Un di¨¢logo sobre ciencia y cultura a la sombra del acelerador de part¨ªculas del CERN
En un viaje apasionante de Einstein a Arist¨®teles y de la f¨ªsica de part¨ªculas a las viejas humanidades, la directora del CERN de Ginebra, Fabiola Gianotti, y el escritor Nuccio Ordine esgrimen en este di¨¢logo su defensa de una investigaci¨®n cient¨ªfica y una creaci¨®n cultural lejos de la dictadura utilitarista y cortoplacista
Si el CERN (Organizaci¨®n Europea para la Investigaci¨®n Nuclear) fuera tan solo el mayor centro de investigaci¨®n mundial sobre f¨ªsica de part¨ªculas, si solo fuera el nicho que alberga el mayor t¨²nel acelerador de part¨ªculas del planeta (Large Hadron Collider, LHC, 27 kil¨®metros de anillo alrededor de Ginebra) y el mayor sistema de desaceleraci¨®n de antiprotones; si su legi¨®n de cient¨ªficos de ...
Si el CERN (Organizaci¨®n Europea para la Investigaci¨®n Nuclear) fuera tan solo el mayor centro de investigaci¨®n mundial sobre f¨ªsica de part¨ªculas, si solo fuera el nicho que alberga el mayor t¨²nel acelerador de part¨ªculas del planeta (Large Hadron Collider, LHC, 27 kil¨®metros de anillo alrededor de Ginebra) y el mayor sistema de desaceleraci¨®n de antiprotones; si su legi¨®n de cient¨ªficos de 110 nacionalidades ¡ªincluido un buen pu?ado de premios Nobel en activo¡ª solo estuviera obsesionada por la materia, la antimateria y la materia oscura; y si solo fuera el lugar donde fueron descubiertos viejos sue?os de sabios locos como la World Wide Web / WWW, que alumbr¨® la era de internet, o el bos¨®n de Higgs, que nos cont¨® en qu¨¦ consist¨ªa eso del universo¡, estar¨ªamos hablando solo del gran templo mundial de la investigaci¨®n en f¨ªsica, inform¨¢tica e ingenier¨ªa, lo que ciertamente es. Pero adem¨¢s aqu¨ª, en Meyrin, a 20 minutos en coche desde el centro de Ginebra, se fragua d¨ªa a d¨ªa la defensa numantina de lo que importa¡ o deber¨ªa importar: lo que com¨²nmente se denomina investigaci¨®n cient¨ªfica b¨¢sica o fundamental, esa que se desarrolla en el largo plazo con paciencia, cabezoner¨ªa, medios humanos y materiales y el compromiso pol¨ªtico imprescindible para que todo eso sea posible, siga abriendo la puerta a los mayores hallazgos y permita al g¨¦nero humano seguir confiando en que, vaya, no todo est¨¢ perdido. Una investigaci¨®n despegada del cortoplacismo y los retornos econ¨®micos y fundamentada en procesos intelectuales, imaginativos y creativos: una forma de ver las cosas que permite colocar la ciencia y la cultura en el mismo plano: el de la curiositas, tan amenazada en tiempos de saberes ¨²nicamente ¡°¨²tiles¡±. El Pa¨ªs Semanal ha conversado en las instalaciones del CERN con dos de los m¨¢s en¨¦rgicos defensores de esa ra¨ªz com¨²n entre las artes y las ciencias: Fabiola Gianotti (Roma, 1960), directora general del organismo (la primera mujer al frente desde su fundaci¨®n en 1954) y doctora en F¨ªsica de Part¨ªculas por la Universidad de Mil¨¢n, y el escritor, pensador y profesor Nuccio Ordine (Diamante, 1958), autor del fen¨®meno editorial La utilidad de lo in¨²til (Acantilado). Los dos son italianos. Dante, Leonardo y Enrico Fermi se sentir¨ªan como en casa si estuvieran aqu¨ª.
Estamos en uno de los templos mundiales de la investigaci¨®n cient¨ªfica. ?Dir¨ªa usted que estamos tambi¨¦n, en sentido amplio, en un templo de la cultura?
