12 planes secretos en Portugal
Del parque nacional de Peneda-Ger¨¨s a las playas surferas del sur, ruta alternativa por el pa¨ªs vecino
Portugal no es solo pasear por Lisboa y Oporto, o tumbarse a tomar el sol en las playas del Algarve. En el pa¨ªs vecino hay otras muchas experiencias para los que no van solo de paso: desde recorrer el Camino de Santiago portugu¨¦s, hasta cabalgar las olas del Atl¨¢ntico sobre una tabla de surf, descubrir algunos sus desconocidos espacios naturales, intentar ver a los ¨²ltimos lobos salvajes, visitar pueblos diferentes o conocer las artesan¨ªas m¨¢s tradicionales. Hay muchos planes distintos para disfrutar, igualmente, en Portugal.
01 Senderismo a la portuguesa
Poca gente conoce la magn¨ªfica oferta de recorridos portugueses de senderismo, raz¨®n de m¨¢s para aprovecharlo y disfrutarlos casi en soledad. Muchas de estas rutas se?alizadas est¨¢n en el sur, en la regi¨®n del Algarve. Se puede recorrer el pa¨ªs a lo ancho a trav¨¦s de la V¨ªa Algarviana, de 300 kil¨®metros, por trav¨¦s de carreteras asfaltadas y no asfaltadas desde Alcoutim hasta Sagres y el cabo de Sao Vicente. Hay que dedicarle entre dos y tres semanas pero se transita por algunos de los paisajes m¨¢s bonitos del Algarve, como los bosques de las sierras de Caldeirao y Monchique.
A la inversa, los aficionados al ciclismo pueden hacer la Ecov¨ªa do Litoral, tambi¨¦n en el Algarve, una ruta de 214 kil¨®metros que une el cabo de Sao Vicente y Sagres, en el oeste, con Vila Real de Santo Antonio, en la frontera espa?ola.
Y de all¨ª, hacia el norte, m¨¢s monta?oso y menos visitado, pero con preciosos parques naturales que animan a caminar. Una de las mejores propuestas es el Camino Portugu¨¦s, una rama del Camino de Santiago con muchos menos peregrinos que el Camino franc¨¦s y el resto de ramales espa?oles. Es precioso y muy interesante. El Caminho Portugu¨¦s tiene varios puntos de salida, pero el tramo m¨¢s famoso es el que empieza en Oporto. Se puede conseguir m¨¢s informaci¨®n a trav¨¦s de la Associa?ao dos Amigos do Caminho Portugu¨¦s de Santiago.
En las Beiras, el parque natural da Serra da Estrela es un hermoso tel¨®n de fondo para realizar rutas excursionistas de uno varios d¨ªas, a veces con un toque aventurero: como en muchos lugares no hay camino (se?alizado), debe abrirlo uno mismo. Destaca por su belleza el Vale do Z¨¦zere, un valle glaciar a los pies de Torre, el pico m¨¢s alto de Portugal. Como base en la regi¨®n se recomienda la aldea de monta?a de Mateigas.
Tambi¨¦n en el norte est¨¢ el parque nacional da Peneda-Ger¨¨s, que ofrece fant¨¢sticos itinerarios de monta?a entre bosques, aldeas, campos de rocas, yacimientos arqueol¨®gicos y antiguos mojones romanos. Campo deo Ger¨¨s es una tranquila base de aventura, mientras que Vila do Ger¨¨s es algo m¨¢s tur¨ªstica. En la vecina regi¨®n de Tr¨¤s-os Montes, los parques naturales de Montesinho, Alvao y Douro Internacional tambi¨¦n cuentan con sederos que comunican las pintorescas aldeas de piedra de la zona.
2 Cabalgando en el Atl¨¢ntico
Tanto en la playa de Guincho, al oeste de Sintra, como en Portimao, en el Algarve, se disputan campeonatos mundiales de windsurf. Al sur, Sagres es un im¨¢n para los profesionales ¨Cvientos fuertes y mar casi llano para el free-riding¨C, mientras que Lagos, Albufeira y Praia da Rocha satisfacen a todos los p¨²blicos.
Tambi¨¦n acuden muchos aficionados a este deporte a la laguna de ?bidos, una gran entrante natural del mar que atrae a marineros y windsurfistas, y, al sur de Lisboa, a la Fonte da Telha, en costa de Caparica.
