Rumbo al m¨ªtico faro de Anaga
Aventuras y un sobrecogedor paisaje de mar y monta?a. Excursi¨®n a pie a la punta nororiental de Tenerife para descubrir una linterna de 1864
La sola menci¨®n de Anaga, el macizo que ocupa la punta nororiental de la isla canaria de Tenerife, conjura la gran aventura far¨ªstica de la costa espa?ola. De esas excursiones que se emprenden una vez en la vida, con la magia especial que destilan los lugares ind¨®mitos que ¨²nicamente pueden recorrerse a pie. A Julio Verne le hubiera inspirado, como gran recreador que fue de paisajes ¨¦picos.
Desde la localidad de La Laguna ascenderemos por carretera al centro de visitantes de la Cruz del Carmen, donde recorreremos la sinuosa l¨ªnea de cumbre de Anaga. En la encrucijada de El Bailadero arrancan los 12 ¨²ltimos kil¨®metros de curvas que conducen al pueblo de Chamorga (Santa Cruz de Tenerife): sin raya central y cuya estrechez no evita el tr¨¢nsito de autobuses.
Dejamos el coche en Chamorga y avanzamos a pie por el sendero PR-TF 6.1, que en media hora nos eleva a las ruinas de Tafada, atalaya-vig¨ªa de origen guanche usada por los cabreros en su trashumancia estival. Por la vereda en zigzag, escoltados por draguitos y tajinastes (en parte devorados por las cabras salvajes), bajamos enseguida a un mirador, el de la Asomada, que recibe loas superlativas. En este punto asoman los roques de Anaga: el de Fuera y el mayest¨¢tico islote de Dentro, o de Tierra, con su bosquete de dragos en la cima.
Tras unos 90 minutos de ruta desde Chamorga llegamos al faro de Anaga. Lo grandioso aqu¨ª es el ¨ªmpetu paisaj¨ªstico, la incre¨ªble proeza de erigir este may¨²sculo faro en la falda de una monta?a solo accesible por veredas. Lo remoto de la ubicaci¨®n de este edificio de una sola planta, rectangular, blanquiverde, ha hecho que acercarse a ¨¦l sea como resucitar la historia farera. Pocas veces se tiene la oportunidad de fotografiar tan c¨®modamente una linterna de 1864, poligonal, de cuatro metros de di¨¢metro, que exhibe sus mejores facultades: 16 montantes con tres cristales planos en cada cara, mientras los canalones en forma de cabeza de le¨®n dotan de personalidad a la c¨²pula. De reserva, se observa un rasgo de modernidad en la l¨¢mpara de ledes. Todo en el faro est¨¢ monitorizado v¨ªa sat¨¦lite.
El muelle de Roque Bermejo
El de Anaga es, con 247 metros sobre el nivel del mar, el tercer faro m¨¢s alto de Espa?a. Baudilio Brito (La Palma, 1947) vivi¨® en ¨¦l de 1977 a 1989 y nos rememora el d¨ªa en que atracaba el barco con el suministro: ¡°Los habitantes de Roque Bermejo, mujeres en su mayor¨ªa, cargaban ocho veces al d¨ªa los cubos de 25 litros de combustible hasta el faro¡±. Los t¨¦cnicos de mantenimiento siguen usando el muelle de Roque Bermejo, de muy dif¨ªcil atraque por su reducido calado, adonde se baja en 20 minutos desde el faro. Si uno anuncia por radio que tiene intenci¨®n de fondear aqu¨ª, los canales bullen enseguida con advertencias y mensajes de alarma de otros navegantes.
En la punta de Anaga todo hace pensar en aventuras. El caser¨ªo de Roque Bermejo, anta?o una finca agr¨ªcola, convierte en m¨¦rito su aislamiento. Est¨¢ habitado en verano, como demuestra la ropa puesta a secar en las casas, y mantiene su car¨¢cter propio. All¨ª est¨¢ la ermita. All¨ª est¨¢ tambi¨¦n la caleta de arena negra que permite ba?arse al resguardo del embarcadero y del propio roque, tan fotog¨¦nico. Qui¨¦n lo dir¨ªa: a pocos metros de esta costa ¨¢spera confluyen los mares de Norte y de Sur, se aceleran los alisios y, en suma, se generan corrientes marinas aterradoras que propician los naufragios. Los fines de semana y festivos, nada mejor que cerrar la jornada en el bar Casa ?lvaro que Juana P¨¦rez regenta en Chamorga y cuya cerveza Tropical nos sabr¨¢ a gloria.
La vuelta, en barco
La ruta monta?era al faro, de nivel medio, nos introduce en toda la rotundidad del parque natural de Anaga. No hay necesidad de afrontar un madrug¨®n, puesto que la ida es mayormente en descenso. Portar agua (la tiendita de Roque Bermejo abre espor¨¢dicamente), sombrero (solo veremos sombras en la subida a Tafada), comida y calzado de monta?a.
Un planazo es dejar el coche en San Andr¨¦s, junto a la playa de las Teresitas, subir a Chamorga en taxi (25-30 euros; +34 922 64 11 12) o autob¨²s (los horarios no acompa?an), y regresar en los taxis acu¨¢ticos de Na¨²tica Nivaria (20 euros; 15 los menores de 12 a?os). La traves¨ªa entre Roque Bermejo y San Andr¨¦s dura unos 40 minutos y tiene el atractivo de fotografiar el faro desde el mar, adem¨¢s de la playa salvaje de Antequera.
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