24 horas en la sorprendente Doha

Doha es la capital de Qatar, una ciudad rodeada de arena y de polvo en suspensi¨®n, repleta de gr¨²as y obras, que sin embargo conserva un sabor aut¨®ctono, apacible y muy espacioso. La afabilidad es la norma. Contrariando el t¨®pico, la mujer se hace notar en determinados ¨¢mbitos, y el esfuerzo del pa¨ªs por potenciar la educaci¨®n es notable: Doha cuenta con destacadas universidades. La limpieza y el rigor sorprenden. Para el visitante, sus principales atractivos residen en su arquitectura contempor¨¢nea, en esa mezcla de razas y de culturas, en la dulce l¨¢mina del mar, omnipresente desde la Corniche, y en los abundantes espacios verdes, que se mantienen pese a la rudeza del desierto. Un destino sorprendente que vale la pena descubrir, por ejemplo, en una escala de un d¨ªa o dos en un viaje a otra parte del mundo.

10.00 Espacio para 800.000 libros

Doha es un aut¨¦ntico laboratorio en vivo de la mejor arquitectura contempor¨¢nea. La mayor concentraci¨®n se halla en la Ciudad de la Educaci¨®n (1), perteneciente a la Fundaci¨®n Qatar, pilotada por la jequesa Mozah. Comenzaremos por la reci¨¦n estrenada Biblioteca Nacional (1), del arquitecto holand¨¦s Rem Koolhaas (OMA). El envoltorio no deja adivinar el apabullante interior, formado por 45.000 metros cuadrados dispuestos en varios niveles en un espacio di¨¢fano, con estanter¨ªas a la vista que acogen 800.000 vol¨²menes. Los cerramientos de cristal contienen unas c¨¦lulas fotoel¨¦ctricas que permiten moderar la luz. El alarde tecnol¨®gico es grande: paredes interactivas, sistemas electr¨®nicos antihumedad, identificaci¨®n por radio frecuencia¡­ Aqu¨ª se puede tomar un caf¨¦ y recorrer las instalaciones en admirativo silencio. Tambi¨¦n OMA es el responsable de otro edificio destacable: la nueva sede de la Fundaci¨®n Qatar (2), un cubo blanco con aperturas juguetonas a modo de celos¨ªas cuyo interior es otro muestrario de transparencias y desniveles. Se visita previa petici¨®n (+974 4454 00 00).

12.00 Nave gal¨¢ctica

La Facultad de Ciencias Isl¨¢micas (3), proyectada por el estudio anglo-espa?ol MYAA (Mangera e Yvars), marca un hito en la Ciudad de la Educaci¨®n debido a su aspecto org¨¢nico y curvil¨ªneo en un ambiente en el que abundan las l¨ªneas rectas y racionales. Tanto es as¨ª que los lugare?os lo comparan con una nave gal¨¢ctica. Ha sido merecedor del premio Civic Trust en 2017. La Facultad, rigurosamente blanca y muy elegante, explora, seg¨²n sus creadores, la relaci¨®n entre conocimiento y luz interior, tan presente en el Cor¨¢n. Se ordena en forma de espiral en torno a la mezquita (espectaculares el nicho de oraci¨®n dorado y las dimensiones). Las escaleras curvas y los juegos de agua en los canales interiores y exteriores le prestan movimiento y serenidad.

14.00 Una isla artificial

El Museo de Arte Isl¨¢mico de Doha (4), proyectado por el arquitecto Ieoh Ming Pei, ser¨¢ la pr¨®xima parada. Se encuentra en una isla artificial en pleno centro, rodeado de estanques y pasarelas flanqueadas de palmeras. Para su concepci¨®n, el arquitecto estadounidense de origen chino hizo una inmersi¨®n en la arquitectura isl¨¢mica, optando por la forma geom¨¦trica del moc¨¢rabe, presente en la mezquita de Ibn Tulun, en El Cairo (siglo IX). Antes de visitar la colecci¨®n, rica en astrolabios, vidrios mamelucos, textiles y cer¨¢mica procedentes de Al Andalus, Egipto, Turqu¨ªa, Ir¨¢n e India, comeremos en su restaurante, pilotado por el chef franc¨¦s Alain Ducasse: una fiesta para los sentidos ubicada en la planta superior, abierta a la bah¨ªa.

