Instrucciones para convertirse en criptoartista
Javier Arr¨¦s acab¨® 2019 con 300 euros en la cuenta y lleg¨® a la primavera de 2021 con eso multiplicado por 3.000. La raz¨®n: un fen¨®meno digital en pleno auge.
M¨ªrelo bien. He aqu¨ª un tipo normal saliendo de la precariedad cuando todos entran. Ll¨¢mele criptoartista, aunque ni siquiera ¨¦l, Javier Arr¨¦s (Motril, 1982), supiera exactamente qu¨¦ era eso hasta finales de 2019. Una epifan¨ªa en forma de e-mail le abri¨® las puertas de una tribu ilustrada que llevar¨ªa el prefijo cripto por la vida y anunciar¨ªa a sus semejantes el advenimiento de una nueva era, la de los NFT (No Fungible Tokens). Unas siglas que aunque tampoco le suenen est¨¢n a punto de poner orden en ese bazar ca¨®tico que llamamos internet.
Hasta aquel correo, Arr¨¦s era solo un artista digital que triunfaba con sus GIF. Pero triunfaba solo te¨®ricamente, porque vend¨ªa muy poco a pesar de que sus visual toys se reproduc¨ªan millones de veces. ¡°Era imposible certificar que un GIF era una pieza ¨²nica, y el coleccionista busca la autenticidad de la obra¡±, cuenta en su piso alquilado en el Albaic¨ªn, en Granada. Para vender, ensayaba todo tipo de formatos. ¡°Por ejemplo, un pendrive metido en una cajita con un sello, pero mi GIF se lo pod¨ªa descargar cualquiera de internet y el comprador no ten¨ªa c¨®mo acreditar que su pieza era la aut¨¦ntica¡±.
¡°Ten¨ªa esos problemas cuando¡ ?plin!, llega un correo de [Javier Arr¨¦s engola la voz] Danny Fu, fundador y CEO de MakersPlace¡±.
Mr. Fu le propuso que se uniera a su plataforma: ¡°El primer mercado de arte digital verdaderamente raro y aut¨¦ntico¡±, anuncia su web. Fue la primera vez que Arr¨¦s escuch¨® hablar de criptoartista y NFT. ¡°Era dif¨ªcil de entender, pero yo me hab¨ªa topado con muchas barreras para autentificar mi obra, y pude ver que ah¨ª estaba una soluci¨®n¡±. Los NFT, creados en 2017 por la red blockchain Ethereum, son las escrituras de internet. Un certificado de propiedad y autenticidad sustentado en tecnolog¨ªa blockchain que distingue un archivo digital original. Y aunque pueda ser descargado mil veces, solo hay un due?o y un original, los que acredita el NFT. As¨ª, la NBA ha tokenizado ¡ªanote ese verbo¡ª el videoclip de una jugada de LeBron James y lo ha vendido por m¨¢s de 174.000 euros y The New York Times ha subastado una columna por 475.000. Tanto el v¨ªdeo como el texto pueden seguir consumi¨¦ndose en la Red, pero ya tienen due?o. Si usted se los descarga en su tel¨¦fono, no tendr¨¢ el activo digital, solo una de sus copias que, por cierto, no valen nada.
En 2019 MakersPlace buscaba reclutar artistas. Hoy intentan entrar en la plataforma entre 15.000 y 20.000 creadores cada d¨ªa. Al inicio Arr¨¦s tuvo reservas, pero fue ganando confianza porque encontr¨® una comunidad siempre dispuesta a calentar la puja. ¡°Pon¨ªa un GIF por 200 euros, lo sub¨ªan a 300, luego a 600. Y, claro, me enganch¨¦ a refrescar la p¨¢gina¡±. Intent¨® convencer a colegas. ¡°Nadie quiso entrar y hoy me llaman llorando¡ ?Pero es que hay que arriesgar un poco en la vida, hombre!¡±.
En la prehistoria del criptoarte ¡ª?l¨¦ase inicios de 2020¡ª estuvo entre los 16 artistas m¨¢s vendidos del mundo. Cuando los DJ, Paris Hilton y otros famosos descubrieron los NFT, se fue quedando atr¨¢s en la clasificaci¨®n.
Arr¨¦s fue un ni?o que ¡°dibujaba sin parar¡±. Apuntado a clases de dibujo desde los 10 a?os, dominaba los bodegones, pero lo que le interesaba era Mario Bros. ¡°Jugaba lo que me dejaban. Mi madre era profesora de Lengua, y mi padre, polic¨ªa. Ten¨ªa en casa los dos mayores estamentos de control que le pueden tocar a un adolescente¡±. Siempre dijeron que estudiar¨ªa Bellas Artes y ser¨ªa profesor. Nunca dijeron artista.
Tal y como estaba mandado, intent¨® entrar en Bellas Artes en la Universidad de Granada, pero no le lleg¨® la nota y tuvo que conformarse con un suced¨¢neo, Historia del Arte. ¡°No fui nunca a clases, iba a la Facultad como quien va a yoga¡±.
Durante los a?os que ¨¦l llama de ¡°pseudouniversidad¡± trabajaba de camarero y ¡°viv¨ªa la noche¡±. ¡°Yo le he puesto copas a una generaci¨®n entera. De ah¨ª conozco la condici¨®n humana. Todo el que ha trabajado en la noche sabe que no existen los seres de luz. Aprend¨ª tambi¨¦n que no quer¨ªa ser camarero toda la vida¡±.
