Chicago desde el sof¨¢
La cuna del rascacielos es hoy un hervidero cultural, con m¨²sica de jazz de fondo. Cinco propuestas para vivirla desde casa, que incluyen un tour por el magn¨ªfico Museo Art Institute o la f¨®rmula de su legendaria pizza
1. Visita virtual: Monet, Hopper y Seurat
En el Art Institute de Chicago siempre ha habido pintoras expuestas porque en la escuela con el mismo nombre, junto al museo, estudiaron artistas como Georgia O¡¯Keeffe, Elizabeth Murray o Nancy Spero. En el edificio que ampli¨® Renzo Piano, en 2009, uno puede hacerse una idea de la historia del arte ¡ªhay esculturas romanas, tablas renacentistas, un colosal greco y lienzos impresionistas¡ª, y entender el arte que rompe con el siglo XIX y el americano, cuando la vanguardia art¨ªstica cambia de continente en el XX. Entre nen¨²fares de Monet, La habitaci¨®n de Van Gogh, la delicad¨ªsima vendedora de La tienda de sombreros de Degas o los ba?os de Berthe Morisot y Mary Cassatt, la cantidad de obras que cuelgan en este edificio resulta abrumadora. Ubicado en el coraz¨®n de Michigan Avenue, junto al legendario Loop de la ciudad, duermen los solitarios Nighthawks de Edward Hopper, los puntillistas parisienses que Seurat pint¨® tumbado frente al Sena un domingo en la Grand Jatte, la austera pareja del American Gothic de Grant Wood y la lluviosa calle de Par¨ªs que Gustave Caillebotte pint¨® en 1877. Si el tour virtual (artic.edu/visit-us-virtually) ya quita el aliento, conviene prepararse para la realidad (reabri¨® sus puertas este 30 de julio).
Cuando sea posible visitar la ciudad estadounidense no hay que olvidarse del maravilloso Millennium Park al salir del centro. Hay un auditorio abierto dise?ado por Frank Gehry (Pabell¨®n Jay Pritzker), una escultura de Jaume Plensa ¡ªen la que los retratados se convierten en fuente¡ª y otra de Anish Kapoor, Cloud Gate, que muestra c¨®mo al deformar las cosas se obtiene su mejor forma.
2. Una pel¨ªcula: 'Los intocables de Eliot Ness' (1987)
Hay un pu?ado de pel¨ªculas que te plantan en Chicago en un abrir y cerrar de ojos, pero ninguna con la fuerza de Los intocables de Eliot Ness, que Brian de Palma film¨® en 1986 por sus calles y allies (callejones). Flanqueados por los rascacielos d¨¦co y con la perspectiva hacia el edificio de la Bolsa, la escena en la calle Lasalle con la que comienza la pel¨ªcula podr¨ªa repetirse ahora sin Al Capone y, seguramente, con menos coches. La otra escena inolvidable sucede en un interior, con el suspense de un carro de beb¨¦ cayendo por los pelda?os de la escalera lateral de acceso a Union Station. Aunque la tensi¨®n concentra las miradas en Andy Garc¨ªa para ayudarle a rescatar al peque?o, no impide la contemplaci¨®n de la hermosa escalinata neocl¨¢sica. Un preludio de lo mejor de esta ciudad: su arquitectura.
3. Una receta: La pizza m¨¢s profunda
La base de la Deep Dish Pizza es fina, pero trepa por el molde hasta tener el aspecto de una quiche. Inventada por Rudy Malnati y comercializada por la Pizzeria Uno (unos.com) a mediados del siglo XX, es la especialidad m¨¢s caracter¨ªstica de la ciudad.
Primero, los ingredientes para una buena base:
- 1 cucharada de az¨²car, 1 de levadura y 300 mililitros de agua que se mezclan.
- Luego se mezclan aparte 350 gramos de harina, 100 de maicena o harina de ma¨ªz, 40 de mantequilla derretida y sal.
- Se juntan ambas mezclas y se amasa a mano 10 minutos sobre un poco de harina. Dejar reposar cubriendo con un trapo h¨²medo una hora.
Para la salsa de tomate (lo ¨²ltimo que se pone):
- Sofre¨ªr 2 cebollas y 2 ajos cortados en juliana. Cuando est¨¦n listos se a?aden 150 gramos de tomate concentrado, 450 de tomate triturado (salpimentado) y una cucharada de az¨²car. Se cuece 25 minutos hasta que pierdan el agua y la acidez.
Cuando la masa haya crecido se estira con un rodillo hasta que quede fina y se coloca sobre un molde profundo untado con aceite y subi¨¦ndola por los laterales. Se coloca un fondo grueso de mozzarella rallada, pimiento troceado o beicon. Luego se a?ade la salsa de tomate y se espolvorea parmesano generosamente. Y al horno 25 minutos a 220 grados.
4. Una vivienda ic¨®nica: el primer rascacielos de Mies van der Rohe
Muchos chicag¨¹enses viven m¨¢s cerca del cielo que del suelo. En 1958, Ms. Adamson, inquilina del piso n¨²mero 22 del 880 Lake Shore Drive, describ¨ªa las vistas desde su sal¨®n entre sublimes (un d¨ªa despejado) y terror¨ªficas (durante una tormenta). Ese edificio fue, junto a su hermano ¡ªel 860 de Lake Shore Drive¡ª, el primer rascacielos que firm¨® Mies van der Rohe, en 1949, 20 a?os despu¨¦s de llegar a Chicago. El legendario incendio de 1871 dej¨® m¨¢s de cinco kil¨®metros disponibles para levantar rascacielos, primero de ladrillo y luego de hormig¨®n, acero y vidrio. Muchos tienen piscina, pero la covid ha requerido cerrar las zonas comunes y ha encerrado a sus habitantes en las alturas.
5. Un grupo musical: del jazz al soft rock, pasando por Kanye West
A pesar de que el local Green Mill (greenmilljazz.com), al norte de la metr¨®polis y actualmente cerrado por la pandemia, sigue siendo un bar m¨ªtico para escuchar jazz, y muy a pesar de que el rapero Kanye West vivi¨® en esta ciudad desde los tres a?os; a pesar incluso de que la tercera hija del propio West y Kim Kardashian se llama¡, ?lo adivinan?, Chicago, ni el g¨¦nero rey ni el gran West son los elegidos para la banda sonora local.
La m¨²sica del grupo Chicago lleva el nombre de la ciudad, cuna de la urbe moderna, porque esta m¨ªtica big band de soft rock todav¨ªa existe (con web propia incluida: chicagotheband.com). Porque cuando el grupo public¨® su primer trabajo discogr¨¢fico, un doble ¨¢lbum all¨¢ por 1969, llevaba el nombre del metro, CTA ¡ªChicago Transit Authority¡ª, y porque los que han superado el medio siglo han llorado bastante y han bailado mucho m¨¢s escuchando If You Leave Me Now, Hard To Say I¡¯m Sorry o la todav¨ªa m¨¢s atormentada Wishing You Were Here, todas ellas de Chicago.
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