Fabiola Gianotti. Por supuesto, el CERN es un lugar de cultura, de cultura cient¨ªfica en primer lugar, pero tambi¨¦n en un sentido general del t¨¦rmino. Un centro que atrae a 18.000 cient¨ªficos de todo el mundo, y esto quiere decir que aqu¨ª se cruzan numerosas tradiciones, culturas y lenguas diferentes. Eso le confiere una atm¨®sfera multicultural muy importante. Pero adem¨¢s aqu¨ª tratamos de promover, mediante acciones puntuales, las relaciones entre la ciencia y las artes. Tenemos un programa titulado Arts at CERN que consiste en invitar a artistas a que vengan una temporada aqu¨ª para inspirarse y para que su trabajo inspire tambi¨¦n a nuestros cient¨ªficos. Pensamos que las creaciones culturales y la actividad cient¨ªfica son manifestaciones de una misma cosa: la creatividad y la curiosidad de la humanidad.
Esa curiosidad es claramente la ra¨ªz com¨²n de la creaci¨®n cultural y de la investigaci¨®n cient¨ªfica, ?no?
F. G. Absolutamente. Si hablo de m¨ª misma, tengo que decir que en mi educaci¨®n superior estudi¨¦ literatura, griego y lat¨ªn y, de forma paralela, estudi¨¦ piano en el conservatorio, y luego decid¨ª emprender una actividad profesional en el ¨¢mbito cient¨ªfico. Yo no veo barrera alguna que separe esos ¨¢mbitos, al contrario, creo que el humanismo, las artes y las ciencias no son sino tres expresiones de la misma fuente: la fuente de la creatividad y del genio humano. Incluso si contemplamos todo esto desde el punto de vista de la f¨ªsica fundamental y de las leyes fundamentales de la naturaleza, si miramos la f¨ªsica cu¨¢ntica y por otro lado las leyes de la relatividad general de Einstein, podemos ver que esas leyes naturales derivan directamente de principios de simetr¨ªa, as¨ª pues de principios casi est¨¦ticos.
Nuccio Ordine. Para m¨ª, el CERN ha sido siempre un mito. Lo veo como un para¨ªso en medio de la dificultad cotidiana que tenemos en hacer comprender la importancia de la m¨²sica, de la filosof¨ªa o de la literatura¡ En nuestra sociedad existe un l¨ªmite que consiste en considerar solo ¨²tiles los saberes que aportan de forma inmediata resultados y beneficios econ¨®micos. Entonces, ?por qu¨¦ un lugar de ciencia como el CERN es tan importante para nosotros los humanistas? Pues para hacer comprender al mundo el placer del conocimiento. El premio Nobel de F¨ªsica Richard Feynman dec¨ªa que no trabajaba como f¨ªsico por las aplicaciones pr¨¢cticas inmediatas, sino por la emoci¨®n del descubrimiento. Esa emoci¨®n est¨¢ en la base de la b¨²squeda del saber. Tenemos esa idea tan bella de Plat¨®n que luego retom¨® y modific¨® Arist¨®teles acerca de c¨®mo lo que nos empuja a conocer y a saber es el asombro. Esto es clave. Habr¨ªa que hacer comprender que la investigaci¨®n de base y disciplinas como la m¨²sica, la literatura, la filosof¨ªa o el arte son ¨²tiles a la hora de ese amor por el saber y por la curiositas sin estar presionados por un objetivo o un hallazgo concreto.
?Coincide usted, se?ora Gianotti, con esa apreciaci¨®n de que la serenidad y concentraci¨®n que requiere la investigaci¨®n b¨¢sica se ve amenazada en cierta forma por esa ¡°urgencia¡± o ¡°dictadura¡± de lo pr¨¢ctico y del corto plazo?
