La naturaleza al rescate de la ciudad

El arquitecto y dise?ador holand¨¦s Daan Roosegaarde (Nieuwkoop, 1979) concibi¨® en 2014 en Eindhoven (Pa¨ªses Bajos) un carril bici luminiscente cuyo empedrado se cargaba de d¨ªa con la luz del sol y brillaba de noche, centelleante y sin gasto energ¨¦tico alguno, tomando como clara referencia el famoso cuadro de Van Gogh La noche estrellada.

Fue el m¨¢s llamativo de una sucesi¨®n de brillantes proyectos que colocan a este creador en la vanguardia de la experimentaci¨®n medioambiental. En 2015 instal¨® en Pek¨ªn y R¨®terdam la Smog Free Tower (torre libre de poluci¨®n), capaz de aspirar el aire contaminado y devolverlo limpio a la atm¨®sfera. En 2019 cubri¨® vallas publicitarias de Monterrey (M¨¦xico) con una resina purificadora llamada Pollu-Mesh que, al recibir luz natural y entrar en contacto con las part¨ªculas contaminantes, las neutraliza liberando ox¨ªgeno y convirtiendo el aire t¨®xico en aire puro. En enero de 2021, mientras conclu¨ªa la lectura de La vida de las plantas, de Emanuele Coccia, present¨® Grow, una instalaci¨®n de luz de 20.000 metros cuadrados dise?ada para resaltar la belleza de la agricultura y mejorar el crecimiento de los cultivos a partir del uso de luces rojas, azules y ultravioleta. Adem¨¢s de transformar un campo en una obra de arte din¨¢mica y crear un espect¨¢culo visual, la instalaci¨®n sirvi¨® para confirmar que estas recetas de luz fortalecen el metabolismo de las plantas, crean resistencia a las plagas y contribuyen a reducir el uso de pesticidas.

El pasado marzo puso en marcha el proyecto Urban Sun (sol urbano), en el que una luz de radiaci¨®n ultravioleta desinfecta espacios al aire libre con el objetivo de reducir el riesgo de contagio de la covid-19. El diario italiano La Repubblica lo recibi¨® como ¡°el primer sol urbano del mundo que limpia los espacios p¨²blicos de coronavirus en beneficio de las reuniones humanas¡±.

Artista, inventor, arquitecto, activista

Daan Roosegaarde se licenci¨® primero en Bellas Artes y luego en Arquitectura. Fund¨® su estudio en 2007 y hoy resulta dif¨ªcil definir su figura, que engloba conceptos como artista, inventor, arquitecto, dise?ador, creador y activista. Le llamo por Zoom y ¨¦l responde desde R¨®terdam cargado de energ¨ªa. Dice que admira el paisaje como lo hac¨ªan los pintores flamencos cuatro siglos atr¨¢s, y que, de sus ¨²ltimos proyectos, el m¨¢s emocionante para ¨¦l ha sido Grow: ¡°Porque funde el mundo del granjero, el verdadero h¨¦roe de nuestro tiempo, con mi mundo de dise?ador cuya pretensi¨®n es solo que la gente sienta curiosidad por el futuro¡±.

Con las atm¨®sferas de luz de Vermeer en la memoria, le pregunto precisamente por el futuro de las ciudades, ahora que hasta Rem Koolhaas, el arquitecto y te¨®rico de la ciudad gen¨¦rica en expansi¨®n descontrolada, ha centrado su ¨²ltima propuesta en el campo con el manifiesto El campo. El futuro. Roosegaarde responde: ¡°El debate no es vivir en la ciudad o abandonarla, sino implementar la naturaleza en la ciudad, y viceversa, bas¨¢ndonos en los principios de la naturaleza para hacer ciudades que resistan a las pruebas que el futuro nos depara. Por ejemplo, con la referencia de la luz del sol, dise?amos una luz espec¨ªfica tecnol¨®gica que ayuda a los cultivos a crecer. Se trata de aprender de la naturaleza y potenciarla en nuestra vida cotidiana. Vida natural y vida de ciudad se tienen que fundir para generar una nueva armon¨ªa¡±.