La conquista de Inglaterra en 58 escenas
Se cumple el 950? aniversario de la invasi¨®n de la isla por las tropas normandas, en 1066, un hecho primorosamente bordado en el largo y extraordinario tapiz de Bayeux
Los nazis y el propio Hitler mostraron inter¨¦s por el tapiz del siglo XI que ahora contemplo en Bayeux (Normand¨ªa, Francia) no por su valor art¨ªstico incalculable, sino, sobre todo, por el contenido excepcional: la invasi¨®n de Inglaterra por parte del duque de Normand¨ªa, Guillermo el Conquistador, en 1066, cuyos 950 a?os se cumplen este a?o. Una conquista que fue la ¨²nica junto con la romana.
No solo es compleja la historia del propio tapiz (un pa?o ornamental que Himmler intent¨® regalar a Hitler, como se relata en la pel¨ªcula?Arde Par¨ªs?, de Ren¨¦ Cl¨¦ment), sino tambi¨¦n sus idas y venidas, sus apariciones y desa?pariciones a lo largo de los siglos. Una vez creado, el tapiz fue llevado de palacio en palacio, a continuaci¨®n estuvo en la catedral de Bayeux, que sufri¨® varios incendios, luego se le perdi¨® la pista, despu¨¦s apareci¨® en el inventario del tesoro de la catedral. Redescubierto en el siglo XVIII en la sacrist¨ªa, a partir de entonces comenzaron los estudios y sus reproducciones. Cuando todo parec¨ªa estar normalizado, estall¨® la Revoluci¨®n Francesa y fue requisado y utilizado como envoltorio. Napole¨®n lo rescat¨® y pidi¨® a las autoridades de Bayeux que lo dejaran exhibir por una temporada en el Museo Napole¨®n, el futuro Louvre. As¨ª se hizo. El tapiz volvi¨® posteriormente a Bayeux. En 1944 fue enviado de regreso a Par¨ªs, probablemente con la posterior intenci¨®n de ser trasladado a la Alemania nazi. Salvado el tapiz de este viaje arriesgado, fue expuesto en el Louvre. Luego regres¨® a Bayeux al palacio du Doyen, el 2 de marzo de 1945. Fue restaurado y all¨ª expuesto. Desde 1983 se puede admirar en el Centro Guillaume-le-Conqu¨¦rant, antiguo seminario mayor, en la Rue de Nesmond. El tapiz del siglo XI, contempor¨¢neo de todo cuanto se relata en ¨¦l, fue declarado patrimonio mundial.
A Bayeux, que tiene otros muchos atractivos art¨ªsticos, valdr¨ªa la pena ir solo para ver este tesoro ¨²nico. En el museo hay un espacio dedicado a su interpretaci¨®n, a la historia de los normandos y a la historia de la conquista de Inglaterra.
El tapiz, as¨ª denominado aunque no lo es exactamente, fue bordado con hilos de lana de varios colores (azul, rojo, verde y amarillo) y tonalidades. Tiene casi 70 metros de largo por 50 cent¨ªmetros de altura. Todav¨ªa hay muchas disputas sobre la autor¨ªa f¨ªsica y el lugar donde se realiz¨®. Parece que tuvo mucho que ver con su confecci¨®n la reina Matilde, esposa de Guillermo; lo mismo que Od¨®n de Conteville, obispo de Bayeux y hermanastro del conquistador. Unos investigadores afirman que se bord¨® en la propia Bayeux o lugares lim¨ªtrofes, otros en tierras inglesas alrededor de 1077, mientras un tercer grupo defiende que fue una colaboraci¨®n anglonormanda. El caso es que, a simple vista de un espectador como yo, se aprecia la labor de varias personas durante unos cuantos a?os. Personas para idearlo, personas para dise?ar toda la secuencia y personas para realizarlo. Parece ser que falta, o no se llev¨® a cabo, la parte final: la coronaci¨®n del nuevo rey Guillermo, el d¨ªa de Navidad del a?o 1066, en la catedral de Westminster.
La batalla de Hastings
El tapiz es tambi¨¦n un documento iconogr¨¢fico de gran valor literario e hist¨®rico, en muchos aspectos diferente a las fuentes latinas m¨¢s cercanas de Guillaume de Jumi¨¨ges, Guillaume de Poitiers u Orderic Vital; o las escritas en franc¨¦s antiguo, como las de Wace y Beno?t de Sainte-Maure. El tapiz, a la vista de esos textos, est¨¢ m¨¢s cercano a los acontecimientos, es original e independiente en sus criterios. Por ejemplo, nos muestra en im¨¢genes c¨®mo el rey Eduardo el Confesor cambia de parecer, prometiendo la corona sucesivamente a Guillermo y a Harold (el contrincante anglosaj¨®n al que mataron las tropas de Guillermo en la batalla de Hastings, al sur de Inglaterra, el 14 de octubre de 1066).
