austero, destacan las vidrieras de Camille Hilaire. A modo de torres, ante el edificio se alzan tres grandes pilares, erigidos en 1991, que recuerdan a las tres espigas marianas.
La comunidad de Redentoristas dirige tanto el santuario como la iglesia primitiva, en la que se ubican numerosos exvotos. El conjunto se complementa con una casa de acogida. El lugar dispone de centros de restauraci¨®n y hoteles, y est¨¢ conectado con Colmar mediante autob¨²s.
Aparte de su inter¨¦s como centro religioso, Les Trois-?pis es un magn¨ªfico punto para el descanso y para convivir en contacto con la naturaleza. Numerosos senderos conducen al visitante no solo hacia el Galz sino a lugares cercanos como Kaysersberg por medio de bosques y roquedos en los que la naturaleza rebosa paz y belleza. El lugar es un excelente ¨¢mbito para encontrarse consigo mismo, y tambi¨¦n punto de arranque para gozar del arte y de la gastronom¨ªa alsaciana.
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