F. G. S¨ª. Es verdad que en la sociedad moderna, donde se nos plantean aut¨¦nticos retos relativos a cuestiones como la salud, el medio ambiente o las desigualdades sociales, tendemos a poner todos los medios al servicio de esa ciencia y ese desarrollo tecnol¨®gico. Y yo entiendo que es humano querer ver los resultados de una inversi¨®n econ¨®mica importante. De hecho, es primordial contar con inversiones en ciencias aplicadas que nos permitan obtener resultados en el corto plazo. Pero es esencial que, a la vez, sigamos invirtiendo en el largo plazo, porque la historia demuestra que los grandes cambios casi siempre proceden de la investigaci¨®n fundamental, que no tiene obligaciones ni restricciones, ni tiene como objetivo un producto espec¨ªfico en un plazo reducido.
?Alg¨²n ejemplo concreto?
F. G. Los ejemplos que ponemos siempre en este ¨¢mbito son los de la mec¨¢nica cu¨¢ntica y la relatividad general. Cuando empezaron a ser desarrollados, a principios del siglo pasado, fueron considerados saberes in¨²tiles, pues sus leyes estaban muy lejos de nuestro mundo. Sin embargo, no solo permitieron a la humanidad dar pasos enormes en nuestra comprensi¨®n del universo, sino que tambi¨¦n tuvieron aplicaciones pr¨¢cticas capitales, por ejemplo en la electr¨®nica moderna, y sin ello todos estos componentes (Fabiola Gianotti coge su smartphone) sencillamente no existir¨ªan. Y tampoco el GPS podr¨ªa resultar preciso sin las investigaciones sobre la relatividad. Pero lo m¨¢s importante es que los padres de la mec¨¢nica cu¨¢ntica y de la relatividad ¡ªEinstein, Planck, Heisenberg¡¡ª no buscaban unas aplicaciones pr¨¢cticas, sino intentar entender c¨®mo funcionaba el universo. Los resultados pr¨¢cticos vinieron luego. Esto por s¨ª solo demuestra lo importante que es que los gobiernos sigan apoyando con inversiones proyectos concretos en el corto plazo, s¨ª, pero que no se olviden nunca del largo.
N. O. ?Saben cu¨¢nto cost¨® el ¨²ltimo portaviones nuclear fabricado por Estados Unidos? 13.000 millones de d¨®lares [unos 11.000 millones de euros]. ?Cu¨¢l es el presupuesto anual del CERN?
F. G. 1.000 millones de euros.
Parece claro que, sin el largo plazo, el corto no podr¨ªa existir. Por ejemplo, sin la investigaci¨®n fundamental desarrollada en el tiempo, durante largos a?os, los laboratorios que han comercializado las distintas vacunas contra la covid no podr¨ªan haber corrido tanto, ?no?
F. G. Exacto. ?Sin una base cient¨ªfica y una investigaci¨®n de a?os jam¨¢s se habr¨ªan desarrollado vacunas en tan poco tiempo! Y algo muy importante a explicar es que si las ciencias aplicadas y los resultados en el corto plazo son muy a menudo financiados por el sector privado, son los gobiernos los que deben sufragar con dinero p¨²blico la investigaci¨®n b¨¢sica. Los pol¨ªticos tienen que entender eso.
La dicotom¨ªa entre largo y corto plazo ?no afecta por igual al trabajo del artista, el escritor o el pensador que al del cient¨ªfico¡, incluso al del pol¨ªtico?
N. O. Por supuesto. Hoy el corto plazo lo domina todo. Lo m¨¢s importante es la rapidez. Cuanto m¨¢s r¨¢pido, mejor parece el resultado. Y eso opera igual en la educaci¨®n que en la investigaci¨®n. Nietzsche explic¨® perfectamente el elogio de la lentitud. Si quieres grandes resultados, es imprescindible la paciencia. Y le doy un ejemplo: Osamu Shimomura, premio Nobel de Qu¨ªmica en 2008, vio un d¨ªa una medusa y se dio cuenta de que era fluorescente. Se pregunt¨® por qu¨¦. Y se pas¨® 20 a?os de su vida investigando eso. Al final pudo aislar una prote¨ªna verde que hoy es el principal marcador de las intervenciones y pruebas que se hacen y que fue toda una revoluci¨®n en medicina. ?Pero nadie le habr¨ªa dado dinero para que pudiera responder a la pregunta de por qu¨¦ aquella medusa era fluorescente!
