Los rascacielos m¨¢s bellos de Nueva York
Del neog¨®tico edificio Woolworth al nuevo One World Trade Center, un paseo por las cimas de Manhattan
Nueva York entr¨® en el siglo XX con los ascensores y la ingenier¨ªa del acero. Es decir, levantando sus ic¨®nicos rascacielos, como el neog¨®tico Woolworth (1913), de 57 pisos, proyectado por Cass Gilbert; m¨¢s de un siglo despu¨¦s sigue siendo uno de los 50 edificios m¨¢s altos de Estados Unidos. Le siguieron otros muy r¨¢pidamente. En 1930, el edificio Chrysler, obra maestra art d¨¦co con 77 pisos de altura, dise?ado por William Van Alen, se convirti¨® en la estructura m¨¢s alta del mundo. Al a?o siguiente el r¨¦cord fue batido por el Empire State Building, un monolito moderno de l¨ªneas puras y rematado por una aguja a modo de m¨¢stil para amarrar dirigibles. La idea, que le aport¨® gran publicidad, result¨® ser poco pr¨¢ctica, adem¨¢s de inviable.
Con la llegada a Nueva York de los arquitectos europeos exiliados al final de la II Guerra Mundial, as¨ª como de otros muchos pensadores, naci¨® un f¨¦rtil di¨¢logo con los arquitectos estadounidenses. Una ¨¦poca en la que se reconstruyeron amplios terrenos de Nueva York y los dise?adores y artistas se obsesionaron con las l¨ªneas puras, desprovistas de los adornos del estilo internacional. Uno de los primeros ejemplos de esta corriente fueron los edificios de la ONU (1948-1952), proyecto coral en el que participaron destacados arquitectos, como Oscar Niemeyer, Le Corbusier y Wallace K. Harrison. El edificio del Secretariado fue el primero de Manhattan en tener un muro a modo de cortina de vidrio, alz¨¢ndose sobre el edificio curvo de la Asamblea General. Otros edificios importantes de la ¨¦poca son la Lever House (1950-1952), de Gordon Bunshaft, y el austero Seagram (1956-1958), de 38 pisos, de Ludwig Mies van der Rohe, dos manzanas m¨¢s al sur.
Ambos figuran en esta ruta imprescindible por 11 rascacielos que dibujan, entre otros, el ic¨®nico skyline neoyorquino.
La estrella del skyline
Empire State Building (1931, 381 metros)
Igual que el Martini, un buen filete y el jazz, este rascacielos de la ¨¦poca de la Gran Depresi¨®n nunca envejece. Quiz¨¢ el edificio Chrysler sea m¨¢s bonito y el One World Trade Center y el 432 Park Avenue sean m¨¢s altos, pero el que domina el perfil de Nueva York sigue siendo el Empire State, obra del estudio Shreve, Lamb and Harmon. Tambi¨¦n es, probablemente, el m¨¢s cinematogr¨¢fico: ha aparecido en m¨¢s de 100 pel¨ªculas, desde King Kong a Independence Day. Subir a su mirador es una experiencia tan neoyorkina como comer un s¨¢ndwich de pastrami en Katz¡¯s Delicatessen. El Empire tiene dos miradores. El de la planta 86, al aire libre, tiene telescopios que funcionan con monedas para escudri?ar la metr¨®poli. El de la acristalada planta 102 permite ver divisar la ciudad desde mayor altura y contemplar los cinco distritos de Nueva York (si el tiempo lo permite).
El ascenso a los cielos implica un tur¨ªstico purgatorio previo: largas colas para subir. Llegar a primera hora o a ¨²ltima evita esperas, as¨ª como comprar las entradas por internet (aunque cuesten dos d¨®lares m¨¢s).
Un barco anclado en Manhattan
Edificio Flatiron (1903, 87 metros)
Considerado el primer rascacielos de Nueva York, el Flatiron ¨C20 pisos y planta triangular¨C fue el edificio m¨¢s alto del mundo hasta 1909. Lo dise?¨® Daniel Burnham en 1902, con la forma de proa de un gran barco. Tambi¨¦n es conocido, y fotografiado, por su ornamentada fachada beaux arts de piedra caliza y terracota, construida sobre una estructura de acero, que resulta m¨¢s compleja y bonita cuanto m¨¢s se mira. El mejor lugar para observar el edificio es la isleta peatonal al norte de la calle 23rd St, entre Broadway y la Quinta Avenida. Cuando fue levantado, dominaba toda esta plaza.
Aunque se planea transformar el Flatiron en un lujoso hotel de cinco estrellas, a¨²n se est¨¢ esperando a que los ¨²ltimos inquilinos lo abandonen. Mientras tanto, en la planta baja hay un espacio art¨ªstico acristalado en el que se muestran obras de artistas invitados.
