As¨ª es Cayo Levantado, una isla de pel¨ªcula en la bah¨ªa de Saman¨¢
¡®Amanece en Saman¨¢¡¯, el filme de Rafa Cort¨¦s que acaba de llegar a los cines, se rod¨® en el Cayo Levantado Resort. El hotel de este peque?o islote de la Rep¨²blica Dominicana encarna a la perfecci¨®n la idea del para¨ªso caribe?o, y se convierte en un protagonista m¨¢s de la cinta
Amanece en Saman¨¢ es el t¨ªtulo de la pel¨ªcula del director Rafa Cort¨¦s estrenada el 8 de noviembre, pero tambi¨¦n la descripci¨®n del momento del d¨ªa en que m¨¢s cerca est¨¢s del cielo en la bah¨ªa de Saman¨¢, en el noreste de la Rep¨²blica Dominicana. Camino hundiendo los pies en la arena blanca de la playa en el instante en que el sol levanta la persiana y el Caribe se despereza, sacando el pantone de los verdes. Cayo Levantado es un id¨ªlico islote de apenas un kil¨®metro cuadrado, y donde se ubica el hotel Cayo Levantado Resort. Es aqu¨ª donde dos parejas de amigos, interpretados por Luis Tosar, Luis Zahera, Luisa Mayol y B¨¢rbara Santa-Cruz, pasar¨¢n unas vacaciones inolvidables. ¡°Fue un rodaje totalmente diferente, porque la trama suced¨ªa en el mismo hotel donde estuvimos alojados dos meses, creando un efecto Gran Hermano¡±, cuenta Cort¨¦s en declaraciones para El Viajero. Un Gran Hermano en el para¨ªso no suena nada mal.
En este rodaje at¨ªpico, incluso las propias familias de los actores, del director y de parte del equipo les acompa?aron en este destierro dorado. Y es que los encantos de este lugar llamaron la atenci¨®n de las c¨¢maras antes incluso de que se levantara el hotel en los a?os noventa, cuando esta isla de postal se convirti¨® en el escenario de un ic¨®nico anuncio de Bacardi, en el que unos bronceados modelos encontraban refugio entre las palmeras tras un naufragio, sobreviviendo a base de lingotazos de ron. Esa misma isla, las mismas playas blancas y el mismo mar turquesa del anuncio esperan en el nuevo Cayo Levantado Resort, con espectaculares habitaciones y villas con piscinas privadas, restaurantes de alta cocina y uno de los universos wellness m¨¢s espectaculares de Am¨¦rica.
El hotel ocupa 14 hect¨¢reas de la isla, pero a diferencia de otros guetos tur¨ªsticos que excluyen a los locales, Cayo Levantado tiene una playa p¨²blica a la que cada d¨ªa se acercan vecinos de Saman¨¢ y turistas a pasar el d¨ªa, tost¨¢ndose al sol, bebiendo cervezas heladas y pi?as coladas preparadas en chiringuitos de madera de colores, al ritmo de merengue y bachata. A las cuatro de la tarde, cuando zarpa el ¨²ltimo barco rumbo a tierra firme llev¨¢ndose a los visitantes del d¨ªa, el arenal cambia el bullicio por el silencio y se prepara para su momento estrella. ¡°Cada tarde, recog¨ªamos el equipo a toda velocidad para sentarnos en la playa a disfrutar del atardecer m¨¢s espectacular que he visto en mi vida¡±, recuerda Cort¨¦s. Palabras mayores viniendo de alguien que merienda con incre¨ªbles puestas de sol en su isla de Mallorca.
