El chileno que quiere convertir Twitch en un medio pol¨ªtico respetable
Roberto Vitar, ¡®El Profe¡¯, se ha convertido en uno de los m¨¢s inesperados agitadores del debate pol¨ªtico en Chile. Este ¡®streamer¡¯ cuenta con casi 100.000 seguidores en su canal
Enfundado en un ch¨¢ndal negro, Roberto Vitar (Chile, 32 a?os) pasa inadvertido entre el p¨²blico de esta convenci¨®n de Twitch celebrada en ?ms?terdam en la que nos citamos. Sin embargo, sus charlas did¨¢cticas sobre la pol¨ªtica chilena son algo inusuales en la plataforma l¨ªder en streaming de videojuegos. Es un comunicador con alma de profesor que no parece un profesor y una estrella de Twitch que parece casi todo menos una estrella de Twitch. Est¨¢ a punto de alcanzar los 100.000 seguidores.
En la Red le han bautizado como El Profe, pero Roberttson ¡ªsu alias en la plataforma de Amazon¡ª no se siente del todo c¨®modo con el t¨¦rmino. Aunque incluso antes de comenzar la carrera de Derecho ya apuntaba maneras de maestro. En la Universidad ejerc¨ªa como ayudante y hasta cre¨® una iniciativa solidaria que formaba a las personas sin acceso a la ense?anza sobre los requisitos legales para constituir una empresa. Su actual apodo de El Profe ¡ªya con may¨²sculas¡ª prendi¨®, sin embargo, con la mecha de la revoluci¨®n.
La noche del 18 de octubre de 2019, conocida como el inicio de la revuelta popular en Chile, Roberttson ¡ªentonces, abogado de profesi¨®n y streamer de videojuegos en sus ratos libres¡ª vio a gran parte de la poblaci¨®n confundida. Los medios cubr¨ªan de forma sensacionalista cuestiones que ten¨ªan ¡°efectos muy reales sobre la gente¡±. Hizo un directo en Instagram sobre el estado de excepci¨®n constitucional para esclarecer la situaci¨®n frente al torbellino incesante de informaci¨®n. Y casi sin darse cuenta comenz¨® a hablar sobre pol¨ªtica en Twitch. ¡°El proceso para hacerme un hueco como streamer de videojuegos fue tortuoso. Sin embargo, al hablar de pol¨ªtica vi que el inter¨¦s de las personas por tener m¨¢s informaci¨®n era avasallador¡±, explica el abogado ¡°retirado¡± a los 30 a?os por un empe?o en combatir los bulos.
Sus seguidores son sobre todo j¨®venes de entre 15 y 22 a?os y su canal de Twitch es un mapeo de los ¨²ltimos y agitados a?os en Chile. Desde elecciones constituyentes y primarias presidenciales hasta el proceso de elaboraci¨®n de una nueva Constituci¨®n, que fue rechazada en el refer¨¦ndum del pasado 4 de septiembre. Uno de sus streams m¨¢s populares es una entrevista de m¨¢s de una hora al actual presidente chileno, Gabriel Boric, cuando este era a¨²n candidato. La guasa, las bandas sonoras de sus infancias y los videojuegos favoritos de Boric se entremezclan con conversaciones en torno a la desinformaci¨®n, el sistema penitenciario chileno o la inmigraci¨®n. Invit¨® tambi¨¦n ¡ªde forma p¨²blica, remarca Roberttson, a trav¨¦s de Twitter¡ª a candidatos de otros colores, algunos de los cuales no respondieron. Pero no ha tirado la toalla: ¡°Estoy pensando en nuevas entrevistas con otras posturas para tener el espectro un poco m¨¢s amplio¡±.
Una plataforma como Twitch puede tender con facilidad a la polarizaci¨®n y la descalificaci¨®n. Sin embargo, Roberttson se complace de haber controlado audiencias de entre 2.000 y 3.000 personas con tan solo dos moderadores. ¡°A veces llegan personas muy detonadas, que pueden tener diferencias ideol¨®gicas con gente del chat o que opinan distinto a m¨ª, pero yo no baneo [prohibir el acceso] a nadie por eso¡±. Ese es precisamente uno de los problemas de nuestro tiempo, seg¨²n Roberttson, el conflicto pol¨ªtico, que, junto a la desinformaci¨®n, trunca la conversaci¨®n. ¡°Y lo que hace falta es hablar, conversar¡±, dice.
Como un S¨®crates cibern¨¦tico, lo que mueve a Roberttson es un anhelo por la claridad para allanar el terreno al pensamiento y poder debatir desde la franqueza. ¡°El panorama se ve muy catastr¨®fico si solo absorbemos la televisi¨®n, los medios, las redes¡±, observa. ¡°Mi labor, aunque no soy todo lo docto que me gustar¨ªa ser en derecho, es bajar los niveles de ansiedad. Las personas necesitan paz mental para poder pensar¡±.
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