El espectro de Riba de Santiuste y otras curiosas historias de castillos
Ocho fortificaciones espa?olas de cuento de hadas o de fantas¨ªa medieval, con fantasma o sin ¨¦l. Los amigos de lo raro y lo paranormal se fotograf¨ªan delante, en la torre m¨¢s alta o en la cama, porque algunos han sido transformados en hoteles
En Espa?a hay 2.500 castillos. Son algo muy com¨²n. Lo que no es normal es encontrar un castillo como los de la regi¨®n alemana de la Selva Negra cerca de Bilbao o como el de la Cenicienta en la provincia de Segovia. Las restauraciones excesivas y las apariciones en pel¨ªculas y series como Juego de tronos han convertido estos enclaves con siglos de historia en sitios extraordinarios, objetivo de blogueros y en ocasiones tambi¨¦n destinos para los amantes de lo paranormal.
Arteaga y Butr¨®n (Bizkaia)
Eugenia de Montijo, que adem¨¢s de emperatriz de Francia era se?ora de Arteaga, mand¨® reconstruir la torre que sus antepasados ten¨ªan cerca de la localidad Gernika. Y fue Couvrechet, el arquitecto franc¨¦s de los Sitios Imperiales, quien dise?¨® en 1856 un castillo de fantas¨ªa de estilo neog¨®tico, que no se parec¨ªa en nada a lo que hab¨ªa antes, pero era mucho m¨¢s fino, de aires franceses, ideal para una emperatriz y no digamos ya para montar un hotelito como el que se inaugur¨® en 2003. El Castillo de Arteaga es el primer y ¨²nico Relais & Ch?teaux en el Pa¨ªs Vasco y el hotel m¨¢s rom¨¢ntico en cien kil¨®metros a la redonda.??
Ubicado tambi¨¦n en Bizkaia, el castillo de Butr¨®n es de la misma ¨¦poca y estilo. Se esconde en un bosque a unos 18 kil¨®metros al norte de la ciudad de Bilbao, a medio camino entre Sopelana y Mungu¨ªa. Tambi¨¦n era una casa-torre medieval y tambi¨¦n fue reformado en el siglo XIX con muchas torrecillas almenadas y chapiteles de pizarra, como los hac¨ªa Luis II de Baviera, el Rey Loco. Pero su propietario, el marqu¨¦s de Cubas, lo hizo por pura diversi¨®n, no era este un lugar para vivir: en las torres apenas se cabe y a algunas estancias se llega por pasarelas y escaleras al aire libre. Durante un tiempo se pudo visitar. Ahora solo se puede ver por fuera. Pero su simple vista traslada al observador a la Edad Media.?
Alc¨¢zar de Segovia
A Josep Pla le recordaba a un pastel: ¡°Las restauraciones dan al castillo un aspecto de obra de confiter¨ªa¡±. Desde luego, del siglo XII, que es cuando se menciona por primera vez el alc¨¢?ar de Segovia, no parece. Sea como fuere, este castillo de cuento de hadas, erizado de torrecillas con picudos chapiteles, es uno de los que inspir¨® el de la Cenicienta de Disney World, en Florida. Se pueden visitar 11 salas: entre ellas la m¨¢s antigua, la del Palacio Viejo, con sus ventanas geminadas del siglo XII, y la m¨¢s importante, la de los Reyes, donde se reun¨ªan las Cortes bajo la mirada de todos los monarcas que hay esculpidos en el friso, desde don Pelayo hasta Juana la Loca. Adem¨¢s, se puede ascender a la torre de Juan II, 152 pelda?os que finalizan a 80 metros de altura. El castillo de la Cenicienta mide solo 57.?
Almod¨®var del R¨ªo (C¨®rdoba)
Esta maravillosa fortaleza de origen ¨¢rabe fue edificada en torno al a?o 740. As¨ª que lleva 1.300 a?os vigilando una curva del Guadalquivir desde una colina de 252 metros de altura, a unos 25 kil¨®metros de C¨®rdoba. Pero est¨¢ como nuevo. Y ello gracias a Rafael Desmaissieres y Farina, 12? conde de Torralva, y su amigo el arquitecto Adolfo Fern¨¢ndez Casanova, que lo restauraron a fondo entre 1901 y 1936. Quiz¨¢ se les fue la mano¡ Pero se les fue para gran comodidad de los que rodaron aqu¨ª Camelot (1967), Boabdil el Chico, el ¨²ltimo rey moro (1968), Dardanelos (1970) y otras diez pel¨ªculas, series y anuncios, que no tuvieron que retocar nada del escenario. En la s¨¦ptima temporada de Juego de tronos, el castillo de Almod¨®var fue Altojard¨ªn. Hay un itinerario espec¨ªfico para los fans de la exitosa serie de HBO. Y en la torre Redonda se exhiben trajes y armaduras de la misma.?
