M¨®dena, la ciudad del vinagre bals¨¢mico y el ¡®bel canto¡¯

A medio camino entre Parma y Bolonia, M¨®dena, en el norte de Italia, concentra en muy poco espacio tres de los mayores atractivos del pa¨ªs: gastronom¨ªa, arte y dise?o. En un solo d¨ªa, quien la visita puede llevarse a la boca algunos de los mejores quesos parmesanos, probar el verdadero vinagre bals¨¢mico, pasear por una plaza patrimonio mundial, entrar en la casa de Luciano Pavarotti y ver de cerca algunos de los autom¨®viles m¨¢s bellos y lujosos del mundo.

9.30?Expreso y gnocco fritto

En Italia parece casi inevitable empezar el d¨ªa con un buen expreso o capuchino. La tradici¨®n modenesa manda acompa?arlo con gnocco frit?to, una especie de masa fina hueca en su interior. Uno de los caf¨¦s m¨¢s especiales por su estilo ¨ªntimo y cl¨¢sico es el Caff¨¨ dell¡¯Orologio (1) (Piazza d¡¯Ova). A pocos metros est¨¢ el Palazzo Comunale (2) (Piazza Grande, 16), primera parada de la ruta. Aqu¨ª se encuentra parte indispensable de la historia y las tradiciones de M¨®dena. Un ejemplo es el cubo robado, un simple recipiente de madera que constituye uno de los s¨ªmbolos de la localidad y representa la victoria sobre Bolonia en la batalla de Zappolino, en 1325.

En la misma plaza se puede (y se deber¨ªa) visitar la Acetaia Comunale (3), previa reserva. En esta especie de desv¨¢n en lo alto de unas estancias municipales se desvela el secreto de la elaboraci¨®n del preciado vinagre bals¨¢mico tradicional, principalmente desarrollado por mujeres y que debe pasar en barricas al menos 12 a?os.

11.00?Un hueso en la catedral

M¨®dena creci¨® en torno al sepulcro de san Geminiano, ahora en la cripta de la catedral (4) (Corso Duomo). Este hecho convierte al templo en uno de los lugares de mayor valor para la ciudad, no solo religioso, sino tambi¨¦n art¨ªstico y social. Tres cosas merecen un vistazo en su interior: la tumba del obispo, las figuras que forman La Madonna della Pappa ¡ªconocida as¨ª por la sopa que sostiene la cuidadora del ni?o¡ª y el pesebre renacentista de terracota. En el exterior, cada una de las fachadas posee elementos que merece la pena observar. Algunos de ellos son bastante curiosos, como el hueso de ballena situado en la parte superior de la Porta Regia. Pero la visita no estar¨¢ completa hasta que no subamos a la Ghirlandina (5), la torre de casi 90 metros que domina la urbe y su s¨ªmbolo m¨¢s reconocible. Esta, junto con la catedral y la plaza, son patrimonio mundial de la Unesco desde 1997.

12.00 Cuatrocientos a?os?vendiendo quesos

El cercano mercado de M¨®dena (6) (Via Luigi Albinelli, 13) es a¨²n un lugar vivo, donde los lugare?os compran y comen. Para los viajeros constituye una especie de museo gastron¨®mico en pleno centro en cuyas vitrinas se exponen algunas de las especialidades locales como tigelle (bollitos con diferentes rellenos), bensone (pan dulce que se hace los lunes y se toma con la leche) y, por supuesto, quesos, vinagre y pasta fresca. Hacerse con algo de comida es un plan perfecto para matar el hambre hasta la hora de comer.

A pocos minutos a pie hay dos lugares imperdibles. Giusti (Via Luigi Carlo Farini, 75) ostenta el t¨ªtulo, seg¨²n sus propietarios, de la salumeria m¨¢s antigua de Europa. Lleva m¨¢s de 400 a?os ofreciendo algunos de los mejores fiambres y quesos, pastas y productos t¨ªpicos del pa¨ªs, y su trastienda esconde las cuatro mesas de uno de los restaurantes m¨¢s aclamados de la localidad, la Hosteria Giusti (7). A tan solo unos pasos del peque?o negocio se ubica el imponente Palazzo Ducale (8) (Piazza Roma, 15), una demostraci¨®n de poder descomunal encargada en 1634 por el duque Francesco I que hoy acoge la Accademia Militare.

14.00?El mejor restaurante del mundo

Entre los lugares m¨¢s fotografiados de M¨®dena hay uno que no es ni un monumento ni un enclave de singular belleza. La puerta de la Osteria Francescana (9) (Via Stella, 22), el mejor restaurante del mundo seg¨²n la lista The World¡¯s 50 Best de la revista Restaurant, congrega a curiosos, groupies gastron¨®micos y a los pocos que logran disfrutar del men¨² de Massimo Bottura. Para el resto de los mortales, la ciudad ofrece no pocos lugares donde comer a precio razonable. Uno de ellos es Da Danilo (10) (Via Coltellini, 31), un negocio tradicional en el que se puede ver c¨®mo se elabora la pasta. Despu¨¦s podemos dar una vuelta por el antiguo barrio jud¨ªo, donde vivieron hacinados cientos de hebreos.

16.00?La f¨¢brica de Ferrari

Hay dos nombres fuertemente ligados a M¨®dena. Uno es el de Enzo Ferrari, piloto y creador de la escuder¨ªa m¨¢s laureada de la f¨®rmula 1 y cuya trayectoria y legado se muestran en el museo que lleva su nombre (Via Paolo Ferrari, 85). El otro es Luciano Pavarotti. El tenor constituye el m¨¢ximo exponente de la tradici¨®n l¨ªrica de M¨®dena, a la que se conoce como citt¨¤ del belcanto. En su ciudad natal est¨¢ la Casa Museo Luciano Pavarotti (11) (Stradello Nava, 69), donde pas¨® los ¨²ltimos a?os de su vida y muri¨® en 2007.

Por devoci¨®n o curiosidad, a pocos kil¨®metros de M¨®dena se pueden visitar algunas de las f¨¢bricas de veh¨ªcu?los deportivos m¨¢s apreciados del mundo. La m¨¢s famosa es la de Ferrari, en Maranello (12); tambi¨¦n est¨¢n Lamborghini, Pagani, Ducati y Maserati. Una de las colecciones hist¨®ricas de esta ¨²ltima ense?a est¨¢ en el Museo Panini (13), un espacio singular propiedad del conocido creador de las colecciones de cromos: la veintena de coches y otras tantas motos se exponen en una f¨¢brica artesanal de parmesano.

19.00?A la ¨®pera tras el aperitivo

Los italianos son especialistas en acabar el d¨ªa ¡ªo comenzar la noche¡ª compartiendo un trago con amigos, de preferencia un spritz. La f¨®rmula de la mayor¨ªa de bares incluye por el precio de la bebida barra libre de aperitivos. Uno de los m¨¢s ambientados en M¨®dena es el Caff¨¨ del Collegio (14) (Via San Carlo, 34). Por menos de 10 euros se puede tomar una bebida y elegir entre una veintena de snacks y platos templados del buf¨¦. Tras disfrutar del aperitivo italiano, hay dos opciones: seguir con la ronda de bares por la zona de la Piazza della Pomposa o poner el broche al d¨ªa asistiendo a una ¨®pera en el Teatro Comunale Luciano Pavarotti (15) (Via del Teatro, 8). Fundado en 1841, fue rebautizado con el nombre del tenor un mes despu¨¦s de su fallecimiento.