Una joya neog¨®tica
Edificio Woolworth (1913, 240 metros)
Este edificio fue el m¨¢s alto del mundo cuando se termin¨® de construir en 1913, una maravilla neog¨®tica de 60 pisos dise?ada por Cass Gilbert y revestida de mamposter¨ªa y terracota. Aunque en 1930 fue sobrepasado en altura por el edificio Chrysler, su vest¨ªbulo a¨²n es un espect¨¢culo de brillantes mosaicos de estilo bizantino. Solo puede verse en visitas guiadas previamente concertadas, que tambi¨¦n permiten descubrir algunas de sus curiosidades, como la entrada de metro privada o la piscina secreta.
En la ceremonia de inauguraci¨®n, el edificio fue descrito como una ¡°catedral del comercio¡±. Aunque pretend¨ªa ser un insulto, F. W. Woolworth, presidente del imperio de tiendas de baratillo que tuvo en ¨¦l su sede, se lo tom¨® como un cumplido y se apropi¨® del t¨¦rmino.
Homenaje ¡®art d¨¦co¡¯ al autom¨®vil
Edificio Chrysler (1930, 319 metros)
El rascacielos m¨¢s elegante de Manhattan se inspira en los autom¨®viles de su ¨¦poca, con una decoraci¨®n de acero que incluye g¨¢rgolas que se inspiran en los adornos habituales en los cap¨®s de los coches antiguos. Con sus 77 pisos, es una obra maestra arquitect¨®nica que fusiona art d¨¦co y est¨¦tica g¨®tica, adornado con ¨¢guilas de hierro y una aguja que recuerda al peinado de Elsa Lanchester en La Novia de Frankestein.
Fue dise?ado por William Van Alen en 1930 como sede del imperio automovil¨ªstico de Walter P. Chrysler. Incapaz de competir con la cadena de montaje con sus rivales Ford y General Motors, Chrysler les super¨® en el perfil de la ciudad y con uno de los vest¨ªbulos m¨¢s bonitos de Gotham ¨Calter ego de Nueva York en c¨®mics y pel¨ªculas¨C, que se puede contemplar en Lexington Avenue con la calle 42, en el Midtown East.
A pesar de que el edificio Chrysler no cuenta con restaurante ni mirador, el lujoso hall de acceso lo compensa con creces. Est¨¢ envuelto en un brillo ¨¢mbar, con un aire a?os 20, entre ex¨®tica madera oscura africana y m¨¢rmol, en contraste con el suntuoso acero forjado a mano de la era industrial estadounidense. Los ascensores son preciosos, con motivos de flores de loto egipcias taraceados en madera de fresno japon¨¦s, nogal oriental y ciruelo cubano.
Las mejores vistas del Chrysler se obtienen en la esquina entre la Tercera Avenida y la calle 44, desde donde se aprecian el esbelto perfil del edificio, las g¨¢rgolas y la aguja.
Piel de cristal
Lever House (1950-1952, 94 metros)
El perfil de Midtown no lo dibujan solo el Empire Estate y el Chrysler; cuenta con otras maravillas como la Lever House, proyectado por el estudio Skidmore, Owings and Merrill. Cuando se inaugur¨®, con sus 21 plantas, era de lo m¨¢s moderno. Entonces, solo el rascacielos de la Secretar¨ªa de la ONU luc¨ªa piel de cristal, una innovaci¨®n que redefinir¨ªa la arquitectura urbana. La forma del edificio era igualmente audaz: dos estructuras rectangulares contrapuestas, formadas por una torre esbelta sobre una base de poca altura. En el jard¨ªn exterior hay bancos de m¨¢rmol del escultor estadounidense de origen japon¨¦s Isamu Noguchi, y en el vest¨ªbulo se expone arte contempor¨¢neo dise?ado ex profeso.
Inspiraci¨®n cl¨¢sica
Edificio Seagram (1956-1958, 157 metros)
Un habitual de los libros de texto, el edificio Seagram, de 38 plantas, es uno de los mejores ejemplos mundiales del estilo internacional. Su autor principal, Ludwig Mies van der Rohe, fue recomendado para el proyecto por Arthur Drexler, entonces conservador de arquitectura del MoMA, y dise?¨® un edificio de inspiraci¨®n cl¨¢sica griega, con un podio bajo, pilares tipo columnata y revestimiento de bronce. Es la sede central de la empresa Seagram, fundada por un contrabandista que se hizo rico con la venta ilegal de alcohol durante la Ley Seca. Hoy es el s¨ªmbolo del esp¨ªritu industrial, sencillez formal para dar prioridad a lo pr¨¢ctico.
