Mago, acr¨®bata y faquir
Seguir¨¦ echando de menos una llamada para quedar a cenar, para ir juntos al Prado, para volver a sentarnos frente a la chimenea
Querido Eduardo: Habr¨ªa preferido no tener que escribirte esta carta, aunque en el fondo puede que me haga bien. ?Recuerdas c¨®mo nos conocimos?, no fue en aquel cine de barrio; te llam¨¦ por tel¨¦fono en 1986 para invitarte a un encuentro sobre poes¨ªa con Caballero Bonald, Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo, Andr¨¦s Aberasturi y ?ngel Gonz¨¢lez, que participaba por tel¨¦fono desde M¨¦xico. Te gust¨® que te pidiese intervenir como poeta, pero, ¡°por si acaso¡±, llevaste tu guitarra, ¡°suelen pedirme que cante¡±, dijiste, y as¨ª ocurri¨® al final de aquella tarde memorable.
El verano pasado t¨² me devolviste aquella llamada a trav¨¦s de tu hijo Miguel para que aceptara el encargo que me har¨ªa Marcos Almendros, editor de Ya lo dijo Casimiro Parker, para participar en Aut¨¦ntico Aute, un libro que es tambi¨¦n una manera de abrazarte y el homenaje a uno de los m¨¢s grandes nombres que nos ha dado la cultura en este pa¨ªs, y perdona que me ponga tan bravo, ya s¨¦ que a ti los fastos terrenales te tra¨ªan sin cuidado, pero qu¨¦ quieres, sigo teniendo presente el ideario ¨¦tico que siempre has defendido como bandera (a ti, que no te gustaban nada las banderas): ¡°Reivindico el espejismo / de intentar ser uno mismo / ese viaje hacia la nada / que consiste en la certeza / de encontrar en tu mirada / la belleza¡±.
Te recuerdo en tu estudio de pintura, en ese espacio c¨¢lido que a ti m¨¢s te gustaba, el lugar en el que te sent¨ªas m¨¢s seguro y m¨¢s protegido: ¡°Despu¨¦s de pintar un cuadro, duermo m¨¢s tranquilo¡±, ?te acuerdas?, porque luego, al escribir, te invad¨ªa la inquietud del que ve, del que advierte las cosas antes de que ocurran. Lo cantaste en ¡°Atenas en llamas¡±, en ¡°la guerra que vendr¨¢ ser¨¢ la m¨¢s hortera de todas las guerras que ha ?habido y habr¨¢¡±, o cuando vaticinaste que todos estamos ¡°al albur de la intemperie¡±. A pesar de todo, la iron¨ªa te salvaba, en tus canciones y en los poemigas, aut¨¦nticos malabarismos de cr¨ªtica a lo establecido, breves ensayos de propuestas existenciales, filos¨®ficas, juegos de palabras envueltos en un juego de arte mayor que disfrutabas recitando con la complicidad de las sonrisas del p¨²blico. Ahora vamos a poder seguir celebr¨¢ndote gracias a este bello libro, hecho con admiraci¨®n, que es una antolog¨ªa po¨¦tica y una retrospectiva gr¨¢fica que te habr¨ªa gustado tanto, en el que siento que est¨¢s muy a gusto entre tus versos, tu pintura y tus dibujos.
Creo que he hecho bien escribi¨¦ndote esta carta, pero seguir¨¦ echando de menos una llamada para quedar a cenar, para ir juntos al Prado, para volver a sentarnos frente a la chimenea, que en este 4 de abril, este fr¨ªo Domingo de Resurrecci¨®n, estar¨¢ encendida para ti.
Querido Eduardo, hace un a?o no pudimos despedirnos, nosotros fuimos m¨¢s de encuentros que de despedidas, pero lo har¨¦ ahora con la sencillez de un instante: siempre te espero a las cuatro y diez.
Miguel Mun¨¢rriz es socio fundador de Dos Passos y ant¨®logo de los poemas de Aut¨¦ntico Aute (Ya lo dijo Casimiro Parker).
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