?Es la nieve artificial igual de buena para esquiar que la natural?

Ha tenido que llegar este invierno seco y poco nivoso en algunas zonas del pa¨ªs para que nos fijemos detenidamente en algo que est¨¢ en nuestras monta?as desde 1985 cuando en la estaci¨®n de esqu¨ª de La Molina, en Girona, se instalaron los primeros ca?ones de nieve de Espa?a. Un invento que llegaba tarde: Flaine, en Alta Saboya, en Francia, los coloc¨® en 1973 por primera vez en Europa import¨¢ndolos de Estados Unidos, donde unos ingenieros visionarios los hab¨ªan inventado 17 a?os antes.

A d¨ªa de hoy, las estaciones de esqu¨ª espa?olas tienen instalados 4.609 innivadores que cubren 411 kil¨®metros de pistas, el 35% de la superficie esquiable total. 629 de esos ca?ones est¨¢n en Baqueira Beret, en L¨¦rida, la estaci¨®n que posee la mayor red de innivaci¨®n de todo el pa¨ªs seguida de Masella, con 558 m¨¢quinas, y Formigal-Panticosa, con 550. Sin ellos, Baqueira simplemente no habr¨ªa podido abrir estas Navidades. Con ellos ha conseguido ofrecer a sus clientes casi 90 kil¨®metros de nieve polvo-dura lo que, unido al tiempo soleado, ha propiciado unos buenos d¨ªas de esqu¨ª.

Pero, ?qu¨¦ es la nieve artificial? ?C¨®mo se produce? ?En qu¨¦ se diferencia de la natural y qu¨¦ impacto tiene en el medio ambiente? Aqu¨ª van algunas respuestas.

Imitar a la naturaleza

El sistema de innivaci¨®n de una estaci¨®n de esqu¨ª se extiende como una tela de ara?a bajo tierra enlazando las fuentes de suministro de agua (balsas artificiales, lagos naturales o r¨ªos) con los ca?ones distribuidos estrat¨¦gicamente a lo largo de las pistas que se pretende cubrir. Unas bombas se encargan de impulsar el agua y el aire comprimido a trav¨¦s de ca?er¨ªas hasta los innivadores donde ambos elementos se mezclan de forma autom¨¢tica.

B¨¢sicamente se imita lo que ocurre en la naturaleza. Si a miles de metros de altura el copo se forma a partir de una part¨ªcula de agua, en el ca?¨®n se reproduce algo similar: se genera una part¨ªcula de hielo sobre la que impacta el agua ayudada por el aire, y se crea un copo. Cuanto m¨¢s fr¨ªo hace (siempre por debajo de cero) y menos humedad hay m¨¢s calidad tiene la nieve producida y m¨¢s eficaz es el sistema.

La mayor parte de los ca?ones son los llamados de alta presi¨®n: los hay de entre 6 y 10 metros de altura y est¨¢n fijos sobre el terreno. Los de baja presi¨®n pueden moverse y son m¨¢s productivos, pero consumen m¨¢s energ¨ªa. Seg¨²n el modelo son capaces de producir entre 8 y 14 metros c¨²bicos de nieve por hora. ¡°En dos o tres d¨ªas podemos producir nieve suficiente para cubrir las pistas fundamentales que conectan las tres ¨¢reas de la estaci¨®n¡±, dice Alberto Ballar¨ªn, responsable de producci¨®n de nieve de la estaci¨®n del valle de Aran. ¡°En Baqueira intentamos hacer nieve de la m¨¢xima calidad, la que se parece m¨¢s a la natural, aunque sea m¨¢s caro¡±.

Y, efectivamente, se puede producir nieve de diferentes calidades. Cuanta m¨¢s agua se emplee en la mezcla, m¨¢s pesada resultar¨¢ y m¨¢s se enganchar¨¢n los esqu¨ªs al pasar sobre ella. En contra de lo que suele creerse, no se utilizan aditivos ni sustancias qu¨ªmicas durante el proceso, de modo que el producto es 100% natural. A¨²n as¨ª, las asociaciones ecologistas critican estas instalaciones por el uso del agua y el impacto de las obras que requieren.

Lo natural, siempre mejor

Por supuesto, nada hay comparable a la nieve que cae del cielo: el copo, en forma de estrella, es m¨¢s ligero, tiene mucho aire y es poco denso. Cuando se acumula en la monta?a da lugar a la deseada nieve polvo sobre la que el esquiador se desliza con toda facilidad experimentando las mejores sensaciones del esqu¨ª. El copo artificial tiene forma esf¨¦rica (es como una pelota), tiene m¨¢s agua, menos aire y es m¨¢s denso que el copo natural. Si el esquiador pasa sobre esa nieve reci¨¦n sedimentada notar¨¢ que sus esqu¨ªs tienden a engancharse m¨¢s. La diferencia entre una y otra es evidente cuando ambas conviven sobre la pista a la vez.

Lo ideal es dejar ¡°secar¡± la nieve producida durante 24 horas sobre la monta?a; durante ese tiempo se acaba de enfriar y el agua sobrante se congela. En esas condiciones, y con el trabajo de las m¨¢quinas, no hay diferencia perceptible con la natural.

Una vez depositada en el suelo, la nieve artificial dura m¨¢s tiempo y no necesita ser compactada con tanta intensidad para que aguante el paso de los esquiadores debido, precisamente, a su densidad; a cambio hay que trabajar m¨¢s para distribuirla de manera uniforme.

De todo eso se ocupan en las estaciones las m¨¢quinas pisa-pistas. Sus motores se encienden cuando las instalaciones cierran y los esquiadores regresan al valle; por delante tienen toda la noche para recorrer decenas de kil¨®metros en plena monta?a acarreando nieve con las palas, pic¨¢ndola con la fresa y compact¨¢ndola con el rodillo. Un trabajo dif¨ªcil y a menudo peligroso que se hace en plena oscuridad, a veces con mal tiempo y en ocasiones sobre laderas muy inclinadas que requieren el uso de un cable para asegurar la m¨¢quina. Todo para que a la ma?ana siguiente el esquiador encuentre pistas de dise?o.