Ayer me comentaba que esta amenaza de lo urgente tambi¨¦n est¨¢ afectando al ¨¢mbito de las revistas cient¨ªficas¡ ?C¨®mo?
N. O. Esa presi¨®n est¨¢ siendo desastrosa. Ya en julio de 2018, el diario Le Monde public¨® un reportaje titulado ¡®Alerta mundial contra la falsa ciencia¡¯. Dec¨ªa que en 2004 se hab¨ªan retirado de publicaci¨®n 1.894 art¨ªculos de revistas cient¨ªficas en todo el mundo, pero que en 2015 fueron 60.000. Y es la presi¨®n de la prisa por publicar la que tiene gran parte de culpa. Pero hay otro problema. Estamos acabando con la serendipia. La serendipia quiere decir, en la investigaci¨®n cient¨ªfica, que yo puedo estar buscando una cosa y descubro otra. Pero en la locura de algunos proyectos de investigaci¨®n europeos actuales, por ejemplo Horizon 2020, al cient¨ªfico le preguntan: ¡°?Qu¨¦ has descubierto el primer a?o, el segundo, el tercero¡? ?Y ahora c¨®mo piensas aplicar esos hallazgos al mundo de la empresa? ?Pero si lo sabemos todo en todo momento, eso ya no es una investigaci¨®n!
El CERN es, adem¨¢s de un lugar de investigaci¨®n, un inmenso centro de formaci¨®n de j¨®venes cient¨ªficos. ?Cree que esa amenaza utilitarista se est¨¢ dando tambi¨¦n en el mundo educativo? ?Cree que los alumnos est¨¢n dejando de serlo para convertirse en meros clientes en busca de buenos trabajos?
F. G. Es una pregunta compleja que toca muchos puntos muy interesantes. Antes quer¨ªa hacer una menci¨®n a la necesidad de comunicar correctamente las investigaciones. Los cient¨ªficos tienen no solo que comunicar mucho, sino comunicar bien. Lo que hacemos no nos pertenece a nosotros, sino a la humanidad. Cuando descubrimos el bos¨®n de Higgs no fue un gran paso para el CERN, sino un paso gigantesco para la humanidad a la hora de entender mejor el universo y su evoluci¨®n. Durante la pandemia, por ejemplo, no siempre ha sido as¨ª, no siempre se comunic¨® bien, la confusi¨®n reinaba entre los ciudadanos, no hac¨ªan m¨¢s que escuchar versiones diferentes de las cosas. Hacer ciencia no es solo descubrir, se descubre una vez cada mucho tiempo. La ciencia es mucha paciencia, mucha determinaci¨®n, mucha cabezoner¨ªa. Se trabaja siempre en los l¨ªmites de la tecnolog¨ªa, y eso provoca todo el tiempo que se d¨¦ un paso hacia adelante y dos hacia atr¨¢s. En lo que tiene que ver con lo que me pregunta sobre los j¨®venes y la formaci¨®n: creo que la sociedad no est¨¢ preparando la fuerza de trabajo del futuro. Hoy, en un mundo cada vez m¨¢s guiado por una tecnolog¨ªa que cambia sin cesar, lo que se les pide a los j¨®venes es una formaci¨®n m¨¢s t¨¦cnica y, por lo tanto, estrecha. Tienen que ser m¨¢s expertos en ¨¢mbitos m¨¢s peque?os con vistas a ser contratados por las empresas. Pero, repito, como la tecnolog¨ªa cambia a toda velocidad, los t¨¦cnicos prev¨¦n que en 30 a?os m¨¢s del 50% de los trabajos de hoy habr¨¢n desaparecido porque estar¨¢n desempe?ados por m¨¢quinas. Las mejores herramientas que podemos dar a nuestros j¨®venes son de tipo intelectual: una mente abierta, aptitud de flexibilidad, capacidad anal¨ªtica y de s¨ªntesis, disposici¨®n l¨®gica y una educaci¨®n global.
