Real Casona de las Amas, un alto en el Camino con siglos de historia

Dos imponentes blasones del rococ¨® castellano flanquean la entrada de la casona, presidida por un frontispicio partido que se conserva intacto desde el siglo XVII. Aqu¨ª resid¨ªa Tom¨¢s Alonso de Ojeda y Tejada, alcalde de Azofra, abogado de los Reales Consejos y juez subdelegado de la ?nica Contribuci¨®n. Un arist¨®crata en toda regla, vamos. Amigo ¨ªntimo del marqu¨¦s de la Ensenada, a quien ayud¨® en la elaboraci¨®n de su famoso catastro. El palacete, de dos plantas en siller¨ªa, sillarejo y ladrillo visto, se prolonga en su l¨ªnea de fachada con tres peque?os minaretes que rezan: ¡°Por mi ley. / Por mi Rey. / Por mi patria¡±. Toda una declaraci¨®n de principios hacia los miles de peregrinos que transitan por la calle Mayor, hito riojano del Camino de Santiago.

Una descendiente directa de Alonso de Ojeda, Concepci¨®n Gil Lang, decidi¨® hace un par de d¨¦cadas asentar en sus m¨²ltiples estancias un hotelito de 16 habitaciones para dar aposento a quienes prefer¨ªan un grado de comodidad superior al que ofrec¨ªa el cercano albergue de peregrinos. Con la ayuda de su hijo, Enrique Palacio Gil, rescat¨® la prosapia de la casa tanto en el rigor de sus muros como en la frescura de su jard¨ªn. El nombre de la Real Casona de las Amas hace referencia a las tres amas de llaves que la habitaron hasta los pasados a?os setenta, el ama Matilde, el ama Enriqueta y el ama Aurora. En su memoria se conservaron los elementos patrimoniales que supon¨ªan irrenunciables para la nueva clientela: el vest¨ªbulo florentino, la biblioteca con chimenea, el sal¨®n aristocr¨¢tico presidido por una fuente de forja y toda esa suerte de sedas, gasas, doseles, tallas, artesonados, muebles a?ejos y cuartos de ba?o suntuosos que merecen ilustrar todas las gu¨ªas del Camino.

Asombra el poder¨ªo de la suite Real, con un dosel dorado en forma de corona sobre la cama y un cuarto de ba?o con balc¨®n y ba?era de hidromasaje. Aunque no es menor el efecto de darse un chapuz¨®n en la piscina exterior de agua salada, ni mucho menos el de reservarse una hora de circuito privado en el spa. Inyectores, terma y ducha escocesa con musicoterapia y aromaterapia para salir con ganas de abordar el siguiente tramo de la ruta jacobea.

No hay grandes vistas para ensimismarse desde los ventanales de la casona, pero el paisaje de La Rioja invita a recorrer los vi?edos y las bodegas antes de volver al regazo de sus tres siglos de historia.