24 horas en Cardiff, de puerto carbonero a ciudad para el ocio

El olor a hierba mojada reci¨¦n cortada que emana Cardiff, la capital de Gales, hace dif¨ªcil imaginar su pasado como puerto desde el que se exportaba carb¨®n. Carb¨®n con el que la familia Bute se hizo poderosa y se financi¨® caprichos como el castillo de Cardiff. De las minas de los valles de este peque?o pa¨ªs de Gran Breta?a se extra¨ªa tanto carb¨®n que los muelles demandaban mucha mano de obra. En la bah¨ªa del Tigre, donde se concentraba la zona portuaria, llegaron migrantes procedentes del Caribe, Irlanda, Espa?a y Noruega, entre estos ¨²ltimos la familia del escritor que mejor ha sabido c¨®mo tratar a los ni?os y adolescentes, Roald Dahl. Una multiculturalidad que hizo comunidad al borde del mar y que hoy se ha convertido en una ociosa zona que se conoce como Mermaid Quay,?en la que ya no hay estibadores y s¨ª locales y turistas que pasean, comen y toman fotos.

En el casco antiguo el entrenamiento es caminarlo por sus calles peatonales, adentrarse en sus galer¨ªas comerciales cubiertas, encontrarse con sus iglesias y tomar algo en sus pubs. Bares en los que adem¨¢s de una cerveza se puede ver por televisi¨®n alg¨²n partido de los deportes galeses por excelencia: el rugbi y el f¨²tbol, en ese orden. Deportes que se juegan, casi de manera religiosa y a nivel nacional, en el estadio Millennium. Dualidad deportiva e idiom¨¢tica, ya que en esta ciudad no hay se?al que no est¨¦ escrita en ingl¨¦s y gal¨¦s: Cardiff / Caerdydd. Aqu¨ª se paga en libras esterlinas, la distancia se mide en millas y la corriente el¨¦ctrica es de 220 voltios.

09.00 R¨ªo arriba

El r¨ªo Taff desemboca en la bah¨ªa de Cardiff, al sur, previo paso por el multiuso y visitable Millennium Stadium (1), un gran esqueleto mec¨¢nico con capacidad para 74.500 espectadores con un impresionante techo retr¨¢ctil. Estadio en el que el Real Madrid gan¨® a la Juventus de Tur¨ªn 4-1 la final de la Champions de 2017. En direcci¨®n contraria atraviesa el parque Bute (2), una zona verde que equivale a cinco campos de f¨²tbol. En el mismo y en ambas orillas del r¨ªo se puede pasear, montar en bicicleta y practicar otros deportes siempre rodeados por ¨¢rboles. En el extremo sur del parque se encuentra el castillo de Cardiff: una extravagancia g¨®tica, construida sobre un fuerte romano, que pas¨® por la v¨ªa del matrimonio a manos de la familia Bute en 1766 y que esta financi¨® con el carb¨®n que export¨®. Desde lo alto del mismo se puede disfrutar de una gran panor¨¢mica de la ciudad y a sus pies se contempla el curioso Muro de Animales.

R¨ªo arriba se encuentra la catedral de Llandaff (3), una hist¨®rica ciudad que se ha convertido en un tranquilo barrio de Cardiff, y en la que naci¨® Roald Dahl el 13 de septiembre de 1916. Es uno de los templos cristianos m¨¢s antiguos de Gran Breta?a, cuyo su origen se remonta al siglo VI.

M¨¢s al norte, en la localidad de Tongwynlais (4), a la que se puede llegar sin problemas en bicicleta, se encuentra el Castell Coch o Castillo Rojo, una construcci¨®n del siglo XIX para la que se aprovecharon las ruinas de una antigua fortificaci¨®n del siglo XIII. Este castillo, una transici¨®n del estilo alto g¨®tico al victoriano, tambi¨¦n fue un antojo de uno de los marqueses de la familia Bute. Aqu¨ª se han grabado escenas de la serie el Doctor Who y la pel¨ªcula Robin Hood.

12.00 Un paseo por calles peatonales y a cubierto

Procedente del castillo de Cardiff, cruzando Castle Street, uno se adentra en un centro hist¨®rico de calles peatonales (St Mary, The Hayes, High y Queen, entre otras), de victorianas galer¨ªas comerciales techadas (Wyndham, Royal, Morgan, High, Queens y Dominions), en el que se suceden tiendas, restaurantes y pubs. Tambi¨¦n las iglesias de San David (5) y San Juan (6).

En el mismo coraz¨®n del casco antiguo se encuentra el Mercado Central (7). Una victoriana estructura met¨¢lica cubierta por un techo de vidrio. Una opci¨®n para comer despu¨¦s es regresar a High Street y entrar en The Potted Pig (8), donde preparan platos brit¨¢nicos modernos inspirados en las parrillas de Francia y Nueva York.

15.30 Una cita con maestros franceses

Fuera del casco antiguo est¨¢n las facultades universitarias, el Ayuntamiento, las Cortes, la sede del Gobierno de Gales y el Museo Nacional (9), en el que se exhiben pinturas realizadas por C¨¦zanne, Renoir, Rodin, Monet, Picasso y Van Gogh. Acoge la mayor colecci¨®n de pinturas impresionistas y posimpresionistas que hay fuera de Francia. Adem¨¢s de este art¨ªstico patrimonio, en otras salas hay exposiciones sobre la evoluci¨®n de Gales con recreaciones de dinosaurios, simulaciones de terremotos y erupciones volc¨¢nicas y una galer¨ªa arqueol¨®gica. No es un museo, pero The Bone Yard (10)?es un sitio en el que los artesanos muestran sus artesan¨ªas en contendores mar¨ªtimos.

17.00 De puerto carbonero a centro de ocio

Cuando se dej¨® de extraer carb¨®n de las minas de los valles galeses el puerto de la bah¨ªa de Cardiff pas¨®, a lo largo de varias d¨¦cadas, de ser un centro exportador carbonero a convertirse en un centro de ocio. Hoy se suceden, entre otros, el Centro del Milenio de Gales (11), un polivalente espacio que alberga espect¨¢culos de danza, teatro y conciertos; la Asamblea de Gales (12), un edificio de cristal abierto al p¨²blico que quiere escuchar a los pol¨ªticos del pa¨ªs; el rojizo y g¨®tico edificio Pierhead (13), del siglo XIX; la antigua oficina de la Bute Docks Company; y el Centro de Artes de la Iglesia Noruega (15), un antiguo templo a la que acud¨ªan los trabajadores noruegos y en la que fue bautizado Roal Dahl ¡ªaunque a¨²n permanece cerrada por la pandemia¡ª. Tambi¨¦n est¨¢ el centro de la ciencia y el descubrimiento Techniquest (16). Si se va por la ma?ana, uno puede embarcarse y navegar por la bah¨ªa y ver el islote Flat Holm.

19.00 Una cena cerca del mar

En Mermaid Quay se suceden muchos restaurantes. Pero si hay uno que merece una recomendaci¨®n es Bill?s, que adem¨¢s de ubicarse en el interior de un hist¨®rico edificio conocido como Pilotage (16) abre bien temprano para desayunar, no cierra al mediod¨ªa, luego se puede comer y cenar, mientras se piensa o no en la transformaci¨®n que ha experimentado la bah¨ªa de Cardiff.