En el norte Minho tambi¨¦n encontramos algunos de los para¨ªsos del surf y el kitesurf portugu¨¦s, como la playa de Cabedelo, en Viana do Castelo, una excelente meta para practicar el kitesurf, ya que es una zona con viento de mar a tierra durante todo el a?o. Adem¨¢s, es una zona ideal para aprender a surfear, pero tambi¨¦n para los surfistas de nivel medio, que se divierten gracias a las condiciones parecidas a las de una laguna, propiciadas por el cabo sur y el rompeolas del puerto, ubicado un kil¨®metro hacia el norte. En Esposende, a 17 kil¨®metros al sur de Cabedelo, se puede practicar buen surf tradicional, mientras los kitesurfistas con m¨¢s experiencia pueden acercarse (en coche) hasta Moledo, m¨¢s al norte, donde las olas y el viento son de primera.
3 Los lobos de Mafra
No hay que temer a los lobos en el Centro de Recupera?ao do Lobo Ib¨¦rico, cerca de Malveira, a 10 kil¨®metros al este de Mafra. En medio de un valle cubierto por bosques, este centro re¨²ne a una veintena de lobos que no pueden vivir en libertad. Su finalidad es incrementar la menguante poblaci¨®n del lobo ib¨¦rico en Portugal, de la que hay actualmente solo 300 ejemplares en libertad, proporcion¨¢ndoles refugio seguro dentro de un h¨¢bitat controlado y lo m¨¢s parecido posible al natural.
Puesto que los ejemplares se mueven en espacios cerrados pero extensos, no se garantiza vea alguno durante la visita, aunque es frecuente avistarlos. Es imprescindible reservar anticipadamente. La mejor forma de llegar al centro es en transporte privado.
4 Islotes para tomar el sol
En los alrededores de Tavira, en el Algarve, toda la costa desde Cacela Velha hasta el oeste de Faro est¨¢ poblada de islotes de arena pertenecientes al parque natural da R¨ªa Formosa, entre los que Ilha de Tavira destaca como una de las m¨¢s bonitos. En la playa gigantesca de su punta este, frente a Tavira, se pueden practicar deportes acu¨¢ticos y hay un camping y caf¨¦s-restaurante. Fuera de temporada, la isla parece un lugar maravillosamente remoto y vac¨ªo, pero en julio y agosto es el no parar.
Situada un kil¨®metro al oeste del malec¨®n hay una zona nudista no oficial y no demasiado kil¨®metros, al oeste de la isla, est¨¢ la playa de Barril, accesible gracias a un trenecito que traquetea por unos embarrados llanos desde Pedras d¡¯el Rei, un complejo al suroeste de Tavira. Medio kil¨®metro m¨¢s al oeste est¨¢ la playa nudista oficial. Hay algunos sitios para comer cerca de las paradas del tren, y luego arena y m¨¢s arena hasta donde alcanza la vista.
5 Maravillosas alfombras lusas
En el Alentejo, la peque?a poblaci¨®n de Arraiolos, a unos 20 kil¨®metros al norte de ?vora, es famosa por sus magn¨ªficos tapetes (alfombras). Tejidas a mano e influenciadas por las alfombras persas, llevan elabor¨¢ndose artesanalmente desde el siglo XII. Aparentemente, media ciudad se dedica a este arte y, dando un paseo al azar, no es dif¨ªcil encontrarse a muchas mujeres cosiendo delante de sus casas. Los dise?os de las alfombras se basan en motivos abstractos, azulejos o representaciones de flores, aves o animales. Las tiendas abundan y hay piezas de todos los precios.
El pueblo data del siglo II o III antes de Cristo y presenta el t¨ªpico perfil tradicional de casas encaladas con toques azules y tejados de terracota, con las ruinas de un castillo dominando la poblaci¨®n. La sencilla fachada de la Igreja da Miseric¨®rdia oculta, en el hermoso interior, un altar dorado y paredes revestidas de azulejos originales del siglo XVIII.
Hay que echar tambi¨¦n un vistazo a las centenarias salas de tintura de la plaza mayor y a la ostentosa Pousada, nada m¨¢s salir de Arraiolos.
6 Vila Nova de Milfontes
Se trata de uno de esos sitios que se recomiendan de viajero a viajero. Muchos la describen como una de las ciudades m¨¢s bonitas de la costa portuguesa, con un atractivo centro de casas encaladas, playas impolutas en las cercan¨ªas y unos apacibles habitantes que no imaginar¨ªan vivir en otro sitio. Milfontes sigue siendo mucho m¨¢s tranquila y modesta que la mayor parte de los centros vacacionales del Algarve, excepto en agosto, cuando se abarrota de surfistas y ba?istas en busca de sol.
