Por la sierra del Indalo
Arte rupestre, bosques de pinos, pueblos, jamones y un gran castillo en la comarca almeriense de Los V¨¦lez
Los V¨¦lez tiene un pueblo con castillo. Y un castillo sin claustro. La fortaleza se levanta soberbia y fotog¨¦nica sobre un pe?¨®n en el pueblecito de V¨¦lez Blanco y fue la morada de los marqueses de los V¨¦lez, se?ores feudales que regentaron vidas y haciendas de esta comarca almeriense durante siglos. Lo del claustro es m¨¢s reciente: se lo llevaron a Nueva York y ahora luce igual de soberbio, pero en el Museo Metropolitano. Pero no adelantemos acontecimientos. Empecemos por el principio.
Y lo primero que se encuentra el viajero cuando llega a esta comarca del norte almeriense por la autov¨ªa A-92 es V¨¦lez Rubio, la capital de la comarca, que lo fue tambi¨¦n durante el auge que el marquesado vivi¨® en los siglos XVIII y XIX. Resultado de aquellos a?os de bonanza econ¨®mica para las clases favorecidas son las muchas casas se?oriales y edificios p¨²blicos civiles con grandes balcones y ventanas con elementos de forja, una caracter¨ªstica de las construcciones velezanas, que engalanan el casco antiguo. Todo paseo por el V¨¦lez Rubio m¨¢s monumental tiene como hilo conductor la Corredera del Carmen, la calle peatonal y comercial m¨¢s concurrida y la que engarza el casco antiguo: desde el Antiguo Hospital Real, que hoy acoge la oficina de turismo y el Museo Comarcal Velezano Miguel Guirao, hasta la iglesia de Nuestra Se?ora de la Encarnaci¨®n, el gran templo barroco que domina toda la silueta del pueblo.
La carretera deja ahora el llano y empieza a remontar las primeras laderas de la sierra de Mar¨ªa en direcci¨®n a V¨¦lez Blanco. La comarca de Los V¨¦lez ha mantenido un car¨¢cter y una fisonom¨ªa propios, auspiciados ambos por su aislamiento geogr¨¢fico y por la mayor facilidad de comunicaci¨®n con el altiplano granadino o las vegas murcianas que con la Almer¨ªa costera. Aqu¨ª no hay playas ni desiertos, sino monta?as de 2.000 metros con bosques de pino de repoblaci¨®n, donde suele nevar en invierno y donde se curan buenos jamones gracias al fr¨ªo serrano.
En la carretera, a apenas dos kil¨®metros de V¨¦lez Rubio, un cartel avisa de la presencia de la cueva de los Letreros, uno de los santuarios del arte rupestre levantino. El abrigo de roca fue inventariado en 1868, aunque los vecinos lo conoc¨ªan desde antiguo y le llamaban de los letreros por las raras inscripciones que ten¨ªa. Estas resultaron ser pinturas esquem¨¢ticas hechas por el ser humano en el Neol¨ªtico, entre 4.000 y 5.000 a?os antes de nuestra era, con una perfecci¨®n y calidad que sorprendieron a los estudiosos. El abrigo tiene 25 metros de ancho por 10 de alto y 6 de profundidad, y pudo ser usado como un recinto sagrado. Recogen escenas de arqueros, guerreros, animales e ¨ªdolos, algunas muy esquem¨¢ticas y otras con tendencia al naturalismo, y siempre en color rojo. Una de ellas es el c¨¦lebre Indalo, representaci¨®n antropom¨®rfica que se ha convertido en el s¨ªmbolo tur¨ªstico de la provincia de Almer¨ªa.
Seguimos en ascenso y a lo lejos aparece ya la silueta del mayor atractivo monumental de V¨¦lez Blanco: el castillo de los V¨¦lez, uno de los m¨¢s escenogr¨¢ficos de Andaluc¨ªa. Fue la residencia oficial de Pedro Fajardo y Chac¨®n, capit¨¢n general del reino de Murcia, y sus descendientes, que recibi¨® de los Reyes Cat¨®licos en pago a sus aportaciones a la Reconquista este marquesado monta?oso en el l¨ªmite septentrional de Almer¨ªa al que los pobladores hispanomusulmanes llamaban Velad.
Azulejos del siglo XVI
En 1507, el marqu¨¦s inicia la construcci¨®n de un nuevo castillo-palacio en claro estilo renacentista. Llaman la atenci¨®n sus siete torres, de la misma altura que la muralla, excepto la enorme torre del homenaje, que sobresale por encima del conjunto. El castillo de los V¨¦lez es un laberinto de salas, escaleras y pasadizos, con una ornamentaci¨®n muy superior a la que se espera de un recinto castrense. En la zona de palacio, donde todas las estancias conservan su chimenea, llama la atenci¨®n el grandioso balc¨®n renacentista, con panor¨¢micas sobre el pueblo y la vega del marquesado. Muchos de los suelos de azulejos son originales del siglo XVI.
Sin embargo, le falta algo: su hermoso claustro de m¨¢rmol blanco de Macael. En 1904 se lo vendieron a un acaudalado norteamericano y, de esta forma, el Patio de Honor del castillo de los V¨¦lez, una de las joyas del renacimiento andaluz, acab¨® desmontado pieza a pieza y trasladado al jard¨ªn del nuevo due?o, en Estados Unidos. En 1964 este lo don¨® al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, donde se volvi¨® a reconstruir y se exhibe en la actualidad.
La ruta termina en Mar¨ªa, puerta de entrada al parque natural de la Sierra de Mar¨ªa-Los V¨¦lez, espacio protegido muy representativo de estas sierras ¨¢ridas del norte de Almer¨ªa. En Mar¨ªa son famosos sus jamones y embutidos, cuya curaci¨®n se ve favorecida por la situaci¨®n del pueblo, a 1.200 metros de altitud, y un clima fr¨ªo y seco. En invierno, con la llegada de las nieves a la sierra de Mar¨ªa, el municipio es muy frecuentado por monta?eros, senderistas y amantes de la naturaleza.
Gu¨ªa
Visitas
? Castillo de V¨¦lez Blanco. De mi¨¦rcoles a domingo, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00. 2 euros.
? Cueva de los Letreros. Situada a dos kil¨®metros de V¨¦lez Blanco. Visitas los mi¨¦rcoles, s¨¢bados y festivos, previa cita en los tel¨¦fonos +34 669 75 14 79 y +34 655 45 17 44. Entrada adulto, 2 euros.
Informaci¨®n
? Turismo de Andaluc¨ªa.
? www.ayuntamientodevelezblanco.org.
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