Michael Stipe: ¡°Requiere mucha fuerza permitirse ser vulnerable¡±
El exl¨ªder del m¨ªtico grupo musical REM nunca dej¨® de ser artista y fot¨®grafo. Se mostr¨® a s¨ª mismo y su obra en dos libros. Ahora re¨²ne en un nuevo t¨ªtulo a la gente que admira. Es el universo creativo de un eterno activista al que le gusta escuchar a los j¨®venes.
En 1986, la banda estadounidense REM public¨® un tema titulado It¡¯s The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine) (Es el fin del mundo tal y como lo conocemos y me siento bien). La idea para la letra le lleg¨® al cantante del grupo, Michael Stipe (Decatur, Georgia, 1960), durante un sue?o. En ¨¦l, acud¨ªa a una fiesta en la que el nombre de todos los invitados compart¨ªa las iniciales LB. Leonard Bernstein, Lenny Bruce, Lester Bangs, Leonid Br¨¦znev¡ Todos ellos aparecen en la canci¨®n. Poco sab¨ªa entonces el joven Stipe que el ¨¦xito de aquella canci¨®n y del disco que la conten¨ªa (Document) no solo propulsar¨ªa la carrera de su banda, tal vez el m¨¢s exitoso y longevo caso de combo independiente convertido en fen¨®meno masivo de la historia reciente del rock, sino que ser¨ªa tambi¨¦n una premonici¨®n sobre c¨®mo ser¨ªa su vida las siguientes cuatro d¨¦cadas, incluso tras la disoluci¨®n del grupo en 2011. Stipe presenta estos d¨ªas su tercer libro como artista, Portraits Still Life (Damiani), y lo hace tras un a?o en el que ha sentido que el mundo se acababa y en un formato en el que ha tenido que apa?¨¢rselas para encontrar formas creativas para lograr que aparecieran en ¨¦l todas las personas que ¨¦l cre¨ªa que deb¨ªan estar. Pocos individuos en el mundo tienen una agenda de contactos tan lustrosa como la suya. Stipe puede considerar amigos a la flor y nata del universo anglosaj¨®n del arte, la m¨²sica, el cine o el deporte. Si tuviera hoy el sue?o que tuvo antes de escribir aquel tema, la canci¨®n durar¨ªa tres d¨ªas. No es de extra?ar que, cuando hace unos a?os en The Guardian le preguntaron qu¨¦ se le daba mejor, el cantante y artista respondiera: ¡°Citar gente conocida¡±. La gesti¨®n del humor, en peque?as dosis, bien calculadas y casi siempre dirigidas hacia uno mismo, siempre ha sido una peculiaridad del universo Stipe.
Al otro lado de la pantalla del ordenador, el autor de Losing my Religion termina de hacerse un caf¨¦ en su casa de Nueva York, se sienta y saluda mientras muestra a la c¨¢mara una caja de galletas de una marca espa?ola. ¡°El libro empez¨® como una serie de retratos de gente que admiro por muchos motivos, pero b¨¢sicamente por ser gente sin miedo, gente inteligente y, sobre todo, por ser vulnerables y por dejar que esa vulnerabilidad sea lo que en gran medida defina su arte o incluso lo que son como personas¡±, apunta el hombre que conoci¨® a sus compa?eros de banda en una escuela de arte y que, cuando la banda se separ¨®, recuper¨® esa vocaci¨®n. Seg¨²n como se mire, REM es un par¨¦ntesis de tres d¨¦cadas en su carrera como artista y fot¨®grafo. ¡°Estoy muy contento, es muy bonito. Es un objeto maravilloso [acerca un ejemplar del libro a la c¨¢mara]. Me he pasado casi toda mi vida adulta haciendo m¨²sica, creando cosas que no eran objetos, por lo que ahora tener en mis manos un objeto creado por m¨ª me parece una cosa maravillosa¡±, apunta Stipe sobre el que es su tercer volumen como fot¨®grafo y artista pl¨¢stico. ¡°En los libros anteriores yo estaba en el centro de la historia. Inclu¨ª muchas im¨¢genes m¨ªas, incluso desnudo y creciendo de forma terriblemente inc¨®moda ante la mirada del p¨²blico. Aqu¨ª solo sale mi sombra en la ¨²ltima imagen del libro. Aparezco retratando a mi ahijada junto a su novia. Se ve mi sombra, ellas, un ¨¢rbol. Ellas son el futuro. El libro trata de c¨®mo la gente que te rodea te inspira para ser m¨¢s inteligente, tener un sentido del humor y ser vulnerable. Eso es muy importante. Requiere mucha fuerza ser vulnerable, permitirse ser vulnerable. He perdido mucha gente con la covid-19. Ha sido duro¡±.
Portraits Still Life es una mezcla de obsesiones del artista en la que se fusionan inquietudes de juventud, consecuencias de una fama expansiva, un car¨¢cter tremendamente humanista y la forma de gestionar los tiempos que le ha tocado a vivir a alguien que ya ha cumplido los 60. Hay retratos, pero tambi¨¦n hay jarrones adornados con nombres como Dolly Parton o Jane Goodall, im¨¢genes de pantallas digitales ¡ªuna obsesi¨®n que defin¨ªa gran parte de su anterior volumen, Our Interference Times, creado junto a su buen amigo el escritor Douglas Coupland¡ª, ejercicios tipogr¨¢ficos y muchas portadas de libros con nombres que van de LeBron James a Wendy Carlos o Breonna Taylor. Tambi¨¦n hay listas. En la p¨¢gina 6 arranca una ordenada alfab¨¦ticamente. En el audiolibro que se incluye se puede escuchar a Stipe leerla mientras suena su tel¨¦fono, que se ha olvidado poner en vibraci¨®n: Alexandria Ocasio-Cortez, Amy Goodman, Andr¨¦ Benjamin, April Chapman, Ben Foster¡ ¡°Es un poco una Michael Wikipedia llena de personajes fascinantes. Hay famosos, s¨ª, pero tambi¨¦n mucha gente que no lo es. As¨ª es mi vida. He tenido mucha suerte, todos son superestrellas para m¨ª¡±, apunta el artista al respecto de una narrativa que podr¨ªa parecer lo mismo que hizo Bret Easton Ellis en Glamourama, que llen¨® p¨¢ginas con enumeraciones de gente conocida. Aquel libro estaba protagonizado por unos terroristas que deseaban acabar con los famosos m¨¢s por resentimiento que por cualquier tipo de justicia. Stipe es justo lo contrario.
