Seis superchiringuitos espa?oles
Primero fue el chiringuito de tabla y sombrajo, que evolucion¨® a terraza musical. Para derivar en ex¨®tico 'beach club' donde el 'homo playensis' disfruta del verano
01 Mo¨¢is a la luna de Valencia
Oli-ba-ba (Oliva, Valencia)
Los mo¨¢is que custodian el Oli-ba-ba, escoltados a su vez por dunas, siguen desprendiendo todo su magnetismo. Y eso que se modelaron hace tres d¨¦cadas en bloques de poliestireno revestidos con resina epoxi mezclada con piedras trituradas. A partir del mediod¨ªa, el viento de levante, t¨¦rmico por naturaleza, empieza a impulsar a los kitesurfistas, pintando el cielo de la bah¨ªa con decenas de cometas.
No en balde este spot est¨¢ considerado uno de los mejores de Europa. La noche se disfruta lo mismo o m¨¢s que el d¨ªa, toda vez que el viento remite y bajo el techo vegetal rapanui nos espera el arroz del Senyoret (del se?orito, todo pelado) con sangr¨ªa de cava. Por la noche, agua de Valencia. Al fondo, proyect¨¢ndose hacia la Luna, el brillo del cielo nocturno de Denia. Alquilar hamaca cuesta 7 euros al d¨ªa.
Para acceder al chiringuito, situado en la playa de l¡¯Aigua Morta, lo m¨¢s pr¨¢ctico es usar el navegador.
02 Lo moderno por montera
Nikki Beach (Marbella, M¨¢laga)
Qu¨¦ dif¨ªcil resulta emular al Nikki Beach: su energ¨ªa pura y sensorial, el estiloso dise?o con piscina que se despliega bajo las palmeras en el segmento de litoral marbell¨ª con mayor aporte arenoso. El Nikki es un club de playa diurno: mucha luz, blancor en el mobiliario. Cierra a las nueve de la noche. Una vez reservada la hamaca (35 euros) o la cama balinesa (para tres personas, desde 165 euros), la subida de endorfinas est¨¢ garantizada.
Durante el almuerzo seguimos con la vista a los afortunados que han solicitado el barco de sushi (incluye tartar de at¨²n y ensalada de algas). Otra opci¨®n es decantarse por la ensalada Sexy (langosta, gambas y frutas tropicales) y el pollo satay. En un momento de la tarde, las gog¨®s suben a las barras, bailan, interact¨²an con p¨²blico y camareros. Tampoco faltan las fiestas tem¨¢ticas, las exposiciones de artistas locales o una boutique. C¨®cteles a partir de 15 euros.
03 Isla de verdor
Maroa Club de Mar (Mog¨¢n, Gran Canaria)
De Anfi del Mar solo se conoc¨ªa su resort de tiempo compartido y, como mucho, su playa. Hoy se a?aden 3.000 metros cuadrados ganados al mar en forma de isla, el Maroa Club de Mar, ecosistema de relax y diversi¨®n.
Hasta las once de la ma?ana abre el buf¨¦ de desayuno, tras el que se pasa al sol¨¢rium de hamacas (12 euros al d¨ªa, incluida toalla) y camas balinesas. Si hay ganas de darse un chapuz¨®n, ah¨ª est¨¢n las escaleras de cemento en la roca o el puente que conduce a la playa, cuya arena es tan blanca que obliga a ponerse gafas de sol. All¨ª podremos practicar deportes acu¨¢ticos. Luego se puede optar por un masaje o apuntarse a los reservados vip con ba?eras de hidromasaje exteriores para seis personas. Todo maridado por una oferta l¨ªquida de mojitos y daiquiris. Los fines de semana hay adem¨¢s dj¡¯s.
Se puede llegar en autob¨²s desde Maspalomas (01, 33 y 39; 20 minutos) y Las Palmas de Gran Canaria (l¨ªneas 01 y 91; una hora).
04 El club total
Blue Marlin Ibiza (Sant Josep de sa Talaia, Ibiza)
Todo impele al hedonismo cosmopolita. Desde los lotes de hamacas y camas balinesas que se reservan con semanas de antelaci¨®n hasta la agenda diaria de dj¡¯s con brillo internacional, entre los que no cuesta destacar a Pete Tong, productor y locutor de la BBC. De las zonas vip a la radio online 24 horas, sello distintivo del Blue Marlin, como tambi¨¦n lo son la revista de tendencias (?en papel!) o los ced¨¦s recopilatorios (van por el und¨¦cimo).
A los cuchillos, el sushi chef Walter Sidoravicius. Mucho modelaje. Celebrities. Mucho estilismo en las bailarinas que hacen su aparici¨®n al caer la tarde. As¨ª es este Blue Marlin para clientes de alto poder adquisitivo en el que este verano es protagonista el sashimi de langosta regado con champ¨¢n Perrier-Jou?t. Alquilar hamaca cuesta 18 euros al d¨ªa y exige una consumici¨®n m¨ªnima de 50 euros. Al lifestyle ibicenco se suma desde ayer el hotel Nobu, auspiciado por el actor Robert de Niro.
05 ?Una ¡®bogaburger¡¯!
Accana Summer Club (Andratx, Mallorca)
La personalidad de la playa andrixola de Camp de Mar viene configurada por su isla-restaurante, accesible por una pasarela desde la arena. Desde 2016 al paraje se le conoce m¨¢s por el Accana Summer Club, de la cadena IT Mallorca Unique Spaces, con cuatro hoteles boutique en Palma. El Accana surte de bienestar informal a base de manjares.
En la carta, sencilla y fresca, no faltan creaciones sorprendentes como la hamburguesa de bogavante ¡ªo bogaburger¡ª, adem¨¢s de cl¨¢sicos como el arroz negro con calamares y gambas. Triunfan los c¨®cteles tiki, de inspiraci¨®n polin¨¦sica. Y si no, probar el Waikiki, mezcla de sand¨ªa, pepino, ginebra y jengibre. Las hamacas, para clientes del restaurante, cuestan 10 euros por d¨ªa.
06 Chipiona es Oriente
Ajedrez Beach Club (Chipiona, C¨¢diz)
Cuando la pleamar inunda la playa familiar de las Tres Piedras, m¨¢s reluce si cabe el Ajedrez Beach Club-Casa al Mar. Se trata de un complejo muy pint¨®n con apariencia tailandesa. De un exotismo de palmeras, c¨¦sped natural y cojines en el que el economista y mel¨®mano Jos¨¦ Luis Gil ha cuidado al m¨¢ximo una decoraci¨®n enfocada al ¡°reposo oce¨¢nico¡±. Su exotismo dista del postureo: el personal habla 12 idiomas, entre ellos portugu¨¦s, laosiano, tailand¨¦s y w¨®lof.
El Ajedrez ha desarrollado una l¨ªnea propia de trabajo en la que las recetas asi¨¢ticas son las protagonistas absolutas, raz¨®n de que cuatro de los siete cocineros sean nativos de Tailandia. El resto est¨¢ especializado en cocina mediterr¨¢nea, mayormente pescados de roca a la sal. Andaluc¨ªa pura. Quien reserva mesa tambi¨¦n puede reservar para ese d¨ªa una o varias hamacas mientras queden libres (se cobran a 7 euros el d¨ªa completo).
Si lo que se desea es un ambiente discreto para adultos, la respuesta es la terraza con techumbre de juncos surafricanos en la que atiende el maestro coctelero. A la puesta de sol, un aria de ¨®pera sobrevuela la playa para fundirse con los acordes del pianista que ameniza las cenas. Dispone de masajista y aparcacoches.
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