Una fil¨®sofa en la sala de diagn¨®stico
Desde las matem¨¢ticas y la l¨®gica computacional hasta la filosof¨ªa pragm¨¢tica, la mexicana Atocha Aliseda atraviesa disciplinas para tratar de entender c¨®mo razonan y diagnostican los m¨¦dicos.
En 1996, cuando trabajaba contra reloj para terminar su tesis del doctorado en Filosof¨ªa y Sistemas Simb¨®licos, Atocha Aliseda empez¨® a perder la fuerza en las manos. Hac¨ªa meses que tecleaba sin parar en una oficina del Centro para el Estudio del Lenguaje y la Informaci¨®n de Stanford, con los pies casi colgando de la silla y los brazos hasta arriba para alcanzar un escritorio demasiado grande para su estatura, hasta que lleg¨® un momento en el que no era capaz de levantar una taza.
Despu¨¦s de varias consultas, los m¨¦dicos le diagnosticaron ¡°s¨ªndrome de estr¨¦s repetitivo¡±, una forma de definir su problema por lo que ve¨ªan: un conjunto de s¨ªntomas causados por la repetici¨®n de movimientos. Tambi¨¦n le diagnosticaron fibromialgia, que es otra forma de nombrar una enfermedad por sus efectos m¨¢s que por sus causas: dolor cr¨®nico en los m¨²sculos y en el tejido fibroso. Mientras los m¨¦dicos buscaban una explicaci¨®n para sus dolencias, ella trataba de avanzar con una tesis que tendr¨ªa como t¨ªtulo Buscando una explicaci¨®n: la abducci¨®n en la l¨®gica, la filosof¨ªa de la ciencia y la inteligencia artificial.
Tal vez en esos meses en los que pr¨¢cticamente no pudo usar un teclado naci¨® el impulso que la llevar¨ªa una d¨¦cada despu¨¦s a ponerse una bata blanca todos los viernes para asistir a la discusi¨®n de casos cl¨ªnicos en el Instituto Nacional de Neurolog¨ªa y Neurocirug¨ªa de M¨¦xico. Pero en Stanford, a sus 32 a?os, su investigaci¨®n no estaba enfocada en c¨®mo razonan los m¨¦dicos, sino en la l¨®gica de la abducci¨®n misma: lo que Aliseda ha descrito como ¡°el proceso de razonamiento mediante el cual se construyen explicaciones para observaciones sorprendentes, esto es, para hechos novedosos o an¨®malos¡±. La l¨®gica del descubrimiento y la explicaci¨®n cient¨ªfica, un asunto central en su recorrido acad¨¦mico.
Durante a?os, Atocha Aliseda ¡ªque se form¨® inicialmente en matem¨¢ticas¡ª ha trabajado en la elaboraci¨®n de modelos l¨®gicos y computacionales de la abducci¨®n. Pero en 2006, despu¨¦s de dar una charla sobre el razonamiento abductivo en un seminario, su in?vestigaci¨®n sumar¨ªa una nueva dimensi¨®n. Al terminar su exposici¨®n, se le acerc¨® una historiadora de la medicina y le dijo: ¡°Oye, lo que t¨² haces es diagn¨®stico. El diagn¨®stico m¨¦dico es as¨ª. ?No quieres venir a trabajar con nosotros?¡±. As¨ª fue como empez¨® a asistir a sesiones cl¨ªnicas donde se discut¨ªan casos complicados y a trabajar con la historiadora y un neur¨®logo para reconstruir el recorrido de algunos diagn¨®sticos dif¨ªciles.
