Un Canc¨²n diferente al t¨ªpico viaje de sol, playa y fiesta

Llegar al aeropuerto de Canc¨²n y que te reciban con un tequilazo y unos mariachis es lo normal. Lo siguiente es el sol y la playa; y de noche, la fiesta. Un hotel todo incluido con un men¨² internacional correcto pero no sensacional. Hasta aqu¨ª las expectativas que sol¨ªa tener de este destino mexicano. Pero el reto de esta estancia en Canc¨²n ¡ªpara ser justos, en todo el Estado de Quintana Roo¡ª, es hacer turismo de salud y retiro de bienestar. Beber poco alcohol o nada. Alimentarse de comida kil¨®metro cero, de ceviche fresco (con poco picante). Intentar la desconexi¨®n digital y abrazar la naturaleza, caminar por la arena o por la selva baja de este Estado, visitar cuevas subterr¨¢neas y vivir la parte m¨¢s espiritual y sana de la cultura maya.

Para buscar disciplina y m¨¦todo hacemos del Sha M¨¦xico el cuartel general del viaje. La cl¨ªnica de salud y bienestar de Alicante acaba de expandir su universo wellness a Costa Mujeres, donde se aplica su m¨¦todo a rajatabla. El primer d¨ªa tengo anal¨ªticas en ayunas y una sesi¨®n de diagn¨®stico avanzado. Cualquiera dir¨ªa que no parecen vacaciones, pero es que el concepto vacaciones ha cambiado lo suyo en los ¨²ltimos a?os. Ahora los d¨ªas de descanso se pueden aprovechar para hacer cambios de h¨¢bitos o reseteos que mejoren tu vida.

Seg¨²n las agencias que estudian las tendencias de viajes y turismo, la b¨²squeda de la longevidad y el bienestar se ha convertido en un buen motivo para viajar. Documentales como Vivir 100 a?os: los secretos de las zonas azules (Netflix) han despertado el inter¨¦s de los viajeros en aprovechar sus vacaciones para optimizar su salud y cambiar su dieta. Entre 2021 y 2022, la inversi¨®n global en cl¨ªnicas de longevidad se ha duplicado, de 27 millones a 57, de acuerdo con los datos que maneja la compa?¨ªa Longevity Technology, un dinero que se ha ido a abrir retiros, resorts de lujo para hacer biohacking e, incluso, campamentos para replicar el modo de vida de las llamadas zonas azules.

En ese contexto, unas anal¨ªticas de control tienen sentido: para saber si has mejorado cuando te vas del resort tienes que saber c¨®mo has llegado. Tres d¨ªas despu¨¦s la lectura de esas anal¨ªticas va a ser todo un aprendizaje. Nunca antes un m¨¦dico me hab¨ªa explicado mis signos vitales como si estuvi¨¦ramos en una charla TED. En resumen, no le gustan mis triglic¨¦ridos pero s¨ª mis plaquetas. Mi masa muscular me va a dar muchas alegr¨ªas pero mi frecuencia cardiaca en reposo es alta (tengo que subir m¨¢s escaleras). Las arterias bien, pero podr¨ªan estar mejor; el sue?o mal, pero puede ser por el cambio horario. En pocas palabras, aunque hago ejercicio regularmente debo hacer m¨¢s cardio y apaciguar mi sistema nervioso simp¨¢tico. No se puede ir tan acelerado por la vida. Salgo de la consulta con algunos suplementos sugeridos (pocos), la recomendaci¨®n de no irme a dormir con el m¨®vil y mucho menos despertarme con ¨¦l, y el mandato de seguir un m¨¦todo de nutrici¨®n sin carne pero con pescado, mucha verdura, algunas algas, nada de az¨²car y porciones m¨¢s peque?as en cada comida.

Los cenotes, un lugar espiritual

Mi inter¨¦s en este viaje es tambi¨¦n averiguar c¨®mo se relacionaban los mayas con la salud y la incertidumbre. Nuestro gu¨ªa por este universo es descendiente de los mayas y un profundo conocedor de su cultura. Empezamos explorando lo que esa civilizaci¨®n consideraba su inframundo, un sitio que no es equivalente al infierno, tampoco al purgatorio, sino una fase m¨¢s benigna donde las almas ten¨ªan oportunidad de, digamos, reciclarse, y elevarse a estados m¨¢s cercanos al cielo. Los mayas cre¨ªan que los cenotes, tan abundantes en la zona, eran la entrada a ese lugar espiritual, un sitio donde sanar, aprender y desconectar.

Bajamos a la Cueva R¨ªo Secreto, Pool Tunich en lengua maya, un sistema de cuevas semiinundadas con un r¨ªo subterr¨¢neo. Es el entramado de grutas m¨¢s largo de su tipo de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n. La restricci¨®n de aforo es estricta. En teor¨ªa no deber¨ªamos cruzarnos con otro grupo de visitantes en ning¨²n momento. Obviamente el m¨®vil se queda fuera y no se permiten fotos. Adem¨¢s, se pide prescindir de protecci¨®n solar, repelente de insectos o cualquier cosm¨¦tico que altere el agua. Vamos con neoprenos y cascos con linterna.

