Usman Garuba: el ni?o de Azuqueca de Henares que acab¨® en la NBA
Hijo de inmigrantes y criado en Azuqueca de Henares, asombr¨® de ni?o con un f¨ªsico portentoso y entr¨® en la cantera del Madrid de baloncesto. Este verano ha fichado por los Rockets. Con 19 a?os, est¨¢ a punto de ser el debutante espa?ol m¨¢s joven en la NBA.
Al presidente del Gobierno espa?ol le hac¨ªa ilusi¨®n conocer a un chaval de 19 a?os que mete unos tapones colosales. El jueves 2 de septiembre, Pedro S¨¢nchez, que jug¨® de joven al baloncesto, estuvo en Azuqueca de Henares, un pueblo a 50 kil¨®metros de Madrid, y charl¨® con Usman Garuba, el portentoso canterano que el Real Madrid ha traspasado este verano a los Houston Rockets. Se sentaron unos minutos en una sala del polideportivo municipal. El pol¨ªtico le pregunt¨® si cre¨ªa que iba a jugar mucho en la NBA. Tambi¨¦n le mencion¨® a una antigua pareja de p¨ªvots de su nuevo equipo: Hakeem Olajuwon, que hizo historia, y Ralph Sampson, que iba para leyenda pero se rompi¨® y ahora solo habita en la memoria de los nost¨¢lgicos de la NBA ochentera. Garuba estuvo cohibido y sonriente. Cuando termin¨® la cita, pens¨®: ¡°Vaya, ya salud¨¦ una vez al Rey y ahora al presidente¡±.
Al d¨ªa siguiente se marchar¨ªa a Estados Unidos y dejar¨ªa atr¨¢s Azuqueca, donde creci¨® con sus padres, Betty Alari y Mustapha Garuba ¡ªun matrimonio de Nigeria que emigr¨® a Espa?a¡ª, y con sus hermanos, Sediq y Zainab, de 17 y 11 a?os, nacidos como ¨¦l en Madrid.
Pasamos una tarde con la familia Garuba el mi¨¦rcoles 1 de septiembre, dos d¨ªas antes de su partida. Nos reciben en la vivienda unifamiliar que se han comprado gracias al ¨¦xito del hijo mayor. Ya no tienen que vivir de alquiler en un piso y con el dinero contado, como antes. En la sala hay un largo sof¨¢ frente a una tele enorme. La estancia est¨¢ decorada con trofeos y medallas de Usman. En una esquina se ve un cuadro con el dibujo de un gran felino. Se lo envi¨® un fan y deb¨ªa representar a una pantera, porque ¨¦l es conocido como la Pantera de Azuqueca, pero ¨¦l lo mira y dice: ¡°Eso es un guepardo, ?no, Zainab?¡±. La ni?a se encoge de hombros.
Garuba habla de su vida en la cocina mientras se oyen martillazos. ¡°Estamos reformando el ba?o de arriba¡±, explica. Tiene una voz grave pero de trasfondo adolescente. Betty me dir¨¢: ¡°Aunque sea muy grande, todav¨ªa es un ni?o¡±. Usman dice que su nombre se lo puso su padre, que es musulm¨¢n, y significa... ¡°puf, el elegido de Dios, o algo as¨ª¡¡±. ?l es cristiano por influencia de su madre, pero no practicante. Ella sol¨ªa llevarlo a la iglesia. Dej¨® de ir en cuanto el deporte le ocup¨® demasiado tiempo. Betty le puso su segundo nombre, Destiny.
Aunque conserva cierta fe, Usman Destiny Garuba Alari no cree que Dios haya tenido mucho que ver con que en julio lo eligieran en el puesto 23? del draft de la NBA, el quinto mejor de los 21 espa?oles que han participado en este selectivo proceso, tras Juancho Hernang¨®mez (15? en 2016), Fran V¨¢zquez (11? en 2005), Ricky Rubio (5? en 2009) y Pau Gasol (3? en 2001).
