El espect¨¢culo de la construcci¨®n
Proyectos ambiciosos que regeneran zonas urbanas o crean instalaciones que transforman su entorno. Estos cinco ejemplos muestran la capacidad de la construcci¨®n para impulsar el cambio.
Las construcciones dan forma a nuestro mundo. La manera en la que interactuamos, trabajamos y disfrutamos del tiempo libre se debe, en buena parte, a los edificios que nos rodean y las soluciones urban¨ªsticas que los conectan. As¨ª, los proyectos arquitect¨®nicos tienen la capacidad de regenerar zonas, convertirse en focos de actividad empresarial o l¨²dica y transformar barrios y ciudades. Ese concepto de la construcci¨®n como catalizador de cambio est¨¢ cada vez m¨¢s presente en la visi¨®n del sector, a trav¨¦s de proyectos que buscan interactuar con su entorno y que abren el camino a una comunicaci¨®n m¨¢s fluida con los ciudadanos.
Los grandes proyectos arquitect¨®nicos, aquellos que acometen la tarea de crear nuevos centros de ocio, deporte o cultura, tienen una mayor capacidad de incidencia en la composici¨®n de esos nuevos entornos urbanos. Uno de los ¨²ltimos ejemplos de los que hemos sido testigos es el C¨ªvitas Metropolitano. El estadio madrile?o, situado en el distrito de San Blas-Canillejas, se sit¨²a desde 2017 en el espacio que ocupaba el recinto en desuso de La Peineta. Una superficie total de 88.150 metros cuadrados que tiene la capacidad de acoger a m¨¢s de 68.000 personas y celebrar no solo eventos deportivos, sino tambi¨¦n de ocio, que ha transformado la zona.
¡°La construcci¨®n del estadio Metropolitano ha sido un reto t¨¦cnico de gran envergadura¡±, explica Fernando Bernaldo de Quir¨®s, jefe del departamento de construcci¨®n de FCC Construcci¨®n, y uno de los m¨¢s de 1.500 trabajadores que han participado en su realizaci¨®n. ¡°Hicimos posible la ejecuci¨®n de un proyecto sobre un estadio que parcialmente deb¨ªa ser demolido y crear una nueva estructura que dar¨ªa como resultado final un estadio multifuncional, polivalente y que ha mantenido la esencia de un complejo deportivo propio del siglo XXI¡±.
El Metropolitano, elegido mejor estadio del a?o por los premios Industry Awards que entrega el congreso mundial World Football Summit, es una de esas construcciones ambiciosas que presentan la oportunidad de crear soluciones imaginativas y acometer desaf¨ªos t¨¦cnicos. Una de ellas se encuentra en su cubierta: una estructura de acero de unas 6.336 toneladas, tensada con cables radiales y unidos con una membrana que ocupa una superficie de 83.053 metros cuadrados. Tambi¨¦n es el primer recinto deportivo del mundo en contar ¨ªntegramente con tecnolog¨ªa LED en su iluminaci¨®n.
Sin embargo, tan importante como sus innovaciones t¨¦cnicas es su capacidad para transformar el enclave en el que se asienta. ¡°El estadio ha transformado sin duda el distrito¡±, asegura Bernaldo de Quir¨®s. ¡°Ha supuesto la creaci¨®n de una infraestructura deportiva, social y ambiental que la hacen referente en Madrid. Un centro deportivo con un impacto directo positivo sobre los vecinos de la zona¡±. Un ejemplo: en la final de la Champions League que acogi¨® en 2019, el impacto econ¨®mico en la ciudad de Madrid se estim¨® en 66 millones de euros. ¡°Es excepcional ver c¨®mo a trav¨¦s de un proyecto as¨ª se pueden transformar comunidades locales, espacios y dotarlos de un valor positivo¡±, a?ade Bernaldo de Quir¨®s. ¡°Para m¨ª es un motivo de gran satisfacci¨®n comprobar el funcionamiento del estadio una vez construido¡±.