17.00 M¨¢rmol de Carrara

El lujo catar¨ª es proverbial. Una de las mejores maneras de abordarlo es acerc¨¢ndose a merendar en alguna de las exclusivas teter¨ªas del mall, o galer¨ªa comercial, Alhazm (5). Recientemente inaugurado, apenas es conocido entre los propios catar¨ªes. Fue catalogado como uno de los cuatro malls m¨¢s cool y culturales del mundo por The New York Times.

Su creador, el empresario catar¨ª Mohamed al Emadi, es un enamorado de la arquitectura cl¨¢sica. Por ello, fruto de sus numerosos viajes a Italia, decidi¨® construir este complejo de estilo neocl¨¢sico, inspirado en la c¨¦lebre galer¨ªa milanesa Vittorio Emanuele II. Impresiona por la calidad de la hechura, los materiales y los jardines interiores. M¨¢rmoles de Carrara y Siena, piedra travertino y de Palestina y olivos centenarios de Espa?a. ¡°Mi religi¨®n me exige la perfecci¨®n en el trabajo. Yo he querido hacer algo bello para mi pa¨ªs, algo que dure en el tiempo¡±, explica Al Emadi. Las acogedoras terrazas climatizadas, las tiendas de perfumes ¨¢rabes en cristal de Baccarat, de ropa al gusto ¨¢rabe, de rosas de Uruguay y otras exquisiteces envuelven con su refinamiento y su lujo, lo mismo que los restaurantes de alta gama, de diversas latitudes. Pronto est¨¢ previsto que abra un ala que contiene la gran c¨²pula de cristal y las galer¨ªas interiores al modo milan¨¦s, pero sin esculturas figurativas. Para construir este complejo se tard¨® ocho a?os. La totalidad del m¨¢rmol y la piedra ha sido tallada en Doha.

19.00 Paseando por el zoco

Es hora de pisar tierra y acercarse a la zona m¨¢s populosa: el zoco Al Waqif (6). De frente, y ya de noche, no hay que perderse el perfil de la ciudad, con sus rascacielos de colores reflej¨¢ndose en las aguas. Sobresale la torre del arquitecto franc¨¦s Jean Nouvel (7), que con su recubrimiento de celos¨ªa met¨¢lica parece una puntilla. El tenue color naranja de su iluminaci¨®n realza a¨²n m¨¢s su delicada factura.

En su mayor¨ªa de nuevo cu?o, este zoco ha sabido trascender el aspecto de escenograf¨ªa cinematogr¨¢fica inicial para convertirse en un hervidero de vida, en el que comerciantes locales ¡ªasi¨¢ticos en su mayor¨ªa¡ª, turistas y paseantes catar¨ªes se agolpan codo con codo en las tiendas de cetrer¨ªa, especias y frutos secos, artesan¨ªa y ¨²tiles cotidianos de toda clase. Entre sus laber¨ªnticas calles hay multitud de restaurantes con terraza, de cocina catar¨ª, libanesa, india, yemen¨ª¡­, a precios populares y amenizados con m¨²sica en vivo y el humo impenitente de las shishas (pipas de agua). Tambi¨¦n son rese?ables los hoteles de la cadena Boutique Hotel Collection, por ejemplo Al Badia (8) y Al Jasra (9), recomendables por su tranquilidad.

No est¨¢ de m¨¢s pasearse antes o despu¨¦s por el vecino barrio de Msheireb (10), a¨²n en construcci¨®n. Deliciosos el trazado urban¨ªstico y la arquitectura. Est¨¢ concebido con est¨¢ndares de sostenibilidad y tiene numerosos certificados LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). Muy interesantes son los peque?os museos sobre la primera compa?¨ªa de petr¨®leo y las condiciones de vida anteriores al descubrimiento del crudo.