?Cu¨¢les son las prioridades en la formaci¨®n de investigadores aqu¨ª, en el CERN?
F. G. Por supuesto formamos cient¨ªficos, ingenieros, t¨¦cnicos¡ en un espectro muy ancho que abarca los imanes superconductores, la electr¨®nica, las t¨¦cnicas del vac¨ªo, etc¨¦tera, y tratamos de atraer a los j¨®venes a las disciplinas STEM [del ingl¨¦s, Science, Technology, Engineering, Mathematics; en espa?ol, Ciencia, Tecnolog¨ªa, Ingenier¨ªa, Matem¨¢ticas]. El n¨²mero de puestos de trabajo en el ¨¢mbito STEM aumenta tres veces m¨¢s r¨¢pidamente que en cualquier otro sector laboral. Y sin embargo, en Europa no hay m¨¢s que un 20% de los j¨®venes que terminan sus estudios superiores que eligen estudiar disciplinas STEM. As¨ª que, en resumen: no estamos preparando bien la fuerza de trabajo del ma?ana. En el CERN formamos y educamos a las j¨®venes generaciones mediante un gran n¨²mero de iniciativas. Por ejemplo, en la actualidad estamos construyendo nuestro nuevo Centro de Aprendizaje Cient¨ªfico, el Portal de la Ciencia, mediante el cual queremos atraer entre 300.000 y 1.000.000 de visitantes al a?o, y que incluir¨¢ laboratorios para experiencias con ni?os a partir de cinco a?os. Se trata de que entiendan qu¨¦ es un cient¨ªfico, c¨®mo afrontar un reto, resolver una duda, y de darles herramientas intelectuales para que un d¨ªa puedan ser cient¨ªficos, s¨ª, pero tambi¨¦n abogados o pianistas. Para nosotros es m¨¢s importante el m¨¦todo que el resultado.
O dicho de otro modo: la verdadera meta es el camino¡
F. G. Exacto. La verdadera meta es el camino.
El pensador alem¨¢n J¨¹rgen Habermas nos dijo en una entrevista que el mundo hab¨ªa perdido su capacidad hol¨ªstica, y que hasta la filosof¨ªa era ya filosof¨ªa aplicada: especializaci¨®n extrema sobre ¨¢mbitos concretos, pero no sobre la totalidad¡ ?Coincide con ¨¦l?
F. G. Por supuesto. ?l se estaba refiriendo a esa visi¨®n de las cosas demasiado estrecha, a la p¨¦rdida de una cultura hol¨ªstica¡
N. O. Hay otro asunto importante. Pienso que el CERN cumple tambi¨¦n un papel diplom¨¢tico muy importante. Aqu¨ª hay proyectos en los que colaboran israel¨ªes con palestinos, gente que est¨¢ en guerra pero que aqu¨ª se sientan en la misma mesa. O sea, que la ciencia puede unir, como lo hace la m¨²sica, miren el proyecto de Barenboim y su orquesta con palestinos e israel¨ªes. Y lo mismo ocurre con el patrimonio de la belleza y el arte. Fabiola Gianotti ha dicho que el resultado de una investigaci¨®n cient¨ªfica hecha en el CERN no pertenece al CERN, sino a la humanidad. Y los monumentos de Palmira no pertenecen a Palmira, ni el Coliseo nos pertenece a los italianos. Los bienes de la humanidad son un legado que hemos recibido. Pero no solo un legado material, tambi¨¦n moral. As¨ª que ver los monumentos como una simple m¨¢quina de hacer dinero es un error, y lo mismo ocurre con un hallazgo cient¨ªfico. Y el mismo discurso sirve para hablar de la educaci¨®n, y ah¨ª tengo un punto de vista diferente al de Fabiola. Si enfocamos la elecci¨®n de los estudios solo desde el prisma de las oportunidades laborales, eso provocar¨¢ un d¨ªa el cierre total de las disciplinas humanistas. ?Por qu¨¦ ense?ar el s¨¢nscrito si no es rentable? ?Pues no, debemos defender el s¨¢nscrito, porque, si no, ma?ana desaparecer¨¢n los estudios de s¨¢nscrito, y luego los de griego, y luego los de lat¨ªn, y al final solo estudiaremos lo que resulte rentable, y entonces la humanidad perder¨¢ sus lazos con la memoria. Nuestra relaci¨®n con el pasado y con la memoria es esencial. As¨ª que no se debe estudiar para trabajar, sino para conocer, porque de otro modo la creatividad muere. Einstein lo vio claro: ¡°No especializar al estudiante¡±, dijo, ¡°sino impulsar su curiosidad, que aprenda, que lea, que viaje¡, la especializaci¨®n ya vendr¨¢¡±.
