11 razones para viajar a Canad¨¢

Canad¨¢ ha sido elegido por la comunidad de expertos viajeros de Lonely Planet como el mejor destino para viajar en 2017. Hay muchas razones obvias ¨Cparques nacionales alucinantes, paisajes casi v¨ªrgenes, las interesantes ciudades de su costa Este¨C pero, sobre todo, ser¨¢ el gran a?o de Canad¨¢ porque celebra su 150 aniversario como confederaci¨®n y lo har¨¢ con un amplio programa de actos conmemorativos concentrados, especialmente, en torno al 1 de julio, d¨ªa nacional de Canad¨¢.

En el segundo pa¨ªs m¨¢s grande del mundo (en extensi¨®n) sobran los atractivos viajeros, por lo que escogemos ahora 11 de los m¨¢s imprescindibles.

Aventura en las Rocosas

El perfil que dibujan estas blancas monta?as a ambos lados de la frontera entre Alberta y la Columbia Brit¨¢nica inspira respeto y deseo de aventura. En esta vasta cordillera se extienden hasta cuatro parques nacionales ¨CBanff, Yoho, Kootenay y Jasper¨C con muchas oportunidades para hacer excursionismo, kayak y, por encima de todo, esqu¨ª. El tren facilita el recorrido. Son parques de belleza espectacular y paisajes casi intactos: luminosos lagos, flores silvestres y glaciares que se ven pasar mientras los vagones de acero traquetean por los pasos monta?osos y recorren valles fluviales de camino a los puntos m¨¢s poblados del este o el oeste del pa¨ªs.

Vancouver, calidad de vida

Esta ciudad de la Columbia Brit¨¢nica, en la costa del Pac¨ªfico, siempre figura en los r¨¢nkings de los mejores lugares para vivir de planeta. Y por algo ser¨¢. Vancouver es una animada fusi¨®n de culturas (y cocinas) de Asia, pero adem¨¢s es una ciudad rodeada por un magn¨ªfico paisaje marino, monta?as aptas para practicar esqu¨ª, 11 playas en torno a su n¨²cleo y el espeso bosque lluvioso de Stanley Park a solo unas manzanas de los rascacielos del centro urbano. En conjunto, una armoniosa uni¨®n de ciudad y naturaleza que se mezcla con algo del encanto de Hollywood (aqu¨ª se ruedan muchas pel¨ªculas estadounidenses), con una animada actividad contracultural (de una popular playa nudista a la sede pol¨ªtica del Marijuana Party) y con los bulliciosos barrios asi¨¢ticos.

Sin temor a exagerar, se puede decir que la cercana isla de Vancouver lo tiene todo. La preciosa Victoria, de interesante escena cultural, es su coraz¨®n, con tiendas bohemias, caf¨¦s con suelos de madera y un pasado ingl¨¦s de aficionados t¨¦. La buc¨®lica reserva nacional de Pacific Rim se recorre siguiendo el West Coast Trail, donde un oc¨¦ano azotado por el viento se junta con impresionante naturaleza virgen y los surfistas hacen cola para disfrutar de las olas. Luego est¨¢ el valle del r¨ªo Cowichan, salpicado de peque?as y acogedoras granjas y bodegas, muy apreciado por los paladares curiosos.

El bello estruendo del Ni¨¢gara

Catorce millones de personas visitan las cataratas del Ni¨¢gara, de d¨ªa o de noche, en cualquier ¨¦poca del a?o. Incluso en invierno, cuando el flujo de agua de las orillas queda parcialmente oculto por el hielo¡­ Estos potentes saltos de agua son uno de los espect¨¢culos naturales m¨¢s visitados del mundo. Abarrotadas de turistas y comercializadas en exceso, las del Ni¨¢gara son, sin embargo, cataratas de escasa altura: apenas figuran entre las 500 de mayor ca¨ªda del mundo. Pero cuando se ven esas enormes y poderosas cortinas de agua curvarse sobre el precipicio y caer con un ensordecedor rugido al vac¨ªo, impresionan. Equivalen a m¨¢s de un mill¨®n de ba?eras de agua despe?¨¢ndose cada segundo.

Las cataratas son una falla tect¨®nica natural entre Ontario y el estado de Nueva York. En el lado canadiense, las cascadas m¨¢s espectaculares son las poderosas Horseshoe Fall, que se precipitan en el estanque Maid of the Mist Pool. A unos pocos metros, desde Table Rock, se pueden ver de forma espectacular las cascadas.

