Arabia Saud¨ª, un reino por descubrir
Grandes oasis, impresionantes monta?as, yacimientos hist¨®ricos y otros fascinantes enclaves de un pa¨ªs que ha lanzado su primer visado tur¨ªstico
El Reino del Desierto era uno de los pa¨ªses m¨¢s dif¨ªciles de visitar hasta que el 27 de septiembre lanz¨® su primer visado tur¨ªstico. Adem¨¢s, los ciudadanos de medio centenar de Estados, entre ellos los de la Uni¨®n Europea, pueden obtenerlo de forma electr¨®nica antes de viajar o a su llegada al aeropuerto de destino. Al mismo tiempo, las autoridades saud¨ªes han anunciado que las visitantes no est¨¢n obligadas a cubrirse con la abaya ¡ªel say¨®n que oculta las formas del cuerpo¡ª y que los hoteles no van a pedir certificado de matrimonio a las parejas extranjeras. As¨ª que la apertura de Arabia Saud¨ª al turismo ofrece un nuevo horizonte para los viajeros avezados.
Esas medidas equiparan el pa¨ªs a otros de la zona, como Emiratos ?rabes Unidos, Om¨¢n o Qatar, aunque el conservador reino mantiene la prohibici¨®n del alcohol ¡ªni siquiera se sirve en los hoteles internacionales¡ª y la segregaci¨®n de sexos es m¨¢s evidente. Al igual que ellos, tambi¨¦n padece casi ocho meses de temperaturas achicharrantes, no resulta un destino barato y est¨¢ en el punto de mira de las organizaciones de derechos humanos por la ausencia de libertades civiles y pol¨ªticas. As¨ª que los potenciales viajeros se preguntar¨¢n: ?merece la pena ir?
Antes de viajar conviene prestar atenci¨®n a eventuales avisos por riesgos geopol¨ªticos en la zona
En contra de la imagen t¨®pica de inmenso desierto, Arabia Saud¨ª ofrece un paisaje m¨¢s variado, desde sitios arqueol¨®gicos hasta playas paradis¨ªacas, pasando por monta?as espectaculares. Y, sobre todo, tiene una sorprendente diversidad de tradiciones regionales. Fuera de las grandes ciudades a¨²n carece de suficientes infraestructuras hoteleras. A cambio, el visitante descubrir¨¢ un destino sin masificar en el que a menudo se sentir¨¢ m¨¢s invitado que turista. Esta es una selecci¨®n de sus lugares m¨¢s interesantes y algunos consejos para organizar el viaje.
Madain Saleh
Las ruinas nabateas son la joya de la corona. Situadas en la regi¨®n noroc?cidental, 670 kil¨®metros al sur de las m¨¢s conocidas de Petra (en Jordania), dan testimonio del esplendor de Hegra, como dos milenios atr¨¢s se conoc¨ªa el oasis de Al Ula y donde se cruzaban las rutas comerciales del golfo P¨¦rsico, Yemen y el mar Rojo. Estuvieron abandonadas hasta hace un par de a?os debido a que los integristas religiosos renegaban del pasado preisl¨¢mico. Las decenas de tumbas de aquella civilizaci¨®n no son el ¨²nico atractivo de la zona, entre cuyas sugestivas formaciones rocosas se halla la huella de pueblos a¨²n m¨¢s antiguos e incluso restos prehist¨®ricos. El sitio arqueol¨®gico de Madain Saleh no se abrir¨¢ al p¨²blico hasta octubre de 2020, pero hay una oportunidad de acceder a ¨¦l hasta el 9 de marzo, durante el festival Invierno en Tantora.
