Sopa de nidos en el mar de Andam¨¢n
El peque?o archipi¨¦lago de las Phi Phi, a hora y media en lancha desde Phuket, se ofrece como un ed¨¦n menos masificado al sur de Tailandia
Lo primero que se comprueba al llegar al mar de Andam¨¢n es el color esmeralda de sus aguas. Son c¨¢lidas y pl¨¢cidas, sin olvidar que en 2004 se alzaron en un tsunami que arras¨® Phuket, Phi Phi y tantas islas y costas del sur de Tailandia y de otros pa¨ªses del ?ndico. Lo que parec¨ªa imposible sucedi¨®. El mar se comi¨® la tierra. Sin embargo, poco a poco, estos lugares han ido recuperando su normalidad, que no es otra que la ambici¨®n de ser rincones del mundo tildados de paradisiacos.
Aunque las palmeras tan verdes como las aguas tropicales siempre den alegr¨ªa, Phuket no enga?a: se postula como la gran meca tur¨ªstica del sur tailand¨¦s, con muchos n¨²meros para competir en la ecuaci¨®n precio-calidad. Una asequible esquina del para¨ªso que queda. Y encima, en hora y media de lancha desde Phuket surge el peque?o archipi¨¦lago de las Phi Phi, que se ofrece como alternativa de un ed¨¦n menos masificado. En Phi Phi Don, la mayor isla del grupo, a¨²n hay sitio entre los resorts, si bien no tanto en su puerto atestado de embarcaciones tur¨ªsticas, ya m¨¢s que las locales ¡ªunas barcas llamadas de rabo largo por la peculiar barra que sostiene su h¨¦lice¡ª.
Phi Phi Lee, la m¨¢s chica, est¨¢ deshabitada salvo por bandadas de macacos y tiburones de punta negra que se dejan ver con facilidad, aparte de sus apagados corales. Maya Bay, su mayor atracci¨®n, es una caleta con una playa de arena blanca como la nieve, abierta a un mar esmeralda y entre mont¨ªculos de un denso follaje. Durante d¨¦cadas esta ha sido la viva estampa del so?ado para¨ªso tropical.
Gu¨ªa
- La Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT) anunci¨® a finales del mes de marzo la hoja de ruta para reabrir a los visitantes extranjeros vacunados seis provincias tur¨ªsticas importantes del pa¨ªs: Phuket, Krabi, Phang Nga, Surat Thani (Ko Samui), Chon Buri (Pattaya) y Chiang Mai.
- En la primera etapa, de abril a junio, se reduce para los turistas extranjeros vacunados la cuarentena de 14 a 7 d¨ªas.
- En la etapa 2, de julio a septiembre, Phuket ser¨¢ el primer destino en levantar la exigencia de cuarentena.
- En la ¨²ltima etapa, entre los meses de octubre a diciembre, los otros cinco destinos tur¨ªsticos principales del pa¨ªs tambi¨¦n levantar¨¢n dicho requisito de cuarentena. En todo este proceso de apertura se exigir¨¢ al visitante una prueba PCR negativa hecha 72 horas antes de la salida.
- Web oficial Autoridad de Turismo de Tailandia: tourismthailand.org
Todo para¨ªso tiene tendencia a ser perdido y solo para poetas como Milton puede ser recobrado. El Ministerio de Parques Nacionales, Fauna y Conservaci¨®n de Plantas tailand¨¦s ha prohibido el acceso a Maya Bay. Tom¨® la medida en octubre de 2018 para proteger la naturaleza del lugar, claramente en peligro por la avalancha de los visitantes que quer¨ªan pasar all¨ª unas horas y hacerse mil selfis. El lugar recibi¨® el impacto causado en la imaginaci¨®n occidental por las escenas que all¨ª se rodaron de la pel¨ªcula La playa, protagonizada en el a?o 2000 por Leonardo DiCaprio. Basada en una novela de Alex Garland que daba vueltas al clich¨¦ y al humo del para¨ªso visto por unos mochileros, Maya Bay subi¨® a lo m¨¢s alto de la lista de playas m¨¢s id¨ªlicas del mundo. Y, por tanto, hab¨ªa que verla aunque fuese un rato y, a veces, no se cupiera en su bella angostura. No se sabe cu¨¢ndo se recuperar¨¢n los corales de Maya Bay, aunque las autoridades tailandesas anunciaron el pasado noviembre que estudian si la reabren de nuevo en los pr¨®ximos meses. Hay demanda, hay presi¨®n; o sea, no hay problema.
