Los Lyon viven aqu¨ª desde el siglo XIV
A bordo de un tren de lujo, el ¡®Belmond Royal Scotsman¡¯, un viaje de los de una vez en la vida para llegar hasta las tierras altas de Escocia entre extraordinarios paisajes verdes
Estaci¨®n de Waverley en Edimburgo. Mediod¨ªa. Un gaitero ataviado con el atuendo t¨ªpico escoc¨¦s conduce al grupo de viajeros desde la sala de espera hasta el Belmond Royal Scotsman (belmond.com). Uno puede sentir cierta alarma al pensar que el sonido de las gaitas va a acompa?arle durante el viaje, pero no hay nada que temer, en Escocia la definici¨®n de un gentleman es alguien que sabe tocar la gaita pero no lo hace.
Con una copa de champ¨¢n en la mano se pasa al coche-observatorio, el m¨¢s antiguo de todos, pues data de 1904. Comienza un viaje hacia el norte a trav¨¦s del magn¨ªfico puente ferroviario del fiordo de Forth. Cuatro d¨ªas de viaje donde se unen, junto a un ambiente cosmopolita, la tradici¨®n, la variedad, la gastronom¨ªa y los atentos cuidados del personal de este hotel rodante.
La primera parada es para una t¨ªpica bienvenida escocesa en la destiler¨ªa Strathisla, hogar de Chivas Regal
El tren, una docena de vagones de ¨¦poca, esconde sus tripas modernas tras los paneles de caoba y marqueter¨ªa de estilo eduardiano. Solo 18 habitaciones dobles y 4 individuales con camas bajas y su propio ba?o. El coche observatorio con sus sillones, sof¨¢s y bar es el lugar de encuentro y conversaciones entre los pasajeros. En funci¨®n del recorrido diario, se sit¨²a en el ¨²ltimo lugar del convoy o justo detr¨¢s de la locomotora. Todas las consumiciones est¨¢n incluidas en el precio del billete, desde un simple caf¨¦ hasta los 30 whiskys escoceses que se ofrecen; desde un alcoh¨®lico Oban, un Macallan o un Glenfiddich hasta un suave Dalwhinnie.
Dos restaurantes
Cada noche, a la hora de la cena, el tren para en una v¨ªa muerta para que los hu¨¦spedes puedan elegir y gozar plenamente en uno de los dos coches restaurante: el Raven, con una larga mesa central para una veintena de asientos, y el Victory, otro antiguo vag¨®n que data de 1945, con mesas para dos o cuatro personas. Otras 20 plazas donde degustar la exquisita cocina y de pocas calor¨ªas del chef. Se alternan el solomillo de buey Angus, pescados de las fr¨ªas aguas escocesas, cigalas y langostas, trufas de Alba, foie del P¨¦rigord, los mejores quesos artesanos franceses y vinos magn¨ªficos de tres continentes. All¨ª mismo se duerme sin ruidos ni traqueteos. Claro que alg¨²n tren¨®filo puede echar a faltar el prolongado sonido del silbato mientras el tren penetra la noche.
La primera parada, la misma tarde de la salida, es para una t¨ªpica bienvenida escocesa en la destiler¨ªa Strathisla, hogar de Chivas Regal. Danzas con acompa?amiento de bater¨ªa y acorde¨®n mientras degustamos whiskys de 12, 20 y 25 a?os, y aprendemos que no se bebe whisky con agua, ni agua con whisky. En d¨ªas sucesivos visitaremos la ¨²nica factor¨ªa brit¨¢nica que transforma la lana cruda en cachemira, algunos pueblos t¨ªpicos de las Highlands (las Tierras Altas), otra destiler¨ªa y varios castillos.
La palaciega residencia de Ballindalloch, donde somos recibidos y guiados por los espl¨¦ndidos jardines e interiores por los propios lairds (se?ores) de Ballindalloch, es uno de los castillos m¨¢s bellos y famosos de Escocia. Se encuentra en el coraz¨®n de Speyside, rodeado de majestuosas monta?as. Es uno de los pocos de propiedad privada habitados de forma continua por su familia de origen. Los Macpherson-Becas han residido aqu¨ª desde 1546.
Al d¨ªa siguiente nos recibir¨¢ el grandioso castillo de Glamis, donde tambi¨¦n seremos recibidos y agasajados por sus propietarios. Esta hermosa construcci¨®n ha sido el hogar de la familia Lyon desde el siglo XIV, aunque el edificio actual data en gran parte del siglo XVII. Glamis fue la casa de la infancia de Elizabeth Bowes-Lyon, que se cas¨® con el rey Jorge VI y m¨¢s tarde fue conocida como la reina Isabel, la reina madre.
Otros d¨ªas se elige una ruta de golf, la pesca del salm¨®n, el tiro al plato, un bello recorrido por el bosque o un paseo por el pueblo de Kyle of Lochalsh (el estrecho del lago espumoso) para contemplar las focas salvajes. Esta hist¨®rica aldea junto al mar frente a la isla de Sky y comunicada con ella por un moderno puente de dos kil¨®metros ofrece numerosas excursiones por sus alrededores. La que no hay que perderse si hay tiempo es la de la abad¨ªa de Iona, donde reposan numerosos reyes escoceses.
Y entre parada y parada se viaja a trav¨¦s de los extraordinarios paisajes de Escocia y sus Tierras Altas, quiz¨¢ la esencia del viaje, con algunos recuerdos tan v¨ªvidos como la ruda estampa del pintoresco castillo de Eilean Donan. Situado sobre una peque?a isla del lago Duich, en la confluencia de tres lagos, y comunicado con tierra por un estrecho puente, este castillo fundado en el siglo ?XIII guarda entre sus reconstruidos muros (estaba en ruinas y su aspecto actual data del siglo XX) numerosas batallas, traiciones y cambios de propiedad entre familias escocesas. Antes o despu¨¦s del viaje habr¨¢ que volver al punto de partida y visitar las bellezas de Edimburgo, ¡°la Atenas del Norte¡±.
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