La ruta de la serie ¡®Fari?a¡¯ por las R¨ªas Baixas
De Serra de Outes y la playa de As Furnas a Cabo da Cruz y la isla de La Toja, recorrido por los escenarios de la producci¨®n sobre el narcotr¨¢fico en Galicia
Uno de los protagonistas indiscutibles de Fari?a, la serie de Antena 3 sobre el narcotr¨¢fico gallego de las d¨¦cadas de 1980 y 1990, es la geograf¨ªa de las R¨ªas Baixas. Marcada por la incesante lluvia (que, parad¨®jicamente, se ech¨® en falta durante el rodaje, como apunta Carlos Sedes, el director), la mar brava, los montes de pinos y tojos y las playas, ajenas al turismo masificado. ¡°?Algo bueno ten¨ªa que tener este carallo de tiempo!¡±, podr¨ªa decir alguno de esos narcos de pantal¨®n de pana y cazadora ce?ida. Traficantes de andar por casa, bonachones y aficionados a las mariscadas, que en Galicia acaban siempre con uno de los cantos del folclore regional. Como el imprescindible tema O Rodaballo, que los capos entonan en la ficci¨®n.
Serra de Outes, al sureste de la provincia de A Coru?a, sirvi¨® de escenario para el local de escuchas de la polic¨ªa y algunas de las persecuciones. Los amantes del senderismo pueden seguir la ruta Ponte Nafonso (18 kil¨®metros, cinco horas). Aunque incluye tramos por carreteras asfaltadas, guarda excelentes sorpresas: cascadas, dos capillas y cruceiros, el Pazo do Tambre, un puente colgante, el mirador del monte Castelo ¡ªcon incre¨ªbles vistas a la r¨ªa de Muros y Noya¡ª y una piedra singular conocida como Pedra Serpal.
La localidad de Noia enamor¨® a los participantes del rodaje de Fari?a, como lo hizo con el escritor gallego Ram¨®n Otero Pedrayo, quien la defini¨® como ¡°la peque?a Compostela¡±. Su origen medieval y su pasada prosperidad mercantil llenaron esta ciudad de pazos, placitas, soportales de piedra y humildes pero dignas casas marineras con sus t¨ªpicas galer¨ªas. El casco hist¨®rico; la iglesia de Santa Mar¨ªa a Nova, con sus l¨¢pidas gremiales donde puede apreciarse la actividad del difunto por los diferentes grabados; el cementerio (Quintana dos Mortos) y la Alameda son lugares a visitar.
En la isla de Arosa esperan el faro de Punta Cabalo, el mirador de Con do Forno y el parque natural de Carreir¨®n
Uno de los escenarios m¨¢s cautivadores de la serie es la playa de As Furnas, en Xu?o, parte del municipio coru?¨¦s de Porto do Son. El banco donde los mafiosos Sito (interpretado por el actor Javier Rey) y Terito (Manuel Lourenzo) esbozan su futura relaci¨®n laboral no existe en la realidad. ¡°Lo pusieron para rodar y luego lo quitaron¡±, comenta un camarero del bar, restaurante y pensi¨®n As Furnas. En este local es donde los traficantes se sientan para sus comilonas, solo que con el nombre cambiado en la ficci¨®n por el de Portimao. ¡°La est¨¦tica del lugar no necesit¨® mucha modificaci¨®n, ya que destilaba un cierto aire ochentero¡±, afirma Sedes. Aqu¨ª se puede dormir por 40 euros en una habitaci¨®n doble y probar el imprescindible pulpo a feira. El lugar apareci¨® tambi¨¦n en la pel¨ªcula Mar adentro, ya que en esta playa fue donde Ram¨®n Sampedro se qued¨® tetrapl¨¦jico tras lanzarse de cabeza al mar.
Al sur y siguiendo la costa est¨¢ Corrubedo, un pueblo de pescadores con su faro, que destila todo el misterio de esos lugares donde la mar ruge. Aqu¨ª es donde el protagonista, angustiado por el temporal que le impide recoger el primer cargamento de coca¨ªna de los colombianos, pasa la noche en su coche. Merece la pena visitar el parque natural de las Dunas de Corrubedo. Su principal atractivo es una duna m¨®vil, ¨²nica en Galicia, con una extensi¨®n de m¨¢s de un kil¨®metro. Aunque tambi¨¦n est¨¢ la excelente playa Lagoa. Los arenales gallegos no tienen nada que envidiar a los del Caribe; si exceptuamos, eso s¨ª, la temperatura del agua.
Mejillones de Boiro
Siguiendo la costa, Cabo da Cruz (Boiro), en la r¨ªa de Arosa, fue un enclave muy recurrido para grabar im¨¢genes de puertos. En esta villa marinera conviven el boyante puerto pesquero, con sus bateas para el cultivo del mejill¨®n, con el pintoresco muelle viejo. La procesi¨®n del Carmen, que se celebra cada 16 de julio, sale tambi¨¦n en la ficci¨®n. Eso s¨ª, atrasada un d¨ªa para beneficio de los capos y del cura, que podr¨¢ arreglar el tejado de la iglesia con el dinero del traficante. Pasar por Boiro y no comer mejillones es un pecado que puede evitarse en A Batea de Juan (Doutor Santos Mieites, 10), una taper¨ªa de fama.
A lo largo de la ruta senderista Ponte Nafonso se descubren capillas, un puente colgante y la singular Pedra Serpal
La isla de Arosa y la de La Toja, ya en la provincia de Pontevedra, fueron tambi¨¦n decorados frecuentes. La primera, para escenas de lanchas, sobre todo en Punta Cabalo. La isla de Arosa es algo as¨ª como la Formentera gallega. Aguas claras y de un color mediterr¨¢neo que hacen pensar que estamos algo m¨¢s al sur. El faro de Punta Cabalo, el mirador de Con do Forno, un islote arenoso y el parque natural de Carreir¨®n son las joyas de esta isla que, como La Toja, se une a tierra firme a trav¨¦s de un puente. La talasoterapia, el glamour y los collares de conchas definen a la isla de La Toja. Si queremos emular a Camila, el personaje que trabaja como el contacto paname?o con los carteles colombianos, nos alojaremos en el Eurostars Gran Hotel La Toja. Otra opci¨®n es simplemente visitar su centro termal.
La ciudad de Pontevedra tambi¨¦n es visitada por los narcos en la serie. Las plazas definen la personalidad de la ciudad, como la de la Ferrer¨ªa, con sus jardines, o la de la Peregrina, con una capilla circular y donde se encuentra la mascota de la localidad, el Loro Ravechol. Tambi¨¦n est¨¢ la plaza de la Le?a, con su crucero y ambiente medieval, y la de Pedreira, donde ver el pazo de Mugartegui. En la plaza de Espa?a se encuentran las ruinas de la iglesia de Santo Domingo, un edificio sin techo, solo arcos g¨®ticos y l¨¢pidas. Y si el hambre aprieta, El Pitillo (R¨²a Alta, 3-5) nunca decepciona. Chipirones, zorza, xoubas, pimientos de Padr¨®n y toda la lista del tapeo gallego. Claro que aqu¨ª no se entonan c¨¢nticos. Eso acab¨® cuando los bares empezaron a poner el cartel de ¡°Se proh¨ªbe cantar y bailar¡±. Eran otros tiempos.
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