De vuelta al hotel, la arquitectura victoriana de blanco impoluto y tejados azules, con las balconadas t¨ªpicas de las casonas antillanas, junto con las villas ocultas entre la vegetaci¨®n y las hiedras trepadoras, y flanqueadas por ficus gigantes, mete el esp¨ªritu caribe?o en el cuerpo. En la piscina infinita, pr¨¢cticamente fundida con la playa y el mar y rodeada de palmeras, las parejas de la pel¨ªcula disfrutan del sol y de la barra libre de c¨®cteles tropicales, ajenas a¨²n al giro de guion que convertir¨¢ a esta comedia rom¨¢ntica en una ¡°comedia fant¨¢stica¡±, en palabras del director. La revelaci¨®n de un secreto por parte de la pareja de Luis Tosar (en la ficci¨®n y en la vida real) hace que, desde entonces, nada sea lo que parece y todo explote en el lugar menos pensado, en medio de una experiencia de meditaci¨®n, semisumergidos en la gran piscina Yubarta modelada en forma de ballena. El escenario, deliberadamente elegido para acentuar el efecto c¨®mico de la situaci¨®n, es perfecto porque Yubarta es el complejo wellness del resort rodeado de vegetaci¨®n, cenotes y espacios dedicados a promover el bienestar y la b¨²squeda del equilibrio personal. ¡°Al acabar de filmar, este era el lugar donde los actores y yo ven¨ªamos a desconectar, realizando inmersiones en brazos de los monitores del bienestar del hotel y haciendo terapias sonoras¡±, explica el director sobre este espacio en el que ofrecen sesiones de yoga y meditaci¨®n, inmersiones en su cenote, sesiones de tantra, limpiezas cham¨¢nicas, masajes de cuencos y recorridos por el jard¨ªn bot¨¢nico.
Ya que nos ponemos hol¨ªsticos, ser¨ªa un pecado olvidar a nuestro segundo cerebro, el est¨®mago. De su bienestar se encargan los seis restaurantes del hotel, que han convertido esta peque?a isla en un lugar de culto para foodies. Dietas sanas y equilibradas en Santa Yuca, con platos como la ensalada de sand¨ªa a la parrilla y el ceviche de lamb¨ª con mango; fusi¨®n peruano-japonesa en el restaurante Carey; alta cocina en Senda, en un suculento viaje de siete tiempos que homenajea la cocina tradicional dominicana; o la propuesta para carn¨ªvoros de Manaya, cuyas credenciales quedan claras en su vitrina de maduraci¨®n donde envejecen las chuletas Tomahawk, las piezas de cerdo Kurobuta y los cortes de ternera de Kobe. Para acompa?ar semejante fest¨ªn, una carta de vinos con 175 referencias. Todo una fantas¨ªa en una diminuta isla en medio del Caribe.
En la pel¨ªcula, el hotel se convierte en el quinto protagonista y, mientras los otros cuatro van trenzando situaciones que sorprenden al espectador, las habitaciones, las playas y el mar turquesa son la ¨²nica realidad tangible a la que agarrarnos. Tanto en la pel¨ªcula como en la vida real, la ¨²nica raz¨®n por la que vale la pena abandonar la isla (por un rato) es la excursi¨®n al espectacular parque nacional de Los Haitises. Primero tocan unos 40 minutos de traves¨ªa en lancha por la bah¨ªa de Saman¨¢, a donde llegan miles de ballenas jorobadas para aparearse y dar a luz a sus cr¨ªas de enero a marzo. El resto del a?o, es habitual cruzarse con manadas de delfines. La llegada al parque viene precedida de la aparici¨®n de los mogotes, formaciones rocosas de forma c¨®nica, algunas de m¨¢s de 40 metros de altura, que parecen flotar en medio del mar. El parque es un festival de estuarios, playas, manglares y enormes cuevas con las paredes salpicadas de pinturas rupestres de los ta¨ªnos, como la Cueva de la L¨ªnea, de 600 metros de recorrido y con cerca de 950 pinturas rupestres.
De vuelta al hotel, a medida que la lancha se acerca al embarcadero de madera, invade una sensaci¨®n de estar llegando a una isla de donde no quieres ser rescatado y que siempre se quedar¨¢ contigo. ¡°Un a?o y medio despu¨¦s del rodaje y mi fondo de pantalla sigue siendo una foto con mi mujer y mis hijos en la playa de Cayo Levantado¡±, confiesa Rafa Cort¨¦s.
El d¨ªa llega a su fin y la luz del atardecer envuelve en un abrazo la isla, record¨¢ndote que en ese preciso instante no hay otro lugar en el mundo en el que te gustar¨ªa estar.