Un horror de error
Nos estamos volviendo tontos. O al menos estamos perdiendo la sutileza. Triunfa el pensamiento lineal
Hace unas semanas, la novelista Nuria Labari public¨® un art¨ªculo en EL PA?S titulado ¡®Por qu¨¦ nos gusta m¨¢s Kate Winslet gorda y vieja que de musa del Titanic¡¯. Yo lo le¨ª online y me encant¨®, as¨ª que al ver que ten¨ªa cientos de comentarios supuse que ser¨ªan de alabanza. Pero no; para mi pasmo, se trataba de un feroz vapuleo. Le recriminaban que pensara que Winslet era gorda y vieja, lo que me hizo suponer que la gente se hab¨ªa quedado en el mero titular y no hab¨ªa le¨ªdo el texto. Porque lo que Labari ven¨ªa a decir era que la industria cinematogr¨¢fica consideraba a Kate, y a las mujeres normales y verdaderas como ella, gordas y viejas, cosa por desgracia totalmente cierta: no solemos ver se?oras de esa edad, al menos sin estar recauchutadas hasta las cejas, de protagonistas de Hollywood. De hecho, el art¨ªculo terminaba con esta frase: ¡°La belleza y la verdad siempre fueron la misma cosa¡±, indicando que la autenticidad de Winslet era justamente lo que la hac¨ªa tan guapa. En fin, para m¨ª, y yo creo que para la mayor¨ªa que lo leyera entero, el sentido del texto era evidente. Lo que no impide que pudiera resultarle confuso a alguien, porque leer es traducir a tu momento personal, a tu visi¨®n del mundo; pero lo que me preocupa de verdad es todo ese gent¨ªo que se limit¨® a ver el t¨ªtulo y con eso ya crey¨® saberlo todo (un horror de error), de modo que la frase, descontextualizada y deshuesada, bailote¨® lo suyo por las redes y cosech¨® un bonito linchamiento para Labari.
Esa misma semana colgu¨¦ en mi Facebook, como siempre, mi colaboraci¨®n en este dominical. Una lectora que escribe en la p¨¢gina a menudo con un sentido del humor desternillante, do?a Bamba, coment¨®: ¡°Espero que este art¨ªculo sea una entrada programada, una se?ora de tu categor¨ªa no puede estar a las 7.30 subiendo cosas a Facebook¡±. Me re¨ª y contest¨¦: cosas del insomnio. Pero un pu?ado de personas, creyendo que do?a Bamba me estaba atacando, salieron en mi defensa y le mordisquearon los tobillos un rato. Incluso el hecho de usar un seud¨®nimo les parec¨ªa sospechoso, cosa que por otra parte comprendo, porque internet est¨¢ lleno de energ¨²menos agazapados tras el anonimato. Aunque el afecto protector de mis paladines me conmovi¨® much¨ªsimo (gracias, amigos), las dentelladas recibidas por la deliciosa do?a Bamba me parecen un malentendido desolador. Creo que la violencia que recorre internet como un tornado fomenta estos equ¨ªvocos: estamos todos siempre pensando lo peor y a la que salta.
Pero este estado generalizado de confusi¨®n puede tener una causa a¨²n m¨¢s inquietante. Lo dir¨¦ en pocas palabras: nos estamos volviendo tontos. O al menos estamos perdiendo la sutileza. Triunfa el pensamiento lineal y se deteriora esa maravillosa capacidad caleidosc¨®pica de la mente humana que nos permit¨ªa manejarnos en la ambig¨¹edad, en el doble sentido, en la iron¨ªa y la met¨¢fora. Vivimos en el reino de la literalidad, como el asperger y adorable Sheldon Cooper, el personaje de la serie The Big Bang Theory, que es un genio de la f¨ªsica incapaz de entender el chiste m¨¢s sencillo.
Y lo peor es que el origen de todo esto quiz¨¢ sea neurol¨®gico, porque, al parecer, la multitarea, que consiste en hacer cosas como chatear o navegar por internet mientras se ve la televisi¨®n o se escucha m¨²sica, nos est¨¢ torrefactando la sesera (yo debo confesar, horror, que lo hago todo el rato). Un estudio realizado en 2014 por el University College de Londres sobre la influencia de la multitarea en la estructura del cerebro indica que, cuanto m¨¢s tiempo dediques a esa tonter¨ªa simult¨¢nea, menor densidad de materia gris tienes en el c¨®rtex del c¨ªngulo anterior, un rinc¨®n del cerebro de nombre pistonudo y gran relevancia, porque es esencial para procesar la informaci¨®n y para detectar errores y conflictos (lo cuenta la gran Nuria Oliver, una autoridad mundial en inteligencia artificial, en el libro colectivo Los nativos digitales no existen). Y eso es justamente todo lo que ahora nos est¨¢ fallando: la capacidad de entender lo complejo, la sabidur¨ªa para descubrir manipulaciones y mentiras. Una tragedia, porque el dominio de la ambivalencia y la iron¨ªa son valores tan esencialmente humanos que es lo que a¨²n no consiguen reproducir las m¨¢quinas. Cuanto m¨¢s burriciegos, m¨¢s innecesarios seremos, m¨¢s obsoletos, menos personas.
@BrunaHusky www.facebook.com/escritorarosamontero www.rosamontero.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.