¡°Nadie est¨¢ predestinado para nada. Tienes que hacer tu camino¡±, sentencia Garuba, un acorazado de 2,03 metros y 110 kilos que cree que su f¨ªsico puede mejorar ¡°mucho, much¨ªsimo m¨¢s¡±. ¡°Con mis genes y trabajando duro, all¨ª se va a notar r¨¢pido mi evoluci¨®n muscular¡±. Despu¨¦s de participar en los Juegos de Tokio con la selecci¨®n, fue a Estados Unidos a jugar con los Rockets una liga de verano. Tuvo n¨²meros modestos, aunque dej¨® como tarjeta de presentaci¨®n un tap¨®n cicl¨®peo. Visit¨® Houston y alquil¨® un piso en el centro de la ciudad. ¡°Para no perderme¡±, bromea. ¡°Adem¨¢s, veo desde casa mi estadio, el Toyota Center¡±. Le impresion¨® la extensi¨®n de la metr¨®poli tejana y su identidad hispana. Un d¨ªa fue a un restaurante. Pidi¨® unos tacos con picante, pero le sali¨® en espa?ol y se corrigi¨® de inmediato: ¡°Oh, sorry, I want it spicy¡± (disculpe, los quiero picantes). La camarera reaccion¨® como si estuvieran en una taquer¨ªa de Tijuana: ¡°Claro, le he entendido¡¡±.
Garuba ha firmado un contrato con los Rockets de dos a?os fijos y dos m¨¢s opcionales. Si completa los cuatro, ganar¨¢ 11 millones de d¨®lares (9,5 milones de euros). Hace tiempo que sus ingresos con el Madrid les han aportado bienestar, pero su madre sigue trabajando en una f¨¢brica. ¡°Usman me dice que pare, pero yo a¨²n tengo fuerzas¡±, dice ella.
El primer partido de su equipo en liga ser¨¢ el 20 de octubre, en Minneapolis contra los Wolves. Si Garuba juega, ser¨¢ el espa?ol m¨¢s joven en debutar en la NBA.
¡ª?Le da miedo?
¡ªPara nada.
¡ª?No cree que podr¨ªa haberse quedado un a?o m¨¢s madurando en el Real Madrid?
¡ªNo es f¨¢cil dejar el Madrid, que jugador por jugador est¨¢ al nivel de alg¨²n equipo de la NBA y ha sido mi casa. Es dejar eso, dejar la ciudad donde has estado siempre, la afici¨®n que tanto te ha apoyado, los amigos que siempre van a verte jugar. Pero lo ten¨ªa claro. No quer¨ªa esperar un a?o para marcharme. En un a?o pueden pasar muchas cosas.
Se define como un jugador ¡°que no da un bal¨®n por perdido y que puede hacer mejores a sus compa?eros¡±. Destaca de s¨ª mismo su velocidad y la convicci¨®n de que su potencia le da para atreverse con rebotes, tapones o mates improbables. Quiere mejorar su tiro y su manejo de bal¨®n. El viejo y venerable juego posicional ha saltado por los aires en la NBA, cada vez m¨¢s f¨ªsica y acelerada, y su objetivo es ser vers¨¢til para poder jugar dentro de la zona y tambi¨¦n desde fuera. ¡°Otra cosa que tengo que trabajar es el aspecto mental¡±, apunta. Explica que pasar del dominio absoluto en categor¨ªas inferiores a jugar en la ¨¦lite con el Madrid fue duro. ?l deseaba que todo saliese como estaba acostumbrado, ¡°perfecto¡±. No era as¨ª. Se frustraba. Y se llevaba buenas broncas de Pablo Laso.
El entrenador Laso, un sabio estratega que le ha hecho ganar todo al Madrid en los ¨²ltimos a?os, sostiene que Garuba ha sido y es una m¨¢quina en progresi¨®n: ¡°Desde su etapa infantil en el club, siempre iba salt¨¢ndose pasos y consiguiendo metas, como lo ha hecho con el primer equipo cuando todo el mundo hablaba de que le pod¨ªa faltar calidad, que le pod¨ªa faltar altura, tiro exterior; bueno, pues al final ¨¦l va derribando puertas y acaba plant¨¢ndose muy joven en la NBA, lo que habla muy bien de su trabajo. Creo que es un jugador al que le queda mucho crecimiento y que su evoluci¨®n debe ser continua, no debe pararse. Tiene mucho margen de mejora¡±. Laso cree que su expupilo aportar¨¢ energ¨ªa a su equipo y piensa que podr¨ªa convertirse en un jugador al estilo de Draymond Green, un todoterreno clave en un equipo campe¨®n como los Warriors. El agente de Garuba, Juan Lasso, considera que los Rockets ¡ªlos peores de la liga la temporada pasada, con solo 14 victorias en 63 partidos¡ª son un lugar id¨®neo para lo que necesita, tener minutos. ¡°Es un equipo que empieza de cero, y eso le beneficia. Lo malo ser¨ªa que llegase a un equipo lleno de estrellas y que compitiese por el campeonato, porque en ese caso podr¨ªa no tener suficientes oportunidades¡±, razona. Laso cree que puede destacar pronto por su capacidad defensiva y su inteligencia en la pista.