Riba de Santiuste y Zafra (Guadalajara)
Para raro, raro, el castillo de Riba de Santiuste, cerca de Sig¨¹enza. Est¨¢ plantado sobre la cresta de un cerro lleno de pliegues y fracturas, de estratos de arenisca roja y amarilla, de cristales de sal y de ripples, las ondas dibujadas por la marea en una playa millones de a?os atr¨¢s. Ha sido lugar de reuni¨®n de miembros de Nueva Acr¨®polis, organizaci¨®n internacional sin ¨¢nimo de lucro ni prop¨®sito claro. Y tiene fantasma, una tal Manuela, a la que el presentador ?ker Jim¨¦nez dedic¨® un reportaje en el programa Cuarto Milenio.
Otro castillo en la provincia de Guadalajara que pone los pelos de punta es el de Zafra. En el alto y desolado p¨¢ramo de Molina de Arag¨®n, a seis kil¨®metros de Campillo de Due?as, se descubre esta fortaleza roja que hace equilibrios sobre una afilada pe?a del mismo color. Es como encontrar un castillo en Marte. O era, porque desde que apareci¨® en la sexta temporada de Juego de tronos, como la Torre de la Alegr¨ªa, sale cada dos por tres en alg¨²n blog y siempre hay curiosos alrededor.?
Palacio Real de Olite (Navarra)
En agosto de 2011, una alcaldesa belga que estaba de vacaciones en Espa?a fue sorprendida por un videoaficionado haciendo el amor con su novio en una de las torres del Palacio Real de Olite. La verdad es que este castillo, construido a comienzos del siglo XV, est¨¢ hecho que ni aposta para jugar al escondite, para perderse y encontrarse con el aliento entrecortado y una sonrisilla p¨ªcara en los labios. Est¨¢ claro que no fue concebido para hacer la guerra, actividad en la que Carlos III el Noble nunca brill¨®: lo suyo fue el arte, el lujo y tener hijos, nada menos que 13. Es un castillo-palacio rom¨¢ntico, de estilo g¨®tico pero rom¨¢ntico, lleno de galer¨ªas, ventanales de primorosa tracer¨ªa, jardines colgantes y torrecillas alt¨ªsimas y min¨²sculas, desde las que el rey y la reina, Do?a Leonor de Trast¨¢mara, contemplaban los torneos, o eso dec¨ªan. Junto al Palacio Nuevo, que es la parte del castillo que se visita, se encuentra el Palacio Viejo, que es la m¨¢s antigua (del siglo XIII, con fundamentos romanos) y la que ocupa el Parador de Olite. Es un hotel con misterio, con fantasma: un esqueleto que aparece, como las caras de B¨¦lmez, en el cuadro del Pr¨ªncipe de Viana que preside el sal¨®n.?
Cardona (Barcelona)
Otro castillo que es hotel y aloja un fantasma es el Parador de Cardona. D¨ªas ha habido en que todos los muebles de la habitaci¨®n 712 amanec¨ªan juntos en el centro de la estancia, para pasmo del servicio de limpieza. Quiz¨¢ fuera Abdal¨¢, el pr¨ªncipe bereber que vio c¨®mo su amada, la hija del duque de Cardona, se marchitaba y mor¨ªa encerrada por su padre en la torre de la Minyona, y que desde entonces vaga de noche por el castillo. Encaramado desde hace 1.100 a?os en un promontorio que domina la vega del r¨ªo Cardener y la famosa Monta?a de Sal, el hoy parador es una fortaleza de roca oscura imponente. Sin dormir en ella, solo con mirarla, da miedo. Adem¨¢s de todas las vistas del mundo y de una habitaci¨®n con duende, hay una iglesia del siglo XI, la colegiata de San Vicente, que es una joya del rom¨¢nico lombardo catal¨¢n.?
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