Ahora se vuelca el flujo del turismo, especialmente el de los cruceros de una jornada, en Khai, un miniarchipi¨¦lago en la provincia de Phang Nga. Este grupo, compuesto por las islitas Nok, Nak y Nui, trata de suplir la carga de enso?aci¨®n de Maya Bay llenando sus playas blancas y sus aguas verdosas donde los corales no se quejan solamente porque no hablan.
Pero quienes m¨¢s deber¨ªan protestar son las golondrinas de mar que anidan sobre todo en Phi Phi Lee. Esas aves, tambi¨¦n llamadas salanganas, producen unos nidos comestibles que alcanzan los 2.500 d¨®lares el kilo, situ¨¢ndose a la cabeza de las exquisiteces m¨¢s extravagantes de la gastronom¨ªa china. Desde tiempo inmemorial esos p¨¢jaros vuelan desde Siberia hasta el ?ndico buscando los mejores lugares para reproducirse. Los acantilados y cuevas de Phi Phi Lee se llevan la palma como teatro de una procreaci¨®n casi heroica. Las salanganas primero producen con su saliva unas hebras que pegan en los pe?ascos y en techos de cavernas que tienen su entrada por el mar. En Viking Cave ¡ªla cueva Tham Phaya Nak en tailand¨¦s¡ª esos primeros nidos de color blanco son recogidos por los chao ley, gentes n¨®madas en ¨¦pocas m¨¢s antiguas que ahora se juegan la vida trepando por postes de bamb¨² y fr¨¢giles andamios hasta donde anidan estas golondrinas.
Dos cosechas m¨¢s
Cuando los hombres recogen esa primera remesa, las salanganas no se arredran y vuelven a generar otros nidos rojizos, quiz¨¢ por el color de ciertas algas que comen m¨¢s que por la sangre que les cuesta el esfuerzo, como dice una leyenda tenaz. Esa segunda cosecha de nidos tambi¨¦n resulta valiosa y se la quitan, de modo que las salanganas producen una tercera tanda de nidos ya con muchas impurezas, plum¨®n y peque?os tallos. Requieren mucha limpieza antes de convertirse en algo que se pueda comer disuelto en una sopa de pollo.
A partir de esa tercera cosecha se las deja en paz para que contin¨²en su ciclo vital. Mientras destacados restaurantes de Asia y otras partes del mundo ofrecen esa mentada delicia a precios astron¨®micos, en Phuket Town, la capital isle?a, se venden cajas de las tres clases de nidos. Y en muchas zonas de Phuket hasta los supermercados expenden estas sustancias en polvos y p¨ªldoras, como complementos alimenticios que igual tambi¨¦n tienen propiedades misteriosas. La fantas¨ªa es lo que m¨¢s vuela.
En Patong, la playa de Phuket con m¨¢s aglomeraci¨®n de bares, discotecas y centros comerciales, hay un restaurante llamado Number Six donde la gente hace cola en la calle para sentarse en sus bancos corridos. Ponen platos locales a precios imbatibles. Entre ellos, algo que puede ser aperitivo o postre: un sirope de nido de golondrina. Es un agua con unas pocas hebras, como fideos transparentes, que se comen con una cuchara china. Cuesta 280 bahts (unos 9 euros) y mal no hace con el calor reinante.
Luis Pancorbo es autor de ¡®Caviar, dioses y petr¨®leo. Una vuelta al mar Caspio¡¡¯ (editorial Renacimiento).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.