¡ª?Cu¨¢l es su relaci¨®n con el baloncesto?
¡ª?Ninguna!
¡ª?Y con LeBron James?
¡ªEs mi h¨¦roe. Es incre¨ªble lo mucho que puedo llegar a admirarlo y te juro que no creo haberlo visto jugando a baloncesto en mi vida. Hay mucho activismo en este libro y muchos de los protagonistas del activismo hoy son deportistas. Hay jugadores de f¨²tbol americano a los que admiro, aunque yo no tenga ni idea. A ver, jugu¨¦ un poco en secundaria y era muy malo. Este volumen est¨¢ lleno de deportistas porque durante el confinamiento ve¨ªa la televisi¨®n y segu¨ª todo lo que sucedi¨® tras las muertes de Breonna Taylor y George Floyd. Observ¨¦ en directo c¨®mo se produc¨ªan unos cambios culturales esenciales para que mi pa¨ªs pueda avanzar.
¡ªUsted pas¨® muchos a?os de activismo en favor de candidatos dem¨®cratas que perd¨ªan. ?C¨®mo ve el activismo hoy? ?Cree que las grandes figuras las encontramos m¨¢s en el deporte que en las artes?
¡ªCada vez es m¨¢s f¨¢cil por la tecnolog¨ªa. Si piensas en Muhammad Ali, en Harry Belafonte o Sidney Poitier, los medios que ten¨ªan para hacerse o¨ªr y los comparas con los de hoy te das cuenta del contraste. La popularidad de los deportistas es brutal y significan mucho para mucha gente, por lo brillantes que son, pero tambi¨¦n por tener una voz poderosa. En cuanto a m¨ª, la fuerza del activismo la sent¨ª desde muy joven. Tal vez simplificaba los problemas. Ten¨ªa demasiado claro cu¨¢l era el problema y las soluciones. Con el tiempo comprendes que todo es mucho m¨¢s complicado. Eso s¨ª, no me he convertido en un c¨ªnico.
¡ª?Cu¨¢l es su relaci¨®n con los j¨®venes? ?Es similar a la que ten¨ªan los mayores con usted cuando era joven?
¡ªEstoy siempre rodeado de gente joven, tengo un ej¨¦rcito de ahijados y ahijadas y me mantengo en contacto con ellos. No quiero tirarme flores, pero creo que tal vez por mi curiosidad puedo decir que me mantengo joven en mi coraz¨®n. Sigo siendo curioso y jam¨¢s he asumido que yo y los de mi generaci¨®n tenemos todas las respuestas. No debes permitir que ese pensamiento te infecte, porque te conviertes en alguien muy aburrido. Mi madre, o Patti Smith, Allen Ginsberg¡, mucha gente que me ha rodeado ha mantenido esa curiosidad y me ha ense?ado a mantenerla. Eso permite que un tipo de 61 a?os como yo pueda integrarse en la vida de la gente de 20 a?os. Pero no de forma agresiva, sino estando con ellos, escuchando lo que dicen y pregunt¨¢ndoles cosas. Cuando algo no lo entiendo, que pasa mucho, lo busco en Google.
La clave del ¨¦xito de REM fue siempre presentar algo que pod¨ªa ser tan simple o tan complejo como el oyente deseara. Cuando ya llenaban estadios, a¨²n hab¨ªa una parte de su p¨²blico que sent¨ªa estar acudiendo a ver a esa banda peque?a de la que se enamor¨® en el colegio. En cierto modo, los libros anteriores de Stipe transitaban por un camino similar. En cambio, este es mucho m¨¢s radical. ¡°No quiero ser obtuso o misterioso a prop¨®sito¡±, interviene. ¡°Todo lo que hago me parece obvio. Ha pasado con muchas canciones y tambi¨¦n con los libros. Lo acabo y me olvido. Luego lo escucho o lo leo otra vez y me digo: ¡®Vaya, esto es muy exc¨¦ntrico, no es tan comprensible como pensaba¡±. En los ¨²ltimos meses ha lanzado tres canciones, temas que se encuentran a medio camino entre lo que hac¨ªa su banda y lo que siempre se sospech¨® que deseaba hacer ¨¦l. ¡°Cuando estaba a punto de cumplir 60 a?os me di cuenta de que no quer¨ªa llegar a esa edad sin tener un trabajo musical bajo mi nombre, as¨ª que lanc¨¦ un tema. Luego otro. Y esas canciones y m¨¢s m¨²sica en la que estoy enfrascado saldr¨¢n pronto. Estoy muy emocionado¡±.
¡ª?Tanto o m¨¢s que con el final de Trump?
¡ªCon Trump he sido extremadamente infeliz. Ahora toca curar heridas. Debemos volver a ser l¨ªderes, no comportarnos solo como estadounidenses, sino asumir de una vez que somos ciudadanos del mundo.
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