Cuenta el gu¨ªa que lo ideal es caminar en silencio y estar atento: ¡°Descubrir¨¢n sonidos nuevos, algunos ¨¢ngulos ocultos de la cultura maya y sentir¨¢n una profunda conexi¨®n con la naturaleza¡±. El sistema de cuevas es de una belleza apabullante, pero, de repente, eso es tambi¨¦n una distracci¨®n. El gu¨ªa pide que se apaguen todas las luces. Ahora, adem¨¢s de en silencio, estamos totalmente a oscuras, y empieza la meditaci¨®n. Un acto de relajaci¨®n profunda que requiere concentraci¨®n m¨¢xima. Para los mayas era el entrenamiento definitivo de fuerza mental y espiritual que requer¨ªa un joven para convertirse en guerrero. Seg¨²n la leyenda, viajar por las cuevas pon¨ªa a prueba el cuerpo y el esp¨ªritu. Cuenta el gu¨ªa que ¨¦l pas¨® por esa prueba. A los 14 a?os lo dejaron solo a oscuras en una cueva como esta, y tuvo que salir solo. A quien le cueste meditar, esta pr¨¢ctica a oscuras y en silencio puede parecer un agobio. Curiosamente no lo es.

En la era de la hiperestimulaci¨®n, una de las tendencias que marcar¨¢n los viajes de 2024, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial del Turismo, es el silencio. Unos d¨ªas para recuperarse del ruido continuo. Unas vacaciones reparadoras, de las que no se necesite descansar a la vuelta. Los retiros de meditaci¨®n son una de las tendencias que se pronostican como muy populares: curas de sue?o, hoteles tranquilos, largas caminatas y todo tipo de excursiones y experiencias, pero siempre en silencio.

Esa tarde, cuando volvemos de la cueva, seguimos la rutina de tratamientos de Sha que refuerzan la sensaci¨®n de que este es un viaje a un Canc¨²n nuevo. Tenemos masajes de tejido profundo y probamos las envolturas en algas para la relajaci¨®n. La meditaci¨®n en la cueva ha sido una cura de humildad, pero contemplar en paz la inmensidad del Caribe mexicano es una experiencia nueva.

Una pr¨¢ctica con m¨¢s de 500 a?os

El reto que del d¨ªa siguiente es una aut¨¦ntica prueba de fuego para los control freaks. Dejarse llevar y soltar amarras es muy dif¨ªcil para las personas con grandes responsabilidades, consejeros delegados de grandes compa?¨ªas, altos ejecutivos, o, sencillamente, personas educadas para no compartir responsabilidades. Estos males tan modernos los pondremos a prueba con una pr¨¢ctica que tiene m¨¢s de 500 a?os. Llegamos a Sian Ka?an, una reserva de la biosfera cercana a la zona arqueol¨®gica de Muyil, y nos dirigimos a los canales de sus lagunas construidos por los mayas se cree que con fines comerciales. El agua es tranquila y cristalina y el canal amplio y con corriente. La suficiente para que solo se pueda flotar en un sentido. Nos relajaremos como los mayas, flotando por un canal limitado por manglares, siempre en la misma direcci¨®n. No es posible tocar fondo, tampoco cambiar de rumbo ni retroceder. Pronto el cerebro entiende y se rinde. No se puede hacer otra cosa: hay que relajarse, flotar y dejarse llevar por la corriente durante una hora completa, mirando a cada lado un para¨ªso que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil de encontrar en el mundo: un ecosistema equilibrado y limpio. Sin tel¨¦fono, sin agenda, sin prisas, la corriente manda.

Al cuarto d¨ªa empezamos a incorporar la conexi¨®n maya con la salud y la naturaleza, y creemos que estamos listos para la ceremonia del temazcal, una especie de ba?o de vapor untado con vapores de hierbas de la zona, una pr¨¢ctica muy frecuente en las tribus mesoamericanas para usos medicinales y espirituales, en maya se llama zumpul-ch¨¦. Seg¨²n explican, la falta de ox¨ªgeno ¡ªla ceremonia se celebra en una especie de ba?o de piedra con forma de igl¨² y techos bajos, donde pueden entrar hasta 10 personas¡ª mezclada con los efectos de las hierbas inducen a una relajaci¨®n o a un estado mental alterado. Cada temazcal tiene un padrino o varios que lo bendicen antes de usarlo por primera vez. Para probarlo nos vamos a Tulum, uno de los sitios donde se han encontrado vestigios fiables de esta pr¨¢ctica, y lo hacemos en una casa privada, vecina del ins¨®lito museo biodin¨¢mico Sfer ik, construido solo con tres materiales locales: cemento, madera y bejuco.

Todos los que entramos en que el temazcal coincidimos en que la experiencia es similar a la de un hamman, quiz¨¢s m¨¢s agobiante por la escasez de espacio, aunque es probable que se necesite repetir varias veces para aprovechar todo su potencial espiritual y curativo. Se cree que en una sesi¨®n el cuerpo elimina alrededor de un litro de sudor y toxinas.

De vuelta al Sha intentamos integrar estas experiencias locales en su programa de salud, pero ya lo hacen ellos, que tambi¨¦n est¨¢n construyendo un temazcal e incorporan a su saludable cocina especias y verduras locales. Este Canc¨²n -Riviera Maya m¨¢s espiritual y sano es posible. Adem¨¢s, hemos hecho submarinismo frente a Isla Mujeres, y visitado varias ruinas mayas. En nuestro caso, la nutrici¨®n estaba controlada, pero no habr¨ªa sido dif¨ªcil seguir una dieta saludable con la gastronom¨ªa local, rica en pescados blancos y verduras. Solo hay que controlar las salsas picantes, la sal y el alcohol. Digamos que hemos hecho un viaje 80% sano. No hay que intentar hacerlo todo bien todo el tiempo. Basta con aplicar la ley del 80-20. Darse un respiro del 20% ¡ªen nuestro caso, comer alg¨²n taco¡ª no hace de esta versi¨®n de Canc¨²n un sitio menos sano.

Suscr¨ªbete aqu¨ª a la newsletter de El Viajero y encuentra inspiraci¨®n para tus pr¨®ximos viajes en nuestras cuentas de Facebook, X e Instagram.