Aranda de Duero, vino, museos y rico lechazo
Bodegas subterr¨¢neas medievales, el original Museo de los Aromas y las mejores pistas para comer y comprar. Ruta por la ciudad burgalesa, un destino no apto para ponerse a dieta
Viendo lo que la inmensa mayor¨ªa de los visitantes hacen en Aranda de Duero, municipio burgal¨¦s de 32.000 habitantes, dir¨ªase que no hay otro plan que ponerse morado de lechazo, morcilla y vino de Ribera en sus asadores. Pero s¨ª que lo hay, e incluye restaurantes de cocina contempor¨¢nea, obradores que hacen un hojaldre tan rico que los mejores chefs de Espa?a lo incluyen en sus men¨²s, interesantes museos o un escape room donde la clave para huir es beber y comer hasta dejar limpios vasos y platos. Para ponerse a dieta, este no es el lugar.
9.00 Primer paseo junto al r¨ªo
Es buena idea empezar el d¨ªa restando calor¨ªas. Para ello es perfecta la senda del Duero (1). Se ha de cruzar el r¨ªo por una pasarela a la altura del parque El Barriles y andar, correr o pedalear aguas abajo por la margen izquierda. Los siguientes cinco kil¨®metros el camino est¨¢ impecablemente acondicionado, con firme de zahorra y bancos en la orilla.
10.00 Un 'escape room' del siglo XIII
En Aranda de Duero se encuentran cientos de bodegas subterr¨¢neas medievales que forman una topera de siete kil¨®metros bajo el casco antiguo. Bodegas como la de Las ?nimas (2), en la plaza Mayor, que ahora es un museo visitable con gu¨ªa (947 51 04 76). O?como la bodega del siglo XIII en el n¨²mero 4 de la calle del Cascajar, cerca de la monumental iglesia de Santa Mar¨ªa (3), que la empresa Ribi¨¦rtete (4) ha convertido en una de las atracciones m¨¢s singulares de la Ribera del Duero: un escape room. Un monje de casi dos metros atemoriza e informa a los participantes: ¡°Cuanto m¨¢s beb¨¢is y m¨¢s com¨¢is, m¨¢s f¨¢cil os ser¨¢ hallar la salida¡±. No hay que ser fray Guillermo de Baskerville, el monje detective de El nombre de la rosa, para deducir que el vino y las viandas que se ofrecen acto seguido no son meros agasajos. Se cuenta con 50 minutos para escapar. La empresa organiza tambi¨¦n un Casino del Vino, con pruebas olfativas y catas a ciegas donde los jugadores descubren cu¨¢n dif¨ªcil es distinguir un blanco de un tinto privados del sentido de la vista.
12.00 Entre barricas
Bodegas a ras de tierra tambi¨¦n hay, claro. Destaca Finca Torremilanos (5), no solo por elaborar excelentes vinos y hacer cava (caso ¨²nico en Castilla y Le¨®n), sino por ser de las pocas en fabricar sus propias barricas, de lo cual se ocupa Gheorghe Tutulea, que lleva hechas m¨¢s de 4.000 en 15 a?os. Tambi¨¦n es un hotel de cuatro estrellas, rodeado de impolutos vi?edos. Muy c¨¦ntrica no est¨¢ (a unos 6,5 kil¨®metros del casco antiguo). Pero tampoco el hotel Montermoso (6), y este cuesta la mitad.
14.00 Comida en el asador
A esta hora ya est¨¢n en su punto los cuartos de lechazo Churro que se introdujeron a las 12.00 con agua, manteca y sal sobre las brasas de 20 kilos de le?a de encina en el horno del Asador de Aranda (7). Al pie del ca?¨®n a¨²n anda, a su 86 a?os, Martiniano Palomero, que era pastor a los 10 y hoy es el padre de este gigante (150 corderos se sirven a la semana solo aqu¨ª, y hay otros 17 establecimientos Asador de Aranda repartidos por Espa?a). No menos recomendables son los cercanos Casa Florencio (8), Mes¨®n El Pastor (9) y El Lagar de Isilla (10), este ¨²ltimo con bodega medieval visitable a 12 metros bajo tierra.
16.00 100 dal¨ªs
Para digerir el lechazo, una buena idea es pasear por el casco antiguo y visitar de paso el Museo de Arte Sacro (11), que ocupa la iglesia de San Juan, de hipnotizadora portada g¨®tica y cautivador entorno (la morer¨ªa, el puente medieval¡). Justo enfrente, en el Museo Casa de las Bolas (12) (plaza de San Juan, 9) pueden verse las 100 ilustraciones que Dal¨ª hizo para la Divina comedia por encargo del Gobierno italiano en 1965, al cumplirse 700 a?os del nacimiento de Dante. Muy dalinianas son tambi¨¦n las salas decoradas con enormes narices del Museo de los Aromas (13). Hay que conducir unos 16 kil¨®metros hasta Santa Cruz de la Salceda, y el lugar es ideal para ir con ni?os, pues la visita es puro juego: todo se examina, se compara, se confunde y se adivina husmeando.
18.00 Compras sabrosas
Aprovechando que hemos cogido el coche, merece la pena pasarse por Fuentespina, a 4,5 kil¨®metros de Aranda, para comprar vino, morcilla, dulces artesanos, pat¨¦s y miel de la comarca en Bodegas Fuentespina (14). El lechazo envasado al vac¨ªo lo venden en Paradilla 143, donde Eduardo Abad los cr¨ªa, cocina y conserva de forma cient¨ªfica, rozando la perfecci¨®n, en su finca de Pardilla ¡ªunos 15 kil¨®metros al sur de la ciudad burgalesa¡ª. Buenos asadores tiran de estos lechazos precocinados los d¨ªas flojos en los que no compensa encender el horno. Como tiran prestigiosos chefs, por ejemplo Mario Sandoval o Pepe Rodr¨ªguez, de la masa de hojaldre que se elabora y vende congelada en el obrador de Pasteler¨ªas Tudanca (15). Hacerla mejor es casi imposible, y se puede comprobar con una visita a la tienda que tienen en el n¨²mero 13 de la c¨¦ntrica calle de Isilla (16).
21.00 Noche en el casco antiguo
La noche por el centro de Aranda de Duero tambi¨¦n es para la gastronom¨ªa. Quien cena en el restaurante Aitana (17) disfruta de platos originales, aparte del t¨ªpico lechazo asado. Y para at¨ªpicas, las propuestas de La P¨ªcara Gastroteca (18): pulpo thai, hamburguesa de sepia, dulces croquetas de vendimia¡ Si se busca lo m¨¢s moderno, se ir¨¢ a El 51 del Sol (19), donde hasta la morcilla es de autor. Y para acabar el d¨ªa tomando una cerveza o una copa tranquila es perfecto el Caf¨¦ Central (20), un local cl¨¢sico, con m¨¢s a?os (30) que la mayor¨ªa de su clientela, decorado con guitarras de famosos rockeros donde suele haber m¨²sica en directo.
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