?No habr¨ªa adem¨¢s que inculcar a los estudiantes el valor del error, que tan mala prensa tiene?
N. O. Se exige a los cient¨ªficos que posean una verdad objetiva de forma instant¨¢nea. ?No! El error forma parte de la investigaci¨®n, el objetivo del investigador no ha de ser tan solo la verdad ¨²ltima, sino el camino mismo que lleva a ella. Lo dice Kavafis en un bell¨ªsimo poema: ¡°Nuestra ?taca no es llegar a ?taca¡, sino el viaje que hacemos para llegar a ella¡±. O Machado: ¡°Caminante, no hay camino, se hace camino al andar¡±.
Querr¨ªa finalizar preguntando cu¨¢les son en este momento los principales retos para el CERN y con qu¨¦ noticias nos pueden sorprender a medio plazo.
F. G. Nuestra apuesta prioritaria consiste en tratar de responder a cierto n¨²mero de misterios que nos acompa?an ya desde hace d¨¦cadas. Con el descubrimiento del bos¨®n de Higgs completamos lo que llamamos el modelo est¨¢ndar de la f¨ªsica de las part¨ªculas elementales [Fabiola Gianotti luce con orgullo ese modelo est¨¢ndar en la camiseta que viste hoy]. El problema es que este modelo est¨¢ndar de part¨ªculas no puede dar respuestas a todo. La obsesi¨®n actual de los cient¨ªficos del mundo entero es poder entender lo que llamamos el universo oscuro. Cuando miramos al cielo y vemos los planetas, las estrellas, las galaxias¡, eso es ¨²nicamente el 5% del universo, solo un 5% est¨¢ compuesto de las part¨ªculas elementales de las que estamos compuestos todos. Y en el 95% del universo oscuro hay un 25% de materia oscura, y el resto es energ¨ªa oscura. Y ah¨ª, todo es interrogante y misterio. No tenemos las claves, aunque s¨ª modelos te¨®ricos, ideas¡ Intentar entender la part¨ªcula responsable de esa materia oscura es una prioridad cient¨ªfica objetiva, tambi¨¦n para el CERN, desde diferentes perspectivas experimentales, por ejemplo podemos imaginar que las part¨ªculas de la materia oscura se producen en colisiones de protones, pero tambi¨¦n hay otras posibilidades. En el CERN, una de las prioridades es la mejora y puesta al d¨ªa de nuestro Gran Colisionador de Hadrones (Large Hadron Collider, LHC) de 27 kil¨®metros, con el fin de poder operar en los pr¨®ximos a?os con haces de protones mucho m¨¢s intensos que los que tenemos hoy. Pero adem¨¢s ya estamos pensando en la construcci¨®n de un nuevo acelerador y, aunque a¨²n no hay ning¨²n proyecto aprobado, la comunidad cient¨ªfica europea ha recomendado un estudio de viabilidad de cinco a?os para un acelerador circular de 100 kil¨®metros de longitud, es decir, tres veces m¨¢s grande que el actual. Ser¨¢ un proyecto que exigir¨¢ nuevos retos en lo relativo a la tecnolog¨ªa de imanes superconductores, la t¨¦cnica del vac¨ªo, la criogenia, etc¨¦tera.
Una curiosidad: que solo conozcamos bien el 5% de la materia de la que est¨¢ hecho el universo¡, ?no le pone nerviosa?
F. G. ?Al contrario, es excitante pensar en todo lo que nos queda por saber!