Un ¡®sabbat¡¯ en Jerusal¨¦n
El periodista Mikel Ayestaran nos cuenta secretos tanto de la Ciudad Vieja como de otras zonas de Israel que le fascinan
Instalado en Jerusal¨¦n, donde ejerce como corresponsal, Mikel Ayestaran es un enamorado de la parte vieja de la ciudad. En su reciente libro Jerusal¨¦n, santa y cautiva (editorial Pen¨ªnsula) da fe de ello. Hablamos con ¨¦l para que nos cuente secretos tanto de la Ciudad Vieja como de otras zonas que le fascinan.
?Se orienta bien en la Ciudad Vieja?
Me gusta franquear sus murallas y perderme por all¨ª, pero cada vez me pasa menos porque ahora ya s¨ª logro orientarme. Pero no es algo f¨¢cil: salvo el barrio jud¨ªo, que fue reconstruido tras la II?Guerra Mundial y est¨¢ se?alizado, en el resto de la Ciudad Vieja tienes ese caos organizado de las viejas ciudadelas, con una calle donde solo venden carne, otra donde est¨¢n los puestos de verduras¡ La valoro mucho porque cada vez quedan menos ciudadelas vivas como esta en Oriente Pr¨®ximo.
?Hay buenas vistas panor¨¢micas intramuros?
Mis favoritas son las que se ven desde la azotea del Austrian Hospice, que es un antiguo hotel de peregrinos en la Via Dolorosa. Tambi¨¦n las del hotel y restaurante Hashimi.
Y en sabbat, ?qu¨¦ puede hacer un laico en esta ciudad?
Es un d¨ªa muy especial: puedes conducir sin problemas de tr¨¢fico, cuando lo normal son los atascos. Yo suelo ir a la parte oriental de Jerusal¨¦n o, dentro de la Ciudad Vieja, al barrio cristiano. Tambi¨¦n voy al ¨²nico cine abierto los viernes por la tarde: se llama Lev Smadar y tiene mucho sabor. Sus butacas son de madera, y suelen proyectar pel¨ªculas europeas.
Tambi¨¦n pasear¨¢ por un parque¡
S¨ª, porque aqu¨ª los hay exuberantes. La falda del Monte de los Olivos es un espacio natural muy bonito. Y en la parte occidental hay un jard¨ªn bot¨¢nico precioso y bien cuidado. Una curiosidad es que los habitantes de Jerusal¨¦n aprovechan para celebrar cualquier cosa haciendo barbacoas en los parques. Se cogen su parrilla port¨¢til con el carb¨®n y hacen all¨ª su kebab, comen humus¡, es una actividad unificadora. Y a 20 minutos en coche del centro se encuentra el pueblito de Ein Karem, donde est¨¢s ya en medio de la naturaleza.
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