Aires celtas en Nueva Escocia

Por el famoso Cabot Trail se llega a los alrededores de uno de los parques m¨¢s espectaculares de Canad¨¢. Los 300 kil¨®metros de este sendero serpentean y suben por monta?as costeras, con imponentes vistas al mar en cada curva y la posibilidad de contemplar ballenas que asoman frente a la costa, alces a los lados de la carretera y numerosos itinerarios alternativos para desviarse y explorar a pie. La zona adem¨¢s est¨¢ salpicada de comunidades celtas y acadias, y en los pubs locales suena su r¨ªtmica m¨²sica de violines.

Un tercio del Cabot Trail transcurre dentro del inmenso Cape Breton Highlands National Park, fundado en 1920, la joya natural de las islas de Nueva Escocia.

Trans-Canada Highway, carretera infinita

Es la carretera m¨¢s larga del mundo y la principal arteria de Canad¨¢, un cintur¨®n de asfalto de m¨¢s de 7.800 kil¨®metros desde St John¡¯s, en Terranova, la ciudad m¨¢s antigua de Canad¨¢, hasta Victoria, en la Columbia Brit¨¢nica. En su recorrido atraviesa casi todos los principales lugares de inter¨¦s del pa¨ªs. Por ejemplo, el parque nacional de Gros Morne; la isla de Cape Breton, la ciudad de Quebec, los parques nacionales de Banff y Yoho, en las Rocosas, as¨ª como urbes tan interesantes como Montreal y Vancouver. La mayor¨ªa de los que viajan por carretera tardan m¨¢s de un mes en conducir de costa a costa, as¨ª que, una vez llenado el dep¨®sito y sintonizada la radio, solo queda pisar a fondo.

Las murallas canadienses

Quebec es la ¨²nica ciudad amurallada de Am¨¦rica al norte de M¨¦xico. La capital del estado de Quebec tiene m¨¢s de cuatrocientos a?os de antig¨¹edad y sus muros de piedra, sus catedrales culminadas por agujas y sus caf¨¦s con jazz en directo dan un ambiente rom¨¢ntico, melanc¨®lico y sugerente a esta urbe, comparable a cualquier ciudad europea. La mejor forma de captar su esp¨ªritu es pasear por las laber¨ªnticas callejas del casco antiguo y perderse entre artistas callejeros, caf¨¦s au lait, pasteles hojaldrados o un rebosante plato de poutine: patatas fritas cubiertas de reques¨®n y salsa.

En Quebec est¨¢ el Ch?teau Frontenac, el hotel m¨¢s fotografiado del mundo, construido en 1893 por la Canadian Pacific Railway como parte de su cadena de lujo. Fue aqu¨ª donde Mackenzie, Winston y Roosevelt comenzaron a planear el d¨ªa clave de la Segunda Guerra Mundial, el desembarco de Normand¨ªa, y la visita se puede redondear despu¨¦s degustando los productos de las granjas locales en el March¨¦ du Vieux-Port.

Montreal, capital cultural

Es la segunda ciudad m¨¢s grande de Canad¨¢ y su capital cultural; tambi¨¦n la ¨²nica genuinamente biling¨¹e en todo el continente norteamericano. Pero si hay algo que hace a Montreal irresistible es su mezcla de vitalidad y dinamismo cosmopolita de inspiraci¨®n francesa. Cuenta con una interesante escena art¨ªstica, una explosi¨®n de rock indie, as¨ª como una combinaci¨®n de hoteles boutique, restaurantes elegantes y ambiente parisiense en las terrazas de su Quartier Latin. El Viejo Montreal es la parte m¨¢s antigua de la ciudad y un laberinto de callejuelas adoquinadas sinuosas que nos hacen pensar que estamos en Europa: hay una bas¨ªlica, la de Notre Dame, una plaza repleta de caf¨¦s y restaurantes, la de Jacques Cartier, y un viejo puerto que se ha convertido en parque y zona recreativa. B.B. King, el ya desaparecido Prince y Astor Piazzolla son algunas de las figuras que han actuado en el Festival de Jazz de Montreal, que se celebra durante 11 d¨ªas a finales de junio.

