Lanzarote, un viaje entre mundos en una sola isla
Degustar vinos volc¨¢nicos o carnes cocinadas con el calor terrestre, practicar surf, explorar volcanes y maravillarse con atardeceres incre¨ªbles. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede pedir a un destino? Este es un recorrido de norte a sur por los imprescindibles de la isla canaria
Descubrir Lanzarote es adentrarse en una narrativa fascinante, como contemplar un lienzo donde C¨¦sar Manrique fusion¨® su arte con la lava y el mar. Una tierra de contrastes donde tiene cabida el plan m¨¢s inveros¨ªmil, dejando al viajero sin saber d¨®nde dirigir la mirada cuando se asoma por la ventanilla del coche. La primera vez en la isla es natural preguntarse d¨®nde encontrar el alojamiento perfecto y c¨®mo comenzar la aventura. ?Le atrae la energ¨ªa del norte para practicar surf y explorar dunas, o prefiere la serenidad del sur y disfrutar del sol en sus playas? ?O quiz¨¢s una mezcla de ambos planes, donde cada rinc¨®n cuenta una historia diferente? Antes de tomar la decisi¨®n, debe saber que hay dos microclimas en esta isla canaria: posiblemente har¨¢ viento en el norte y m¨¢s sol en el sur.
A lo largo del a?o, Lanzarote se abraza con un clima que crea una sensaci¨®n de eterna primavera, con una temperatura media de 21 grados. Pero no hay que confiarse, hay que meter en la maleta ropa variada porque puede hacer todas las estaciones en un mismo d¨ªa: adem¨¢s de que es fundamental no olvidarse de un calzado c¨®modo, ba?ador y una chaqueta para las noches m¨¢s frescas. Un coche de alquiler le proporcionar¨¢ la libertad necesaria para explorar cada rinc¨®n sin limitaciones.
El norte de la isla
Se puede explorar el norte desde el aeropuerto de la isla, conociendo algunos de los lugares fascinantes creados por el genio de C¨¦sar Manrique, como la mansi¨®n-museo de Lagomar, los Jameos del Agua (un rinc¨®n natural dentro de un t¨²nel volc¨¢nico) y el mirador del R¨ªo (un balc¨®n con vistas al mar y la isla La Graciosa que quita el aliento). En los a?os sesenta, el arquitecto, pintor, escultor y artista canario lider¨® un enfoque sostenible, contribuyendo a que Lanzarote fuera nombrada Reserva de la Biosfera en 1993, fusionando el arte con la naturaleza y dejando una huella imborrable.
La primera parada de este recorrido es Har¨ªa, un pueblo que ha embrujado a algunos viajeros como Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa. En este hermoso valle de palmeras, una idea para hospedarse es en La Casa de los Naranjos, de la que es propietario Garc¨ªa. Tropez¨® con este tesoro de m¨¢s de 200 a?os de antig¨¹edad de manera casual durante un viaje y, siguiendo su instinto y tras echar algunos n¨²meros, compr¨® la propiedad en estado semirruinoso, dejando atr¨¢s su vida en Madrid. Con mucho trabajo, ha transformado cada rinc¨®n de las ocho habitaciones de esta casa se?orial del siglo XIX, impregn¨¢ndola con un aire rom¨¢ntico de ch?teau franc¨¦s. Ha rehabilitado materiales originales e incorporado mobiliario de anticuario adquirido tanto en Madrid como en sus viajes, logrando la calificaci¨®n oficial del Gobierno canario como hotel emblem¨¢tico. En la planta superior, reposa la biblioteca privada de los antiguos due?os, la m¨¢s antigua de la isla.
?Qu¨¦ m¨¢s planes se pueden hacer en el norte? La antigua vivienda de C¨¦sar Manrique se encuentra a pocos minutos de La Casa de los Naranjos, y es donde el artista encontr¨® serenidad y conexi¨®n directa con la naturaleza hasta su fallecimiento en septiembre de 1992, a ra¨ªz de un accidente de tr¨¢fico.
Los s¨¢bados, el mercado de Har¨ªa ofrece productos artesanales y agr¨ªcolas, lo que permite sumergirse en la vida local. Despu¨¦s, hacia el este, se encuentra Punta Mujeres, un pintoresco pueblo costero con encantadoras casitas blancas que conserva su atractivo tradicional y alberga varias piscinas naturales. Si le gustan los deportes de olas, dir¨ªjase hacia el oeste: la zona de Famara es el santuario de los surfistas y se disfrutan atardeceres inolvidables en sus playas. En primera l¨ªnea de mar, el restaurante El Risco es uno de los m¨¢s reconocidos donde disfrutar de la cocina kil¨®metro cero marcadamente canaria.
Por el centro insular
Dejamos el norte y comenzamos la ruta hacia el sur, descubriendo en el camino lugares asombrosos como el parque nacional de Timanfaya, creado por erupciones volc¨¢nicas entre 1720 y 1736. Es una de las visitas m¨¢s tur¨ªsticas de Lanzarote, aunque no por ello menos atractiva. Para llegar hasta aqu¨ª hay que tomar la carretera LZ-67 hasta la garita de acceso. La entrada se puede adquirir online a trav¨¦s de la web oficial de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, la empresa p¨²blica que gestiona estos espacios (tambi¨¦n otros, como los Jameos del agua y el mirador del R¨ªo) o en la propia taquilla.