Un museo que cambia toda una ciudad
Mucho antes del Metropolitano, otro gran proyecto demostr¨® la capacidad innovadora para transformar su entorno. El Museo Guggenheim Bilbao, proyectado por Frank Gehry, no solo se convirti¨® en uno de los grandes centros de arte del pa¨ªs, sino que propici¨® el despegue econ¨®mico y tur¨ªstico de la ciudad. Una obra pionera que instaur¨® un fen¨®meno, el ¡°efecto Guggenheim¡±, replicado por ciudades de todo el mundo que buscaron un proyecto arquitect¨®nico singular como s¨ªmbolo de una nueva etapa.
Juan Ram¨®n P¨¦rez Gonz¨¢lez, director de edificaci¨®n de Ferrovial Construcci¨®n, fue uno de los m¨¢s de 1.000 trabajadores que tomaron parte en un proceso de construcci¨®n que se extendi¨® de 1992 a 1997 y que no se parec¨ªa a nada de lo que hubiese hecho antes. ¡°Es una obra que se adelant¨® 25 ¨® 30 a?os a su tiempo¡±, cuenta. El dise?o de Frank Gehry presentaba desaf¨ªos desde el principio. ¡°El reto t¨¦cnico m¨¢s importante era acometer la ejecuci¨®n partiendo de un proyecto que nos fue dado en un programa llamado Katia, utilizado para dise?o aeroespacial¡±, recuerda P¨¦rez Gonz¨¢lez. ¡°Gehry acostumbra a dise?ar en maquetas, en papel, cart¨®n o madera, y luego digitalizarlas. Lo que nos lleg¨®, en lugar de planos, era una serie de superficies y vol¨²menes de extraordinaria complejidad que no estaban sometidos a f¨®rmulas matem¨¢ticas¡±.
El Museo Guggenheim Bilbao supuso, por tanto, cambiar la manera de trabajar de los profesionales de la construcci¨®n. ¡°Es la primera obra de Espa?a en la que se trabaja con BIM (Building Information Modeling), una metodolog¨ªa digital de trabajo que ahora se est¨¢ empezando a implantar, 25 a?os despu¨¦s¡±, prosigue P¨¦rez Gonz¨¢lez. ¡°Traducir esas superficies a l¨ªneas que obedecieran leyes matem¨¢ticas fue un proceso complejo. Hab¨ªa otros proyectos de Gehry, como el Walt Disney Concert Hall, que estaban parados porque era muy dif¨ªcil llevarlos a la pr¨¢ctica¡±.
Los 24.000 metros cuadrados de superficie del museo y sus 60.000 metros c¨²bicos de encofrado est¨¢n envueltos por una de sus se?as de identidad: las 42.000 escamas de titanio que se adaptan a esas formas inusuales ideadas por Gehry. El resultado cambi¨® el paisaje de Bilbao y, poco m¨¢s tarde, su imagen ante el mundo. ¡°Era una ciudad con alma de industria naval, metal¨²rgica, que con la crisis de finales de los 80 ten¨ªa problemas sociales y econ¨®micos¡±, recuerda Juan Ram¨®n P¨¦rez Gonz¨¢lez. ¡°Para m¨ª, lo m¨¢s importante de este proyecto no es el hito de la construcci¨®n, sino el cambio social y econ¨®mico de una ciudad y una provincia que estaba degradada¡±.
Ahora, cuando acaban de cumplirse 25 a?os de su inauguraci¨®n, su capacidad de atracci¨®n sigue intacta. ¡°La primera obra de arte del museo es el propio edificio¡±, apunta P¨¦rez Gonz¨¢lez, que destaca el Guggenheim como un antes y un despu¨¦s en la historia de la construcci¨®n en Espa?a. ¡°Todos los que participamos en ella, desde cualquier punto de vista, hicimos la obra de nuestra vida. Despu¨¦s de casi 40 a?os de profesi¨®n, no he vuelto a participar en un proyecto de esa complejidad e importancia. Fue un hito que solo se puede entender desde la conjunci¨®n de voluntades de todos los que participamos¡±.