Est¨¢ en medio del hermoso parque nacional do Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina y a¨²n es un puerto que se extiende a lo largo del brazo de un estuario en el que, se dice, el gran general cartagin¨¦s An¨ªbal lleg¨® a refugiarse. En los estrechos callejones y diminutas plazas hay locales para comer y beber, y en la playa hay restaurantes con vistas.
La playa de Farol, junto a la ciudad, est¨¢ resguardada y muy concurrida. Los arenales del otro lado del estuario est¨¢n menos atestados, pero si disponemos de medio de transporte propio hay que poner rumbo a la fant¨¢stica playa de Malhao, de olorosos matorrales y dunas rocosas, situada unos siete kil¨®metros al norte, cuyas zonas m¨¢s remotas albergan zonas nudistas y gays.
7 Las remotas Berlengas
Berlenga Grande es una isla espectacular, rocosa y remota, ubicada a unos 10 kil¨®metros mar adentro, frente a Peniche. Es el ¨²nico islote visible desde la costa del archipi¨¦lago de las Berlengas, un grupo de tres diminutas ¨ªnsulas rodeadas de aguas claras y tranquilas, repletas de atractivos pecios para los submarinistas.
En el siglo XVI Berlenga Grande acogi¨® un monasterio, pero actualmente sus habitantes m¨¢s famosos son las miles de aves marinas que anidan en el lugar, en especial los araos. Aqu¨ª tienen prioridad sobre los visitantes humanos: las ¨²nicas construcciones que se han permito en el archipi¨¦lago son las viviendas de una peque?a comunidad pesquera, un faro, una tienda y una pensi¨®n con restaurante. Se puede acampar, s¨ª, pero mediante reserva previa en la oficina de turismo de Peniche.
Los senderos est¨¢n claramente indicados para impedir que los excursionistas invadan el territorio de las aves y el fuerte de S?o Jo?o Baptista, del siglo XVII y unido a la isla por una estrecha pasarela, es hoy uno de los albergues m¨¢s impresionantes.
8 Chocolate en ?bidos
Rodeado por una muralla almenada cl¨¢sica, el maravilloso centro hist¨®rico de ?bidos es un laberinto de calles empedradas y casas blancas adornadas con flores y alegres detalles en amarillo y azul. Es un lugar encantado, con un castillo en lo alto de la colina convertido en una de las pousadas m¨¢s lujosas de Portugal. Pero para disfrutar a tope en ?bidos es acudir cuando se celebran algunas de sus muchas fiestas, que van desde recitales de ¨®pera hasta el popular festival del chocolate.
Cada mes de marzo, ?bidos enloquece con el cacao durante el Festival Internacional do Chocolate. Doce d¨ªas de dulces celebraciones que atraen a m¨¢s de doscientas mil personas, gracias a actividades para todos los p¨²blicos y gustos. Desde un concurso internacional de recetas de chocolate, hasta un desfile de moda, la entrega del galard¨®n Chocolatero Portugu¨¦s del A?o, una exposici¨®n de esculturas (de chocolate) e incluso una casa construida con el dulce protagonista, para los m¨¢s peque?os.
Aunque la visita a ?bidos no coincida con el festival, hay un sinf¨ªn de tiendas abiertas todo el a?o en la calle mayor para saciar los deseos de los visitantes, como una buena una taza de chocolate con ginja (licor de cereza).
9 Templarios en Tomar
Tomar es una de las ciudades m¨¢s atractivas del centro de Portugal, junto a una zona de bosques conocida como la Mata Nacional dos Sete Montes. Tiene muchos puntos para figurar entre los destinos m¨¢s atractivos de Portugal, como un casco antiguo por el que los peatones puedan pasear f¨¢cilmente y un bonito parque junto al r¨ªo frecuentado por cisnes, garzas y patos.
Pero para comprender lo que hace de Tomar un lugar extraordinario hay que dirigir los ojos hacia el cielo y fijarse en los omnipresentes muros almenados del Convento de Cristo, hermoso tel¨®n de fondo visible desde casi cualquier punto del municipio. Ocho siglos y medio despu¨¦s de su fundaci¨®n, la venerable sede central de legendarios templarios sigue dominando la colina que se levanta sobre Tomar, relegando a la localidad a un papel secundario. Declarado patrimonio mundial, esta joya hist¨®rica presenta una mezcla fluida de arquitectura g¨®tica, manuelina y renacentista, testigo, algo extravagante, de la importancia que durante siglos ha tenido este templo en la historia lusitana, desde el nacimiento de Portugal como estado-naci¨®n a la Era de los Descubrimientos.
