A ver qu¨¦ pasa
El hecho de que todo sea lo mismo proporciona tranquilidad y desasosiego. Hay belleza y desasosiego en esta imagen, en esta colecci¨®n de ventanas gemelas. Hay paz tambi¨¦n: la que proporciona lo sim¨¦trico
Hay belleza en la repetici¨®n. Belleza y horror. Sorpresa a veces, como cuando de ni?os abr¨ªamos una matrioska bajo la que se ocultaba otra id¨¦ntica y otra y otra. Las matrioskas nos anunciaban que cuando abri¨¦ramos la vida no habr¨ªa dentro otra cosa que la vida. ?Qui¨¦n no ha tenido la tentaci¨®n de alcanzar el n¨²cleo de una cebolla con la esperanza de hallar en alg¨²n momento una capa distinta a las dem¨¢s? El hecho de que todo sea lo mismo proporciona tranquilidad y desasosiego. Hay belleza y desasosiego en esta imagen, en esta colecci¨®n de ventanas gemelas. Hay paz tambi¨¦n: la que proporciona lo sim¨¦trico. Las gallinas tienen dos patas y las vacas cuatro y los insectos seis. Los calcetines se venden a pares, como los zapatos y los guantes. No importa tanto el n¨²mero de cosas como su ordenaci¨®n. No importa el n¨²mero de ventanas de un edificio, sino el modo en que est¨¢n distribuidas. Respetemos las formas. Si pudi¨¦ramos atravesar esas ventanas, comprobar¨ªamos que todas las habitaciones est¨¢n amuebladas de manera semejante, cuando no de Ikea. El cabecero de las camas da a la misma pared en todos los dormitorios. La mesita de la tele ocupa el mismo lugar en todos los salones, igual que la ba?era o el retrete en los cuartos de ba?o: de ese modo, se construye una bajante ¨²nica. Ser¨ªa absurdo que en el cuerpo dispusi¨¦ramos de una boca para los l¨ªquidos y otra para los s¨®lidos. Peor que absurdo: antiecon¨®mico. De vez en cuando ocurre algo que rompe la monoton¨ªa: que un hombre se asome a una de las ventanas, por ejemplo. Tarde o temprano todos nos asomamos para ver qu¨¦ pasa. Aqu¨ª pas¨® un fot¨®grafo.
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