En 2009 se fue a Inglaterra y a la vuelta consigui¨® que lo contrataran en una agencia de dise?o gr¨¢fico en Madrid. Con su ¡°ingl¨¦s cerrado de camarero de Liverpool¡± escribi¨® a las empresas de ilustraci¨®n y empez¨® a tener encargos importantes.
¡°En Madrid he pasado nueve a?os con sus paros. Yo con el paro he hecho oro¡±, sentencia. Produc¨ªa para tener una obra en tinta que ense?ar a las galer¨ªas, ir a ferias, ganar premios. Su plan era ser artista. ?Y eso qu¨¦ es exactamente? ¡°Pues vivir de tu obra. Comprar tiempo para crear lo que quieres. Conseguir que no te digan: ¡®Par¨¦cete a Pixar o a Disney Channel¡¯, sino ¡®quiero tu estilo, lo que t¨² eres¡±, define. Se recuerda dibujando muchas horas sin saber qu¨¦ estaba haciendo. Ahora lo ve clar¨ªsimo: ¡°Yo creaba mi universo mucho antes de que apareciera el lugar donde pudiera venderlo¡±.
En marzo de 2020, Espa?a estrenaba estado de alarma y Makers?Place le ofreci¨® su primera subasta. Un drop, en la jerga cripto. ¡°Vamos a descubrir una obra de arte original¡±, proclamaron en Twitter. ¡°?Qu¨¦ ser¨¢? Parece una m¨¢quina futurista de hacer monedas virtuales, o quiz¨¢ sea una tetera punk para servir bitcoins¡±.
Su juguete virtual se vendi¨® por 13,2 ethereum, entonces unos 2.000 euros. Arr¨¦s sabe que lo compr¨® un gran coleccionista pero no qui¨¦n; la plataforma, s¨ª. ¡°Les permiten cierta opacidad porque puede ser Elon Musk¡±, dice con convicci¨®n. Desde entonces todo lo que sube a la plataforma vuela. El primer drop marca el ¡°cach¨¦ digital¡±. Y el de Arr¨¦s es alto. En su ¨²ltima subasta, en abril, gan¨® unos 400.000 euros ¡ªmitad d¨®lares, mitad ethereum¡ª, con una colecci¨®n NFT de 24 gafas, The Cool Glasses. Solo estuvo disponible 25 minutos que pas¨® pegado a la pantalla: ¡°Recortan el tiempo, generan ansiedad. ?Ahora o nunca! Crypto 8888 lleg¨® y arras¨® con todo¡±, cuenta. Crypto 8888 es uno de sus coleccionistas m¨¢s fieles. ¡°Debe de ser asi¨¢tico por la abundancia de ochos¡±, deduce. Eso lo aprendi¨® en su segunda subasta, cuando vendi¨® una obra por 18.888 d¨®lares (unos 15.500 euros). ¡°Me enter¨¦ de que en Asia era el n¨²mero de la suerte¡±.
Arr¨¦s acab¨® 2019 con 300 euros en la cuenta y lleg¨® a la primavera de 2021 con 900.000. Le satisface que los NFT puedan ayudar a reducir la precariedad de los artistas. ¡°Todo el mundo se fija en la cantidad de dinero que he ganado, pero yo miro a la franja inmensa de artistas que tienen, como yo ten¨ªa, otro trabajo para vivir y ahora venden su obra por 500 y 600 euros gracias a los NFT¡±.
Para mucha gente es un enigma que se paguen esas cantidades de dinero por algo que sigue disponible en internet. ¡°Al coleccionista le interesa la pieza aut¨¦ntica, la que llegar¨¢ a los museos digitales. Te puedes descargar lo que quieras, pero sin NFT no tiene valor¡±, explica Arr¨¦s, que se ha convertido en una especie de pedagogo del asunto. Un informe de L¡¯Atelier, la filial de econom¨ªa digital del banco europeo BNP, registra que el volumen de negocio de los NFT se triplic¨® en 2020 y que su valor podr¨ªa estar en torno a los 250 millones de d¨®lares (unos 205 millones de euros).
Este nuevo coleccionismo atesora lo incorp¨®reo, puede ser un GIF o una primera vez. El 5 de marzo, Jack Dorsey, cofundador y CEO de Twitter tokeniz¨® el primer tuit de la historia, publicado por ¨¦l mismo en 2006: ¡°Simplemente configurando mi ?twttr¡±. En 24 horas la subasta super¨® los dos millones de euros y el tuit fue adquirido por un ejecutivo asi¨¢tico.
Javier Arr¨¦s tuvo una experiencia similar a peque?a escala cuando le compraron dos tuits, cada uno por 680 d¨®lares (unos 560 euros): ¡°Alguien quer¨ªa ser el primero¡±. Nunca antes se hab¨ªa vendido un tuit suyo, ni tampoco un tuit en toda Espa?a. ¡°Los coleccionistas crean momentos para adquirirlos y los pagan a precio de oro¡±, dice Arr¨¦s y se encoge de hombros: ¡°Yo se los hubiera vendido por 10 euros¡±.
¡ª?Y qu¨¦ haces con el dinero?
¡ªLos d¨®lares van a PayPal y los ethereum a mi wallet de Coinbase, donde los vendo inmediatamente. De lobo de Wall Street tengo poco.
¡ª?Qu¨¦ te has comprado?
¡ªUn ordenador potente y quiero tirarme un mes en el Algarve haciendo surf. Soy mal¨ªsimo y por eso disfruto. Si se me diera bien, ya lo considerar¨ªa trabajo.
¡ª?Tus padres¡?
¡ªDicen que soy un artista digital, que su hijo hace cosas en internet. Pero ya se han puesto a estudiar para poder explicarlo mejor.
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