¡°El profesor que triunfa en la universidad es el bur¨®crata"

A bordo de un impecable look de ejecutivo -traje azul oscuro, camisa blanca y corbata roja- rematado por unas aparatosas botas deportivas color arena viaja Nuccio Ordine (Diamante, Italia, 1958). Estamos ante un ciudadano, un profesor y un ensayista que se ha empe?ado en resistir. Resistir, desde la defensa de las humanidades y la ense?anza de los cl¨¢sicos, a la inercia inexorable de la consabida deriva mercantilista.

Por eso Ordine se indigna contra la transformaci¨®n de las universidades como templos del saber en factor¨ªas de nuevos profesionales perfectamente dise?ados para el mercado. Por eso clama contra la derrota del pensamiento frente al dinero, y del corto frente al largo plazo, y por eso lo cuenta en libros-manifiesto de lectura apasionante. Fue el caso de La utilidad de lo in¨²til (traducido ya a 20 idiomas en 30 pa¨ªses), un verdadero fen¨®meno editorial consistente en la reivindicaci¨®n furiosa de las in¨²tiles humanidades -m¨¢s necesarias que nunca, sostiene- frente a los saberes ¨²tiles, con la ayuda de un buen pu?ado de fil¨®sofos y escritores de todas las ¨¦pocas.

Y es el caso de su nuevo libro, Cl¨¢sicos para la vida. Una peque?a biblioteca ideal, en el que el profesor de la Universidad de Calabria, lejos de pretender establecer un canon literario-filos¨®fico, solo aspira a ofrecer pistas, balizas a navegantes para quienes, definitivamente, el dinero no lo es todo. Tambi¨¦n est¨¢n Einstein, Thomas Mann y Montaigne. Tanto La utilidad de lo in¨²til como Cl¨¢sicos para la vida est¨¢n editados en castellano por Acantilado, y en catal¨¢n por Quaderns Crema. Ordine estuvo ayer en Barcelona para hablar de su nuevo ensayo y para inaugurar, junto al compositor y violagambista Jordi Savall, un nuevo ciclo de Conversaciones en La Pedrera.

Las grandes obras literarias y filos¨®ficas no deber¨ªan ser le¨ªdas para aprobar un examen sino para, en primer lugar, experimentar placer y, en segundo, mejorar como personas. Ese es el punto de partida para este experto en el Renacimiento y en la vida y la obra de Giordano Bruno. Pero Nuccio Ordine no es un ingenuo y sabe que la batalla est¨¢ perdida de antemano. "El poder nunca ha querido gente cultivada, as¨ª es m¨¢s f¨¢cil hacerle creer cosas. Cuando no eres una persona cultivada, no tienes capacidad cr¨ªtica. Maquiavelo dec¨ªa que la humanidad se divide entre los que saben y los que no saben. El que sabe tiene siempre una posici¨®n dominante. El segundo es un esclavo del otro", ha explicado este lunes en una conversaci¨®n con este diario.

Considera Ordine que el presente en lo que a la educaci¨®n y la cultura se refiere es un espejo del pensamiento ¨²nico y de la desidia, cuando no la consciente negaci¨®n de la ense?anza. As¨ª lo argumenta: "Cada vez m¨¢s, en los institutos y en las universidades el profesor que triunfa es el profesor bur¨®crata, ese que se dedica a redactar informes sin parar y que frecuenta todos los consejos. Parad¨®jicamente, el profesor que se dedica a hacer de profesor se ha convertido en algo marginal dentro del sistema. Esto es grav¨ªsimo". ?Su propuesta?: "La universidad y la escuela deben volver al esp¨ªritu para el que fueron fundadas. La palabra escuela viene del griego skol¨¦, que significa 'tiempo libre', 'ocio'. significa que no debes hacer algo porque te sientes presionado por una exigencia pr¨¢ctica, sino por ti, para mejorar".

Para combatir ese fatalismo, en los ¨²ltimos 15 a?os Ordine ha le¨ªdo ante sus alumnos un gran n¨²mero de pasajes de obras de escritores o pensadores no necesariamente ligadas al temario que tocaba. Desde Borges hasta Pessoa y desde Maquiavelo hasta Cervantes, pasando por Go?the, Saint-Exup¨¦ry, Ludovico Ariosto, Montesquieu, Homero, Hip¨®crates o Stefan Zweig entre otras decenas de nombres, los ha relacionado con cuestiones de actualidad. As¨ª ha demostrado lo que persegu¨ªa: que los cl¨¢sicos no solo ofrecen placer. Tambi¨¦n ofrecen soluciones.

Casi todo es, para ¨¦l, una cuesti¨®n de disyuntiva entre el corto y el largo plazo. Eso afecta a la praxis pol¨ªtica. Eso afecta a la educaci¨®n. Eso afecta al compromiso o no de quienes disponen del dinero a la hora de ayudar a crear mejores generaciones de ciudadanos. "El mercado te exige hoy una cosa que en seis ya no es v¨¢lida. Eso impide ver las cosas a largo plazo. Las profesiones y los oficios nacen y desaparecen a toda velocidad. Pero en la ense?anza y el aprendizaje en profundidad, los plazos son de 20 o 25 a?os. ?Y c¨®mo vas a aplicarle a la ense?anza una l¨®gica de mercado si a los 25 a?os absolutamente todo habr¨¢ cambiado?". Pero queda, asegura, un resquicio de esperanza: "Hay algo que ni todo el dinero del mundo puede comprar: el saber. Eso es fruto de un esfuerzo que solo t¨² puedes hacer, y ah¨ª nadie puede sustituirte".

Pone a Nietschze y su elogio de la lentitud en el aprendizaje como uno de los modelos a seguir. Y subraya que, mientras los sistemas de educaci¨®n occidentales avanzan a toda velocidad hacia otro modelo, el consistente en factor¨ªas de robots humanos util¨ªsimos, incult¨ªsimos y autoconvencid¨ªsimos de su excelencia, un pa¨ªs tan hipertecnol¨®gico y tan cibern¨¦tico como Corea del Sur intensifica sus inversiones en educaci¨®n human¨ªstica. "?Sabe usted que hace cosa de un a?o la Unesco organiz¨® una especie de campeonatos mundiales de filosof¨ªa y que los dos primeros clasificados fueron dos surcoreanos?", pregunta Nuccio Ordine.

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Autor:?Nuccio Ordine.

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