Sopa de tortuga en Wenzhou

Tras varias pel¨ªculas e incursiones en series como El ministerio del tiempo, la actriz Sara Mart¨ªn ha vuelto al teatro con el inicio del a?o. A mediados de enero la pudimos ver en la sala Cuarta Pared de Madrid en Summer Evening, de Javier Vicedo, ya recuperada del intenso mes que pas¨® en China. All¨ª conoci¨® a la familia de su pareja, Minke, que naci¨® en Wenzhou, cerca de Shangh¨¢i.

?Le sorprendi¨® alguna costumbre?

Much¨ªsimas. Cuando llegamos a casa de los t¨ªos de Minke, aunque hac¨ªa 10 a?os que no se ve¨ªan, no se abrazaron ni besaron, pero a la media hora te sientes muy integrada: son muy hospitalarios. Como el viaje era una excusa para presentarme a la familia, hac¨ªamos comidas con mucha gente, y como no te miran a la cara al hablar porque les parece invasivo, a veces no sab¨ªa si era a m¨ª a quien se dirig¨ªan.

?Y en la vida p¨²blica?

En el mes que pas¨¦ viajando por el pa¨ªs no vi a ninguna pareja tocarse ni rozarse: solamente juntan las mejillas un ratito, como m¨¢xima muestra de intimidad. Eso ha dado lugar al verbo chino ¡°pegar cara¡±.

?Alg¨²n choque culinario?

La t¨ªa de Minke se empe?¨® en que comiese tortuga de concha blanda, que, seg¨²n ella, es buena para la fertilidad. En el mercado vi c¨®mo degollaban vivo al animal. Ese mismo d¨ªa, mi anfitriona cocin¨® la famosa sopa de tortuga. Llegu¨¦ a probarla, pero me super¨®.

?A ella le molest¨® su reacci¨®n?

Qu¨¦ va: se re¨ªa. Me ve¨ªa como a una occidental poco aguerrida. Pero s¨ª prob¨¦ cabeza de medusa y lenguas de pato: se toman como si fuesen patatas fritas. All¨ª son un manjar: al estar saladas las chupan, pero no se las tragan.

Nos falta alg¨²n icono del pa¨ªs, por ejemplo, la Gran Muralla.

All¨ª estuve en un d¨ªa de lluvia. Hab¨ªa un mont¨®n de mujeres chinas con sus beb¨¦s e hijos mayores: eran las vacaciones de invierno. Sub¨ªan por las rampas de la muralla con sus tacones altos sin hacer aspavientos. En cambio a m¨ª me daba v¨¦rtigo, pero sub¨ª varios tramos, hasta la tercera torre. Desde ah¨ª arriba se ve el resto de la muralla, aunque todo estuviese llen¨ªsimo de personas api?adas con sus palos de selfie. En China siempre es as¨ª.