Yedda y el mar Rojo
La que fuera capital saud¨ª hasta 1982 es m¨¢s cosmopolita que Riad. Su car¨¢cter de puerta de entrada a La Meca y Medina, ciudades santas del islam cerradas a los no musulmanes, la ha convertido en crisol de razas y culturas. La rehabilitaci¨®n del casco antiguo, Al Balad, patrimonio mundial, permite asomarse al pasado reciente de este puerto hist¨®rico con un largo paseo mar¨ªtimo donde los j¨®venes disfrutan en patines o bicicletas. A la espera de las anunciadas como las Maldivas saud¨ªes, unas islas situadas m¨¢s al norte donde se proyectan varios complejos de lujo, es un buen punto de partida para descubrir la costa del mar Rojo y practicar submarinismo.
Millones de palmeras en Al Ahsa
En el extremo oriental se halla el que est¨¢ considerado como el mayor oasis del mundo, con 2,5 millones de palmeras, cuyo verdor contrasta con la aridez del desierto circundante. Aqu¨ª se han encontrado huellas de presencia humana continuada desde el Neol¨ªtico, tambi¨¦n se preservan innovadores sistemas tradicionales de riego y edificios hist¨®ricos. Desde el a?o pasado est¨¢ en la lista de patrimonio mundial de la Unesco por ¡°su paisaje geocultural ¨²nico y como ejemplo de interacci¨®n humana con el entorno¡±. Desde Hofuf, el principal centro urbano de Al Ahsa, se pueden visitar las asombrosas cuevas de Al Qarah, fruto de la erosi¨®n del agua y el viento, y donde la temperatura se mantiene varios grados por debajo del exterior.
El Fin del Mundo
Riad es una ciudad moderna y congestionada que a primera vista ofrece escaso inter¨¦s. No obstante, una breve escala ayudar¨¢ a conocer la historia reciente del pa¨ªs. Merecen una visita el Museo Nacional, el fuerte de Al Masmak y el sitio hist¨®rico de Diriyah, donde se sit¨²a el origen de la dinast¨ªa Al Saud. El contraste con los rascacielos de Al Faisaliya y el Kingdom, en el barrio de negocios de Al Olaya, subraya el camino recorrido desde 1932, cuando Arabia Saud¨ª se constituy¨® como Estado independiente. Y, sobre todo, hay que acercarse al Fin del Mundo: as¨ª es como se conoce popularmente el monte Fihrayn, un acantilado impresionante sobre el desierto unos 100 kil¨®metros al noreste de la capital.
Consejos pr¨¢cticos
?Viaje por libre o en grupo? La web de turismo saud¨ª no establece limitaciones al respecto y, tal como est¨¢ dise?ada, anima al viajero independiente. La misma p¨¢gina permite acceder a informaci¨®n sobre las regiones, vuelos, hoteles y alquiler de veh¨ªculos. No obstante, conviene prestar atenci¨®n a eventuales avisos por riesgos geopol¨ªticos, como los ataques a instalaciones petroleras del pasado septiembre. Adem¨¢s, para visitar algunas zonas como las monta?as de Asir ¡ªdonde la guerra que una coalici¨®n ¨¢rabe dirigida por Arabia Saud¨ª libra en ese pa¨ªs contra los rebeldes huthis obliga a informarse de la situaci¨®n antes de viajar¡ª o realizar excursiones al desierto conviene contratar gu¨ªas locales.
?Es recomendable para mujeres solas? En los dos ¨²ltimos a?os se han levantado muchas de las restricciones que pesaban sobre las mujeres, incluida la prohibici¨®n de conducir. No obstante, la falta de costumbre puede hacer que las viajeras solas encuentren alg¨²n inconveniente, sobre todo en zonas menos visitadas. Los ¨ªndices de violencia y criminalidad en el pa¨ªs son muy bajos, y aunque los saud¨ªes se muestran en general hospitalarios, fuera de las grandes ciudades hay muchos que no han tenido contacto con occidentales. De ah¨ª que sea importante que mujeres y hombres respeten la norma de ¡°vestir con modestia¡±, es decir, sin dejar mucha piel al descubierto, y que eviten hacer fotos sin permiso, en especial a las saud¨ªes.
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