?C¨®mo sienten las plantas?
En el mundo vegetal no existen sentidos como en el animal. Pero las plantas tambi¨¦n advierten qu¨¦ pasa en su entorno. La respuesta ante situaciones adversas es diferente, pero observable y medible.
Uno de los problemas que tenemos cuando abordamos el estudio de la biolog¨ªa es utilizar una ¨®ptica zoocentrista. Pensar que todos los organismos se parecen a los animales nos puede llevar a conclusiones err¨®neas. La evoluci¨®n darwiniana ha dise?ado todos los organismos para que sean capaces de transmitir su ADN a la siguiente generaci¨®n, pero tambi¨¦n los ha dotado de unos mecanismos para protegerse individualmente, y as¨ª tener m¨¢s posibilidades de perpetuar su genoma. Pero no todos los seres vivos lo hacen igual que los animales.
Los animales superiores tienen un dise?o con unos sentidos que reciben se?ales y un sistema nervioso que las transmite al cerebro. Este ¨®rgano se encarga de interpretarlas y emitir las ¨®rdenes adecuadas. Si una vaca tiene sed, buscar¨¢ agua y beber¨¢. Si tiene calor, ir¨¢ a la sombra, y si le molesta una mosca, la espantar¨¢ con el rabo. En los tres casos el sistema de sensores ha lanzado una se?al, y el cerebro ha dado las oportunas ¨®rdenes a los m¨²sculos o al sistema de hormonas para dar una respuesta adecuada para solventar una circunstancia que pod¨ªa llegar a ser peligrosa. Gracias a esto nuestra amiga la vaca no muere deshidratada, por un golpe de calor o por una enfermedad transmitida por un insecto. De esta forma el animal tiene m¨¢s capacidad de sobrevivir. En unas circunstancias adversas es muy importante la capacidad de sentir dolor, porque es el aviso que nos da el cerebro de que algo no est¨¢ funcionando correctamente y que le busquemos una soluci¨®n inmediata. Existen diversas patolog¨ªas donde el paciente no siente dolor o no nota los cambios de temperatura. Las personas que los sufren son propensas a sufrir muchos accidentes o lesiones simplemente por una mala postura, o por apoyarse en una superficie demasiado caliente o demasiado fr¨ªa.
Las plantas no funcionan as¨ª. Si una planta tiene sed, calor o le ataca un insecto, no tiene un sistema nervioso que integre las se?ales, ni unos m¨²sculos que le permitan moverse y buscar una mejor situaci¨®n. Pero no les ha ido mal evolutivamente. Para empezar, los sentidos de las plantas no son como los de los animales. No existe una vista, un o¨ªdo, un tacto, un gusto o un olfato. Pero una planta puede detectar luz, y de forma muy eficiente, porque, si no, no har¨ªa la fotos¨ªntesis. Tambi¨¦n es capaz de detectar si le falta un nutriente fundamental como fosfato, calcio o potasio y lanzar una respuesta adecuada para cada caso. Para hacer esto las plantas tienen una respuesta bioqu¨ªmica y molecular mucho m¨¢s compleja que la de los animales, con m¨¢s opciones de modulaci¨®n o regulaci¨®n. En t¨¦rminos cient¨ªficos, dir¨ªamos que las plantas tienen una mayor plasticidad fenot¨ªpica que los animales. Es decir, a partir de un mismo n¨²mero de genes, pueden dar respuestas m¨¢s complejas. Adem¨¢s, las plantas por t¨¦rmino medio tienen m¨¢s genes que los animales.
La respuesta ante situaciones adversas es diferente, pero observable y medible. De la misma forma que podemos ver cuando un animal est¨¢ sufriendo o sintiendo dolor, las plantas tambi¨¦n tienen una serie de se?ales indicativas que lo est¨¢n pasando mal, se?ales que son muy f¨¢ciles de apreciar. La aparici¨®n de manchas blancas o negras en las hojas, que se curven las hojas, que se vuelvan fl¨¢cidas o que se acumulen pigmentos morados o rojos en las hojas son se?ales de que las plantas est¨¢n teniendo demasiado calor o demasiada sed. Cuando una planta es atacada por un insecto, acumula mol¨¦culas t¨®xicas o incluso mol¨¦culas que llaman a otros insectos para que ataquen a su depredador. En un caso extremo, las acacias del parque Kruger, en Sud¨¢frica, cuando se sintieron atacadas por el aumento de la poblaci¨®n de kud¨²es (un tipo de ant¨ªlope) que se alimentaban de sus hojas, acumularon una cantidad tan alta de taninos que acabaron envenenando a los desprevenidos cuadr¨²pedos. Las plantas tambi¨¦n sienten, sufren y se defienden, aunque no griten.
La inocente lechuga
Mucha gente opta por dietas veganas por un principio ético de no provocar ningún daño a otros seres vivos. La realidad es que las plantas también sufren, por lo que ese principio solo se aplicaría a animales, pero ignoraría a ser vivos inocentes como las lechugas o las espinacas. Algunas religiones o filosofías tienen resuelto este dilema. El jainismo, una filosofía de origen indio, propugna una dieta frutícola en la que solo se pueden consumir frutos y partes de plantas que no impliquen la muerte de la planta.
J. M. Mulet es catedr¨¢tico de Biotecnolog¨ªa.
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