En 2008 publicaron un primer art¨ªculo sobre su trabajo: Medicina y l¨®gica: el proceso de diagn¨®stico en neurolog¨ªa. Sin embargo, cuando lo tradujeron al ingl¨¦s y lo enviaron a una prestigiosa revista de filosof¨ªa de la ciencia, el art¨ªculo fue rechazado en tiempo r¨¦cord. Entonces les pidieron a otros colegas que lo leyeran para entender qu¨¦ hab¨ªa pasado. ¡°Y la conclusi¨®n de varias personas fue: este no es un art¨ªculo ni de filosof¨ªa, ni de l¨®gica, ni mucho menos de medicina. No te lo van a aceptar en ning¨²n lado. Y ese es el problema con lo que yo hago¡±, explica.
En 2017, adem¨¢s de su trabajo como docente e investigadora en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, Atocha Aliseda empez¨® a organizar un Seminario de Epistemolog¨ªa de las Ciencias de la Salud, un espacio que le ha permitido sumar perspectivas y dedicar m¨¢s tiempo a lo que se ha convertido en uno de sus intereses principales: la aplicaci¨®n del razonamiento ab?ductivo en el diagn¨®stico m¨¦dico. En el mundo, a excepci¨®n de la Mesa ?Redonda de la Filosof¨ªa de la Medicina ¡ªun espacio abierto para cient¨ªficos interesados en estos temas¡ª, no existen muchos antecedentes de lo que hace la especialista mexicana. Y su ambici¨®n no es producir conocimiento para consumir dentro de espacios acad¨¦micos, sino poner a las disciplinas a nutrirse con fines pr¨¢cticos.
¡°Para eso no hay una metodolog¨ªa de c¨®mo trabajar, pero s¨ª tienes que empezar por generar un lenguaje com¨²n¡±, dice una tarde de finales de enero en la plaza de la Conchita de Coyoac¨¢n, uno de los barrios m¨¢s emblem¨¢ticos de Ciudad de M¨¦xico. Atocha Aliseda lleva un cubrebocas con un mapache bordado que compr¨® a una comunidad zapatista de Chiapas. Cuenta que una colega investigadora que desarroll¨® una prueba de ant¨ªgenos para la covid asesor¨® a los zapatistas para fabricarlos y salieron tan bien que est¨¢n agotados.
Cerca de esta plaza, en una esquina, est¨¢ el restaurante El Convento, donde los padres de la epistem¨®loga tuvieron su primera cita. Se hab¨ªan conocido en un hospital: su madre trabajaba como administrativa y su padre era m¨¦dico pediatra.
¡°La verdad es que eso te marca¡±, dice. All¨ª reconoce una de las ra¨ªces de su inter¨¦s por pensar la medicina: todas las tardes que escuchaba a su padre interrogar a sus pacientes por tel¨¦fono la llevar¨ªan a?os despu¨¦s a reflexionar sobre el proceso que iba de aquellas preguntas a un diagn¨®stico m¨¦dico. De un modo menos evidente, hay tambi¨¦n una l¨ªnea invisible que une su investigaci¨®n con la fascinaci¨®n que le causaban de ni?a las novelas de Agatha Christie. Los m¨¦dicos, ha explicado Aliseda, al igual que los detectives, plantean una explicaci¨®n posible para un hecho a partir de indicios (los s¨ªntomas) y desde ah¨ª buscan informaci¨®n para corroborar su hip¨®tesis.
Una semana despu¨¦s de aquel encuentro en Coyoac¨¢n, recibir¨ªa la noticia de la muerte de su madre, que padec¨ªa desde hac¨ªa tiempo una enfermedad pulmonar. Durante 10 a?os, para lidiar con el problema de salud de su madre, hab¨ªa tenido que coordinar con distintos especialistas (neum¨®logo, cardi¨®loga, endocrin¨®logo, ortopedista) para tomar decisiones. El v¨ªnculo entre su investigaci¨®n y su vida personal se hab¨ªa vuelto una pr¨¢ctica cotidiana y una confirmaci¨®n del car¨¢cter vital de su b¨²squeda: para Atocha Aliseda, la abstracci¨®n siempre ha sido una forma de comprometerse con el mundo, no de evadirlo.
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