Dado que el parque est¨¢ protegido, se conoce en un recorrido en autob¨²s de 30 minutos desde el Islote de Hilario, siguiendo la Ruta de los Volcanes por el epicentro de las erupciones volc¨¢nicas. Son sorprendentes las demostraciones de las anomal¨ªas t¨¦rmicas que a¨²n registra esta zona, as¨ª como que el restaurante El Diablo, proyecto tambi¨¦n de Manrique, utilice el calor de la tierra para cocinar carnes y verduras de manera ¨²nica. ?En qu¨¦ otro lugar se puede probar un bocado as¨ª?
Al sur del parque, espera el Charco Verde, un lago que debe su nombre al color del agua. Gracias a su cercan¨ªa a Timanfaya su paisaje se ti?e de arena negra.
Desde aqu¨ª, nos dirigimos a La Geria, donde bodegas emblem¨¢ticas como El Grifo, Bodega La Geria y Stratvs cultivan vi?edos sobre las rocas negras de lava del volc¨¢n Timanfaya. Los vi?edos se aferran a suelos de cenizas negras, impidiendo cualquier vegetaci¨®n. Con viento, sol y escasez de lluvias, producir vino aqu¨ª parece casi un milagro, as¨ª que las vides se protegen con muros de piedra seca para enfrentar el viento y regular la humedad, creando un paisaje casi lunar con un impactante contraste entre el suelo volc¨¢nico negro y el verde de las vides.
Las Grietas es otro rinc¨®n impresionante que muestra la fractura en la ladera del volc¨¢n Monta?a Blanca y revela las capas de lava de diversas erupciones que han marcado la historia de la isla.
En el centro de la isla una buena opci¨®n para alojarse es el hotel C¨¦sar Lanzarote, anta?o hogar de Gumersindo Manrique, padre del artista. Gestionado por Numa Management Group, es un proyecto joven: abri¨® sus puertas en 2023. Con 20 habitaciones con vistas al mar y los volcanes, est¨¢ dise?ado con un aire algo moderno y con un estilo que captura la esencia de la isla, obra de la talentosa Virginia Nieto. Los tonos verdes, la piedra, los materiales naturales y los nombres de plantas en las habitaciones son una clara declaraci¨®n de que aqu¨ª la naturaleza es la verdadera protagonista. La piscina, con su aspecto de lago, y el gimnasio al aire libre complementan la experiencia, convirtiendo al hotel en un oasis de belleza y serenidad en medio de la ¨¢rida Lanzarote.
Las hect¨¢reas de vi?edos que rodean el hotel despiertan la curiosidad por quedarse a cenar en su restaurante, C¨¦sar Lanzarote, y probar uno de los vinos que ellos mismos producen, y algunos otros. La carta, asesorada por Juanjo L¨®pez de La Tasquita de Enfrente, se basa en cocina canaria con toques modernos y una presentaci¨®n espectacular. Platos como el gofio escaldado, pescado de roca con gofio amasado (un aut¨¦ntico producto canario) o conejo al salmorejo son algunas de las propuestas, sin olvidar sus deliciosos postres como el cremoso de aguacate con fresas o la pana cotta con miel de palma.
En el sur
Una vez recorridos los rincones imprescindibles del centro de la isla, nos dirigimos al sur, a Punta Papagayo, donde se encuentran varias playas espectaculares, como la playa del Pozo, la propia Papagayo o Playa Mujeres. Si se visita esta zona, es un pecado no quedarse a comer en Be Papagayo: un chiringuito con vistas a la playa donde sirven comida sencilla canaria y arroces que bien podr¨ªa recordar a un spot ibicenco, salvo que en los arenales que se disfrutan desde su terraza no se ven ni tumbonas ni hamacas.
En Playa Blanca aguarda otro lugar de ensue?o: Kamez¨ª Boutique Villas, propiedad de un empresario vasco que ha inmortalizado las iniciales de sus seis hijos en el nombre del hotel. Este refugio blanco, asomado al mar, brinda villas privadas de hasta cinco habitaciones, equipadas con todos los lujos imaginables: barbacoa, jard¨ªn y piscina privada. Algunos afortunados eligen extender su estancia aqu¨ª por un mes completo, y sinceramente, ?qui¨¦n podr¨ªa culparlos? El desayuno se sirve directamente en la habitaci¨®n, con pan y boller¨ªa reci¨¦n horneados en su propio obrador. Su ¨¢rea de bienestar cuenta con jacuzzi, sauna y gimnasio, todo con vistas al mar. A ello se suma el restaurante del establecimiento, con un Sol Repsol y una menci¨®n en la gu¨ªa Michelin: Kamez¨ª Deli & Bistro, dirigido por el chef Rub¨¦n Cuesta y el sumiller V¨ªctor Manuel Gudi?o, ofrece un viaje gastron¨®mico a trav¨¦s de dos men¨²s degustaci¨®n (uno corto y uno largo).
La experiencia comienza con un recorrido por el mercado del restaurante, una de las despensas de joyas vegetales y hort¨ªcolas m¨¢s exquisitas de Lanzarote, anticipando lo que est¨¢ por venir. La traves¨ªa contin¨²a en la Terraza Ocean View, un rinc¨®n de blancura casi futurista que rinde homenaje a las cuevas y volcanes de la isla, mientras el comensal se deleita con un c¨®ctel de autor. Es el momento de trasladarse a la mesa, donde comienza un viaje culinario por los paisajes volc¨¢nicos, con una cocina de mercado refinada y arraigada en productos locales de proximidad. La carta, con 600 referencias de vino, completa esta experiencia.
Ahora s¨ª, es el momento de volver a casa tras explorar desde el norte hasta el sur la isla, dejando una marca imborrable en la memoria viajera. ?Es un destino para volver? Eso es seguro. Lanzarote atrapa. Y mucho.
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