Cantos en la selva
La cantante Soraya nos lleva de viaje a la selva peruana, donde pas¨® una semana con las comunidades locales
La cantante Soraya, a punto de aterrizar este s¨¢bado 28 de mayo en el teatro Apolo de Madrid con su gira Ak¨²stica, pas¨® una semana en la selva peruana acompa?ando a la ONG Global Humanitaria. La regi¨®n de Puno, muy cerca de lugares como Putina y Lampa ¡ªa la que llaman ¡°la ciudad rosada¡± por sus casas de adobe¡ª, fue donde conoci¨® la vida cotidiana de sus habitantes.
?C¨®mo decidi¨® embarcarse en el proyecto?
Le cont¨¦ a Toni Cruz, de Gestmusic, que siempre hab¨ªa tenido ganas de hacer alg¨²n viaje en el que pudiese ayudar a otras personas. ?l busc¨® la ONG Global Humanitaria, y con ellos me fui a Per¨².
?Era su primer viaje a Per¨²?
Yo hab¨ªa estado como azafata de vuelo en diversos lugares de Latinoam¨¦rica, pero de otra manera. De Per¨² conoc¨ªa la zona m¨¢s acomodada de Lima, Miraflores. En este segundo viaje el contraste fue enorme: de haber paseado por calles comerciales llenas de gente consumiendo a ver personas que duermen con una manta encima de una piedra.
Imagino que aprendi¨® muchas cosas.
Aprend¨ª y llor¨¦ mucho. La gente a la que conoc¨ª all¨ª te lo ofrec¨ªa todo. Ve¨ªan lo que llevabas puesto y les sorprend¨ªa cualquier cosa, aunque ellos tienen un mont¨®n de ornamentos, de gorros diferentes, una artesan¨ªa preciosa. Yo en aquel momento llevaba el pelo largo y rubio, y me comparaban con las mu?ecas, que eran los regalos que les mandaban sus padrinos de Espa?a.
Unas circunstancias muy distintas a las que conocemos, me parece.
S¨ª. Y en el viaje nos adaptamos siempre a las circunstancias. Yo dorm¨ª en casas en las que pas¨¦ mucho fr¨ªo: la humedad de la selva es muy fuerte. Recuerdo dormir con la ropa empapada de humedad.
?C¨®mo fue su llegada all¨ª?
Fue una bienvenida con m¨²sica, muy alegre, en unos comedores-escuela. Me recibieron con bebidas y comida, e hicieron una fiesta en la que tocaban palmas y cantaban canciones. Siempre intentaban que el ambiente fuese lo m¨¢s alegre posible para los ni?os.
Se sumar¨ªa a sus cantos¡
Cantamos todos a capela. Yo no iba como cantante sino como cooperante, para dar testimonio y ver que todo lo que la ONG cuenta que lleva a cabo era cierto. Recuerdo que el momento de comer era todo un disfrute; es parte de un ritual y se hace un gran silencio en el comedor. Toda una celebraci¨®n.
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