El misterioso se?or de Pakal
Una aventura por Chiapas, al sur de M¨¦xico, tierra del ¡®zapaturismo¡¯, el gran ca?¨®n del Sumidero, las tradiciones m¨ªsticas en San Juan Chamula y los yacimientos mayas
Cuando el gu¨ªa acerca la barca a la orilla del Grijalva y se?ala al cocodrilo, el cocodrilo parece de cart¨®n piedra. Pero luego se revuelve y se escabulle en el agua y da miedo. A cada lado del r¨ªo se levantan unas paredes verticales de roca caliza que llegan a alzarse cientos de metros formando un impresionante monumento natural: el ca?¨®n del Sumidero, muy cerca de la ciudad de Chiapa de Corzo. En la batalla de Tepetch¨ªa, a?o 1532, se dice que los ind¨ªgenas de la zona prefirieron arrojarse desde all¨¢ arriba antes que someterse a los conquistadores. ¡°Si dudan de la veracidad del cocodrilo pueden tirarse al agua y comprobarla¡±, dice el gu¨ªa.
Este parque nacional es una de las atracciones del Estado mexicano de Chiapas, muy al sur, donde M¨¦xico acaba y se convierte en Guatemala, selva mediante. En estas tierras el viajero puede encontrar naturaleza exuberante, gastronom¨ªa adictiva, ruinas mayas y el llamado zapaturismo. Por aqu¨ª saben que el levantamiento del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) en enero de 1994 puso el nombre de Chiapas en el mapa y lanz¨® a la fama a su l¨ªder, el subcomandante Marcos. Los zapatistas, en nombre de la causa ind¨ªgena, supieron aprovechar los medios de comunicaci¨®n, generando oleadas de simpat¨ªa.
En el enclave arqueol¨®gico de Palenque hay un acueducto, un palacio y un juego de pelota, pero el 98% sigue oculto
Aunque la capital del Estado es ?Tuxtla Guti¨¦rrez (donde est¨¢n el aeropuerto y museos dedicados al caf¨¦, la marimba o la paleontolog¨ªa), San Crist¨®bal de las Casas ha sido siempre el atractivo tur¨ªstico. Fundada en 1528 por Diego de Mazariegos, es una joya arquitect¨®nica colonial, de calles empedradas e incontables iglesias. Ahora tambi¨¦n es capital del zapaturismo. Ah¨ª se pueden encontrar caf¨¦s zapatistas (como TierrAdentro Caf¨¦) y librer¨ªas especializadas en econom¨ªa y pol¨ªtica alternativa (como La Cosecha o Chilam Balam). Los libros, fotos y camisetas de Marcos y el EZLN son, parad¨®jicamente, un reclamo tur¨ªstico en una ciudad que los zapatistas detestaban como cuna criolla y que asaltaron durante unas horas en el levantamiento de 1994. Entre sus salas de exposiciones est¨¢n el Museo de Medicina Maya, el Mesoamericano del Jade o el del ?mbar. La oferta hotelera es enorme y como en todo M¨¦xico, se pueden encontrar puestos de los t¨ªpicos tacos o quesadillas a precios econ¨®micos.
Otra historia es la cercana localidad de San Juan Chamula, en los Altos de Chiapas, con un paisaje parecido al del norte de Espa?a. Aqu¨ª la atracci¨®n es de corte m¨ªstico: su famosa iglesia en la que se rinden cultos que mezclan las tradiciones ind¨ªgenas, cat¨®licas y evang¨¦licas. En su interior oscuro y brumoso, vac¨ªo de bancos, las ancianas encienden velas en el suelo sembrado de ramas de pino y los hombres, ataviados con peludos sacos de piel de borrego blanco, tocan y cantan extra?as letan¨ªas lis¨¦rgicas. A veces celebran rituales con refrescos carbonatados y gallinas. Los santos, p¨¢lidos como vampiros, portan un espejo en el pecho donde el feligr¨¦s se ve reflejado. No se permite tomar fotos, y cobran entrada. Hacia el norte nos adentramos en la selva Lacandona, desde donde el EZLN firmaba sus comunicados. De aquel movimiento quedan cinco comunidades en los alrededores, llamadas caracoles (con suerte y contactos se puede visitar alguna).
Se dice que la puerta de la selva est¨¢ en Ocosingo. Camino a Palenque est¨¢n las cascadas de Agua Azul, cuya agua, en sus remansos calc¨¢reos y con la luz adecuada, es del color que se promete. Otras cascadas de renombre son las de El Chifl¨®n (con nombres como El Suspiro, Ala de ?ngel o Velo de Novia), con ca¨ªdas incluso de 70 metros, hasta albercas de color turquesa: subir hasta la ¨²ltima rompe las piernas, pero luego se puede descender en tirolina, sobre la jungla. Si uno quiere playa puede viajar a la costa sur, donde Puerto Arista se moja en el Pac¨ªfico: all¨ª se encuentran arena fina, palmeras y cuatro santuarios de tortugas.
Templo de las Inscripciones
Siguiendo al norte se llega a Palenque, donde est¨¢ el primer enclave arqueol¨®gico maya descubierto (en 1773). Ah¨ª se aprende sobre los arist¨®cratas mayas, con sus cr¨¢neos deformados, su estrabismo provocado, sus plumas de quetzal y sus extra?os maquillajes y adornos. Tambi¨¦n sobre sus rituales, como tomar hongos alucin¨®genos, hacerse sangrar la lengua y esperar a que de la sangre surja una serpiente que hable por un muerto. En el Templo de las Inscripciones est¨¢ enterrado el rey m¨¢s notorio y misterioso de la ciudad, Pakal el Grande o se?or de Pakal, pero adem¨¢s hay un acueducto, un palacio, un juego de pelota¡, todos del Periodo Cl¨¢sico, entre el a?o 400 y 700. Un paseo por la selva circundante muestra edificaciones silenciosas y at¨¢vicas comidas por la vegetaci¨®n, como en una pel¨ªcula de exploradores: el 98% del yacimiento sigue sin recuperar, escondido en lo frondoso.
Gu¨ªa
- Turismo de M¨¦xico.
- Turismo de Chiapas.
- San Crist¨®bal de las Casas se encuentra a unos 60 kil¨®metros de la ciudad de Tuxtla Guti¨¦rrez (la capital de Chiapas)
- Zona arqueol¨®gica maya de Palenque.
Otros enclaves arqueol¨®gicos cercanos son Bonampak o Yaxchil¨¢n, este ¨²ltimo en la ribera del r¨ªo Usumacinta, que separa M¨¦xico de Guatemala. La civilizaci¨®n maya desapareci¨® antes de la llegada de los europeos, envuelta en el misterio. En la zona se ofrecen excursiones en las que se pernocta en poblados de los ind¨ªgenas lacandones y se dan paseos selv¨¢ticos: con un poco de suerte aparecen los monos aulladores o el tuc¨¢n real, con un poco de mala suerte los jaguares. Por el camino, las enormes ceibas, ¨¢rbol sagrado para los mayas que sostiene el cielo y lo conecta con el inframundo (los m¨¢s esot¨¦ricos los abrazan para pillar energ¨ªa tel¨²rica). O el ficus mat¨¢rbol o matapalo, que rodea a los ¨¢rboles hasta acabar con ellos y permanece en su lugar como una c¨¢scara vac¨ªa. La ley de la selva.
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