En el tapiz, Guillermo es un rey conciliador de ambos pueblos, normandos y anglosajones. La tela es una obra, tambi¨¦n, de propaganda al servicio de la reconciliaci¨®n. De hecho, Guillermo conserv¨® las tradiciones inglesas, mantuvo en los cargos a quienes los ostentaban (excepto a los persistentes rebeldes) y prometi¨® aprender su nueva lengua. En el tapiz Guillermo no mata directamente a Harold. Son un grupo de soldados normandos quienes acosan al ingl¨¦s antes de que una flecha lo hiera mortalmente en un ojo. La elecci¨®n real se lleva as¨ª a cabo mediante un designio de Dios. Harold es un personaje agradable, incluso heroico, digno de admiraci¨®n, pero Dios, al menos en este caso, no se puso de su lado. Ante la promesa del rey Eduardo el Confesor (sin hijos) hecha a Guillermo, ante la aquiescencia realizada por Harold a Guillermo en su viaje a Normand¨ªa y, finalmente, ante la indecisi¨®n de las ¨²ltimas horas del monarca agonizante, la guerra era inevitable para acatar la sentencia divina. Harold no muere a manos de Guillermo imponiendo la fuerza de uno sobre otro, sino por esa flecha del destino. Guillermo no es un usurpador, sino un rey leg¨ªtimo.
El tapiz est¨¢ lleno de silencios y misterios. No aparecen, por ejemplo, dos actores importantes de la historia. Tostig, el hermano-enemigo de Harold, ni Harald el Severo, el rey de Noruega que, por esas mismas fechas, pretendi¨® el trono de Inglaterra. Desem?barc¨® por el norte con sus tropas pero fue derrotado. Sin embargo, aparecen otros personajes secundarios desconocidos tales como Turold, Wadard y Vital. Tambi¨¦n el personaje femenino Aelfgyva, probablemente la hija primog¨¦nita de Guillermo prometida en matrimonio a Harold. El tapiz est¨¢ lleno tambi¨¦n de informaci¨®n sobre la vida cotidiana del siglo XI. Trajes civiles y militares, armamentos, t¨¢cticas b¨¦licas, animales reales e imaginarios, el relato en lat¨ªn, arquitecturas, naturalezas, naves (su construcci¨®n) e instrumentos de navegaci¨®n, costumbres, escenas er¨®ticas y sexuales, costumbres culinarias, etc¨¦tera. Es decir, un tratado antropol¨®gico, etnogr¨¢fico, cient¨ªfico, literario e hist¨®rico excepcional.
Gu¨ªa
Informaci¨®n
? Museo del Tapiz de Bayeux. 13 bis Rue de Nesmond. Entrada, 9 euros.
? Museo del Desembarco de Normand¨ªa. Boulevard Fabian Ware. Entrada, 7 euros. Hay un billete combinado para los dos museos por 12 euros.
? Oficina de Turismo de Bayeux.
? www.bessin-normandie.com.
? Turismo de Normand¨ªa.
El tapiz cuenta la historia de la invasi¨®n y conquista de Inglaterra en 58 escenas. En los mismos puertos y playas de donde salieron las naves, desem?barcaron siglos despu¨¦s los aliados, entre ellos los ingleses. En el Cementerio Militar Brit¨¢nico en Bayeux, donde hay 4.382 tumbas inglesas, m¨¢s otras 466 de combatientes de diferentes nacionalidades, entre ellos alemanes, en el frontispicio de la entrada figura esta inscripci¨®n en lat¨ªn (la lengua del tapiz): ¡°Nos a Gulielmo victi victoris patriam liberavimus¡±. Algo as¨ª como que ¡°nosotros, vencidos por Guillermo, liberamos la patria del vencedor¡±. Mejor lecci¨®n de historia imposible. En Bayeux el general De Gaulle hizo su primera declaraci¨®n despu¨¦s de retornar a suelo franc¨¦s. Bayeux, a nueve kil¨®metros de la costa, se salv¨® de los bombardeos y conserv¨® intacto su casco hist¨®rico. Tiene un Museo de la Batalla de Normand¨ªa.
En Hastings se conserva el campo de batalla y los restos de la abad¨ªa que Guillermo mand¨® construir justo en el lugar donde Harold fue abatido. Todos estos lugares ahora est¨¢n en paz y no parecen, en absoluto, haber sido espacios tr¨¢gicos de confrontaci¨®n.
C¨¦sar Antonio Molina, exministro de Cultura, es director de la Casa del Lector.
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