Max Sol¨¦, que jug¨® con Garuba en el Madrid en la EBA ¡ªtres categor¨ªas m¨¢s abajo que la ACB¡ª, afirma: ¡°Estamos ante un depredador. Siempre juega con la misma intensidad, sea un partido importante o uno que no valga para nada. La palabra que lo define es hambre. Y siempre con perfil bajo, sin cre¨¦rselo, trabajando todos los d¨ªas¡±. A?ade que es un jugador con el don de saber estar en el sitio, lo que le permite intervenir en las jugadas ¡°un segundo antes que los dem¨¢s¡±. En lo tocante a esa intensidad, al hambre y a ese sentido de la anticipaci¨®n, vendr¨ªa a ser, en potencia, algo similar a un Dennis Rodman, el ex de Madonna que salivaba por los rebotes como Carpanta por los pollos asados y que se hizo amigo de Kim Jong-un, pero sin estar chiflado.
¡°Usman siempre ha sido un ni?o humilde y centrado. Nunca se ha flipado por ser tan bueno¡±, asegura Daniel Richards, un amigo de Azuqueca con el que jugaba en el ¡°parque de la Consti¡±. ?l tiene 29 a?os. Hace 10 a?os, Usman ya jugaba con ellos en la canchas de Azuqueca. ¡°Era un cr¨ªo y ten¨ªa cara de ni?o, pero med¨ªa 1,90 y era superpotente, as¨ª que le jug¨¢bamos tan duro como a cualquiera de los mayores¡±, recuerda Richards. Lo que no recuerda es el primer tap¨®n que le hizo Usman Garuba. ¡°Fueron demasiados, t¨ªo. Ser¨ªa imposible acordarse del primero¡±, se r¨ªe.
Garuba dice que ¡°la Consti¡± es su lugar favorito. Cuando ya estaba enrolado en las inferiores del Madrid y no pod¨ªa echar pachangas callejeras, segu¨ªa yendo a ver jugar a sus amigos. Reconoce que extra?ar¨¢ a su gente: ¡°Este pueblo me lo ha dado todo. Me ha dado todas las facilidades posibles¡±. Tras la entrevista en su casa, nos lleva al polideportivo local, donde siempre ha tenido la puerta abierta para entrenarse por su cuenta. Mustapha, su padre, dice que no era capaz de estar dos d¨ªas en casa sin ejercitarse. Se iba al pabell¨®n y practicaba con su entrenador personal, David Serrano, el mismo t¨¦cnico que lo recibi¨® en este pabell¨®n cuando Usman empez¨® a jugar al baloncesto con 10 a?os. ¡°El primer d¨ªa lo vi llegar solo, caminando por el borde de la pista, como un ni?o t¨ªmido y con aquellos brazos que no se terminaban nunca¡±, recuerda su descubridor, mientras Garuba lanza a canasta para el fot¨®grafo y el vide¨®grafo con un equipaje rojo de su reci¨¦n estrenado patrocinador, Kellogg¡¯s, la archiconocida multinacional de los cereales que fund¨® en Michigan en 1906 Will Keith Kellogg, un adepto de la Iglesia Adventista del S¨¦ptimo D¨ªa. Serrano cree que su chico no tiene l¨ªmite: ¡°No s¨¦ hasta d¨®nde llegar¨¢. Es muy cabez¨®n¡±.
El concejal de Deportes, Enrique P¨¦rez de la Cruz, se ha acercado a saludarlo. Charlando con Betty y Mustapha recuerdan el d¨ªa en que ella se llev¨® hasta el Ayuntamiento a Usman y Sediq ¡ªque hoy tambi¨¦n destaca en la cantera del Madrid de baloncesto¡ª para meterlos en alguna actividad en las Escuelas Deportivas Municipales. Usman quer¨ªa f¨²tbol, para ser portero. Era a lo que jugaban sus amigos y tener un guardameta ¨¢gil y de esa envergadura era una bendici¨®n. Pero las plazas de f¨²tbol se hab¨ªan acabado. El funcionario observ¨® a aquel muchacho fuerte y espigado y dijo, con sentido com¨²n: ¡°Pero, vamos a ver, ?y por qu¨¦ no te metes en el equipo de baloncesto?¡±.
Su madre dice que Usman sali¨® de all¨ª bastante enfurru?ado. Por culpa de aquel sensato auxiliar administrativo no podr¨ªa ser el mejor portero de su barrio. Ser¨ªa otra cosa: un baloncestista formidable en un equipo de la NBA.
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