Solitarias praderas en Manitoba

La soledad reina en el territorio central de Canad¨¢. Si atravesamos las llanuras de Manitoba, Saskatchewan y Alberta nos encontraremos trigo, m¨¢s trigo, y despu¨¦s, otra vez trigo, quiz¨¢ salpicado por ocasionales silos de cereales que se elevan contra el horizonte. Estamos en las grandes praderas centrales, cubiertas por cielos enormes donde las tormentas se divisan a kil¨®metros de distancia. Un paisaje sin pretensiones que reserva experiencias ¨²nicas, como deleitarse observando osos polares, esturiones y hasta una fortaleza antigua en la inaccesible ciudad sub¨¢rtica de Churchill.

Tambi¨¦n se puede recorrer a pie (o remando) el mejor escenario natural de Manitoba, el parque nacional de Riding Mountain; disfrutar del ocio urbano al estilo de la pradera en la sofisticada y art¨ªstica Winnipeg ¨Cciudad de donde procede el personaje infantil Winnie the Pooh¨C, desmelenarse en el festival country m¨¢s antiguo de Canad¨¢ al norte de Riding Mountain.

El camino vikingo de Terranova

El Viking Trail, tambi¨¦n llamado Ruta 430, conecta dos puntos declarados patrimonio mundial en Terranova, en la Northern Pen¨ªnsula: el parque nacional de Gros y la casa de Leif Eriksson. En un extremo, en la base, encontramos el Gros Morne, con sus lagos similares a fiordos y sus extravagancias geol¨®gicas, mientras que en la punta de la pen¨ªnsula se asoma el recuerdo vikingo de la casa de Leif Eriksson, en L¡¯Anse aux Meadows, de mil a?os de antig¨¹edad.

La carretera es una atracci¨®n por derecho propio, siempre pegada al mar mientras avanza resuelta hacia el norte, pasando junto a los antiguos terrenos funerarios de Port au Choix y al embarcadero del ferri que conduce al Gran Labrador. Muchos turistas centran su viaje a Terranova en esta pen¨ªnsula, as¨ª que conviene reservar con antelaci¨®n durante los meses de verano. Se tarda unas cinco o seis horas en realizar esta ruta. Hay pocos pueblos o puntos de abastecimiento en el camino, as¨ª que conviene tenerlo en cuenta.

A los europeos le llaman mucho la atenci¨®n los restos de la colonia costera vikinga que fue fundada 500 a?os antes de la llegada de Col¨®n. Aunque quedan solo algunas ruinas, es uno de los grandes centros hist¨®ricos del pa¨ªs.

Isla de Baffin

SI a una extensi¨®n natural sin ¨¢rboles, recubierta de hielo y azotada por un tiempo implacable le a?adimos unos cuantos osos polares y una comunidad de abor¨ªgenes que han logrado dominar el territorio que ning¨²n extranjero pudo colonizar¡­ tendremos Nunavut, una parte de los Territorios del Noroeste y la zona m¨¢s grande y menos poblada de Canad¨¢. No es f¨¢cil llegar hasta aqu¨ª y todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil es alcanzar la regi¨®n de Baffin, la constelaci¨®n de islas situadas al este de Nunavut y el ?rtico.

Desolado y brutal hogar de los inuit, la isla de Baffin alberga monta?as que rozan las nubes y a la mitad de la poblaci¨®n de Nunavut. La joya de la isla es el parque nacional de Auyuittuq, cuyo nombre significa ¡°la tierra que nunca se derrite¡± y, de hecho, glaciares, fiordos y acantilados de v¨¦rtigo dominan su extensi¨®n oriental. Es uno de los lugares m¨¢s incre¨ªbles del mundo, con picos irregulares y tremendos acantilados que son un atractivo irresistible para senderistas, alpinistas y esquiadores, y para m¨¢s de un oso polar. Baffin tambi¨¦n es un centro de arte inuit. Los estudios donde se realizan tallas, estampados y tejidos de alta calidad proliferan en muchos pueblos diminutos.

Territorios del Noroeste

Los territorios del Noroeste canadiense son dif¨ªciles de imaginar: una extensa franje de bosque boreal y tundra ¨¢rtica casi tres veces m¨¢s grande que Espa?a pero con la poblaci¨®n de una peque?a ciudad de provincias. Pocos visitan el solitario Aulavik, uno de los cuatro parques nacionales del territorio para fotograf¨ªar una de las cataratas m¨¢s grandes del mundo, el lago m¨¢s profundo de Norteam¨¦rica y una extensi¨®n de naturaleza salvaje que satisfar¨ªa a cualquier explorador.

M¨¢s informaci¨®n en www.lonelyplanet.es

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