10 Pueblos de monta?a
Dos de los pueblos m¨¢s bonitos de la Serra da Estrella, en la regi¨®n de las Beiras, al norte del pa¨ªs, est¨¢n en lo alto de las monta?as, entre Gouveia y Guarda. Ni Linhares ni Folgosinho tienen infraestructura tur¨ªstica, y en ello reside parte de su atractivo.
Linhares, designada aldea hist¨®rica por el Gobierno portugu¨¦s, es la m¨¢s conocida por su imponente castillo, que ofrece unas vistas incre¨ªbles, casi a vista de p¨¢jaro, sobre los campos que rodean el pueblo. Un lugar donde los pastores a¨²n llevan los reba?os por la carretera y las ancianas salen al jard¨ªn a charlar cuando comienza a caer el sol. Para disfrutar de su encanto basta con pasear por este laberinto de casas de piedra y callejones serpenteantes, a los pies de la fortaleza.
Folgosinho, tambi¨¦n con un peque?o castillo en lo alto, tiene una bonita plaza mayor, donde se encuentra O Albertino, un acogedor restaurante con paredes de piedra especializado en cocina de monta?a.
11 Buscando azulejos
Pocas cosas hay tan t¨ªpicamente portuguesas como los azulejos. Podemos encontrarlos por todas partes, pero sobre todo en ciertos lugares escogidos, como Oporto, donde incluso narran una amplia gama de historias en las antiguas paredes de la ciudad. Una de las mayores y m¨¢s exquisitas muestras est¨¢ en la Igreja do Carmo (plaza Gomes Texeira), donde el magn¨ªfico panel de Silvestre Silvestri, de 1912, ilustra la leyenda de la fundaci¨®n de la orden carmelita.
En la peatonalizada Rua Santa Catarina, la Capela das Almas es la segunda en importancia. Sus espl¨¦ndidos paneles muestran escenas de las vidas de varios santos. Curiosamente, Eduardo Leite pint¨® los azulejos con el estilo cl¨¢sico del siglo XVIII, pero en realidad son de 1929.
Escondido en el interior de la S¨¦ (Catedral), en el piso superior del claustro, al que se llega por una escalera dise?ada por Nicolau Nasoni, encontraremos la obra maestra en azulejos del siglo XVIII; obra de Vital Rifarto, narran profusamente escenas del Cantar de los Cantares.
Otra parada obligada en esta mini ruta por Oporto es la estaci¨®n de tren de Sao Bento. Acabada en 1903, parece importada directamente del Par¨ªs del siglo XIX, gracias a su techo con mansardas y una impresionante fachada de piedra. Pero su verdadero atractivo son los espectaculares azulejos del vest¨ªbulo principal, dise?ados por Jorge Cola?o en 1930: unas veinte mil piezas que recogen escenas de batallas hist¨®ricas y la historia del transporte.
La modernista y policrom¨¢tica Ribeira Negra, de Julio Resende, es un ejemplo m¨¢s actual del arte del azulejo, y representa la vida en el distrito de Ribeira en un enorme mural pintado en 1987 en la boca del t¨²nel que desemboca en el nivel inferior del Ponte de Dom Luis I.
12 Barroco y vino
A las afueras de la ciudad universitaria de Vila Real est¨¢n el parque patural do Alvao y el deslumbrante palacio de Mateus, una de las casas solariegas m¨¢s elegantes de Europa, rodeada por el encantador pa¨ªs de los vi?edos, al este de la ciudad.
Conocido por las botellas de Mateus ros¨¦, el palacio, del siglo XVIII, es una de las obras maestras del barroco portugu¨¦s y se atribuye al arquitecto de origen italiano Nicolau Nasoni. Sus alas de granito, al estilo de una langosta, abrigan un patio delantero cubierto de l¨ªquenes y dominado por una recargada escalera, guardada por estatuas sobre el tejado. Rodea el edificio un jard¨ªn de fantas¨ªa con diminutos setos de boj, cuidadas estatuas y un arom¨¢tico vergel de cipreses, que se mantiene fresco incluso en los d¨ªas m¨¢s calurosos. El palacio est¨¢ a unos tres kil¨®metros al este de la ciudad.
M¨¢s informaci¨®n en la gu¨ªa Lonely Planet de Portugal y en www.lonelyplanet.es
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