La revoluci¨®n de las formas
Citigroup Center (1974-1977, 279 metros)
Con su sorprendente tejado triangular y una fachada que recuerda a un bast¨®n de caramelo, el Citigroup Center (139 53rd St en Lexington Ave, Midtown East), obra de Hugh Stubbins con 59 plantas, marc¨® la transici¨®n desde la sobriedad de los tejados llanos al estilo internacional. A¨²n m¨¢s innovadora es la base, cortada en las cuatro esquinas para dejar el edificio suspendido sobre unos cimientos en forma de cruz. Esta configuraci¨®n tan inusual permiti¨® la construcci¨®n de la iglesia luterana de St. Peter, en el lado noroeste del edificio, en sustituci¨®n del templo neog¨®tico original, demolido durante la construcci¨®n.
Un panal de vidrio y acero
Torre Hearst (2003-2006, 182 metros)
La torre Hearst, de Norman Foster, es una de las obras m¨¢s ingeniosas de la arquitectura contempor¨¢nea. Su dise?o de paneles diagonales recuerda a un irregular panal de vidrio y acero, algo que se aprecia mejor de cerca y desde un ¨¢ngulo determinado. La torre se alza en el hueco interior del edificio Hearst Magazine, de piedra artificial, proyectado originalmente por John Urban en 1928, quien lo concibi¨® como un rascacielos.
La estructura, de 46 pisos, es una de las creaciones m¨¢s ecol¨®gicas de la ciudad; el 90% de su acero procede de materiales reciclados. El vest¨ªbulo alberga el mural Riverlines, de Richard Long, confeccionado con barro de los r¨ªos Hudson (Nueva York) y Avon (Inglaterra).
Un rascacielos ecol¨®gico
Bank of Am¨¦rica (2004-2009, 366 metros)
Esta torre con forma de cristal es famosa por sus credenciales ecol¨®gicas; una planta de combusti¨®n limpia que satisface en torno al 65% de las necesidades el¨¦ctricas anuales del rascacielos; filtros de aire con detectores de di¨®xido de carbono que incrementan la ventilaci¨®n y mantienen el aire lo m¨¢s limpio posible, y hasta ascensores programados para evitar viajes vac¨ªos. La maqueta, de 58 plantas, dise?ada por Cook & Fox Architects, recibi¨® en 2010 el galard¨®n que concede anualmente el Consejo de Edificios Altos y H¨¢bitat Urbano de Estados Unidos.
Alto, blanco y radiante
432 Park Avenue (2011-2015, 396 metros)
La estilizada torre residencial del 432 Park Avenue cost¨® 1.300 millones de d¨®lares. Es obra del arquitectura uruguayo Rafal Vi?oly, que apost¨® por una fachada c¨²bica blanca y n¨ªtida, inspirada en la papelera que el dise?ador austriaco Josef Hoffman ide¨® en 1905. El bloque se perfila contra el cielo de Midtown como un fino prisma cuadrangular. Es el segundo edificio m¨¢s alto de la ciudad, por detr¨¢s del One World Trade Center, pero si se mide por la altura del techo supera en nueve metros a su rival, coronado por una aguja.
El m¨¢s alto de Am¨¦rica
One World Trade Center (2014, 541 metros)
El rascacielos m¨¢s alto de Nueva York se ha convertido en pocos a?os en uno de los iconos de la ciudad, con sus 104 plantas. En lo que era un doloroso vac¨ªo en la silueta del Lower Manhattan, el One World Trade Center, de los arquitectos David Childs y Daniel Libeskind, simboliza el renacimiento, la determinaci¨®n y resistencia de una ciudad. No es otro rascacielos m¨¢s, sino un gigante cargado de simbolismo, muy consciente del pasado,? pero que tambi¨¦n mira al futuro. Es la nueva parada obligada para disfrutar de inolvidables vistas de la ciudad.
Se puede subir a toda velocidad en un ascensor de cristal y disfrutar de las vistas de la ciudad a m¨¢s de 100 pisos del suelo. Una visita a este edificio tambi¨¦n permite descubrir a los obreros que lo construyeron y ver el lecho de roca sobre el cual se alza la torre. Tambi¨¦n hay un documental en time-lapse que muestra la evoluci¨®n del perfil urbano de la ciudad desde el siglo XVII hasta hoy.
Con 541 metros, no es solo el edificio m¨¢s alto de Estados Unidos, sino de todo el hemisferio occidental y el cuarto del mundo, gracias a la aguja que lo corona. El rascacielos alberga la plataforma de observaci¨®n m¨¢s alta de la ciudad. Aunque abarca del piso 100 al 102, la experiencia empieza en el Global Welcome Center, en la planta baja, donde cada pa¨ªs de los visitantes se ilumina en un mapamundi electr¨®nico. En la planta 100 el viajero puede disfrutar de unas vistas panor¨¢micas de 360 grados desde donde se ven todos los puntos de inter¨¦s de la ciudad, desde los puentes de Brooklyn y Manhattan hasta la Estatua de la Libertad, el Empire State y los edificios Woolworth y Chrysler.
Para evitar largas colas, se aconseja comprar las entradas con antelaci¨®n por internet.
M¨¢s informaci¨®n en la gu¨ªa de Nueva York de Lonely Planet.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.