Integrar el deporte en el entorno urbano
Los recintos deportivos de menor escala tambi¨¦n tienen la capacidad de transformar su entorno. Es el caso del Estadio Vallehermoso, en el distrito madrile?o de Chamber¨ª, que desde su inauguraci¨®n en 1961 hab¨ªa quedado en desuso. En 2019 se inaugur¨® su remodelaci¨®n, homologado para albergar pruebas de atletismo profesional, con ocho calles y un grader¨ªo capaz de albergar a 10.000 espectadores sin romper con el entorno urbano. El espacio, adem¨¢s, est¨¢ a disposici¨®n de los vecinos para la pr¨¢ctica de deporte, convirti¨¦ndose en un dinamizador social de la zona.
¡°El objetivo con esta intervenci¨®n era integrar, con sensibilidad, una gran infraestructura dentro de la trama urbana¡±, confirma Alfonso Cano, arquitecto del estudio encargado de su dise?o, Cano Lasso Arquitectos, ejecutado por la constructora BECSA. ¡°Tambi¨¦n recuperar la relevancia del antiguo Estadio Vallehermoso adapt¨¢ndolo a las exigencias actuales, con la dificultad de contar con un espacio muy reducido y con un presupuesto muy ajustado¡±. Para lograrlo, optaron por soluciones imaginativas y adaptadas al lugar en el que se emplaza. ¡°Se necesitaba minimizar el gran volumen de la instalaci¨®n, por eso se model¨® y adecu¨® al terreno. Sus l¨ªmites se hicieron verdes y porosos. La nueva edificaci¨®n se retranque¨®, donde fue posible, del l¨ªmite de la parcela, cediendo a la ciudad espacios arbolados, para producir una relaci¨®n m¨¢s amable con su entorno pr¨®ximo¡±.
En especial, uno de los desaf¨ªos del estadio era contar con una gran capacidad sin provocar un impacto negativo en el perfil de altura de la zona urbana colindante. Cano explica que, para lograrlo, hubo que adaptarse a la topograf¨ªa. ¡°A la pista se accede a nivel desde la calle a menor cota y, a la parte superior de la grada, directamente desde el punto de la acera perimetral de mayor cota¡±. As¨ª, el dise?o abierto del recinto permite contar con una gran capacidad usando solo doce alturas de gradas.
La est¨¦tica tambi¨¦n fue tomada en cuenta en su dise?o, de manera que las instalaciones se integrasen mejor en el entorno. El color blanco predomina en el exterior y las gradas, mientras que para las pistas se opt¨® por un tono sorprendente. ¡°El pavimento sint¨¦tico fue desarrollado especialmente para Vallehermoso por el fabricante suizo Konica, siendo el primero en el mundo de color verde pistacho¡±, narra Alfonso Cano. ¡°El objetivo era que fuese original, alegre y reconocible, y se sumase al color de la hierba central¡±. Otra innovaci¨®n se encuentra en la cubierta del grader¨ªo. ¡°Para lograr que fuese ligera se realiz¨® en EFTE, una l¨¢mina de nueva tecnolog¨ªa s¨²perfina y resistente¡±.
Desde su inauguraci¨®n en 2019, el Estadio Vallehermoso ha sido escenario de varias competiciones a nivel nacional e internacional, como el Meeting de Madrid, y en 2023 acoger¨¢ el campeonato de Europa de atletismo por equipos. Igual de importante para Cano, esta instalaci¨®n deportiva ha conseguido mejorar la zona.
Renovar la historia
Otros proyectos se enmarcan en el contexto de un centro hist¨®rico y tienen como objetivo recuperar el esplendor del pasado y encontrar nuevos usos para el patrimonio cultural. Ese es el caso del Centro Canalejas Madrid, un conjunto de siete edificios hist¨®ricos, dos de ellos catalogados como Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC), situado en pleno coraz¨®n de Madrid. OHLA, la empresa encargada de acometer esta renovaci¨®n, se enfrentaba a un desaf¨ªo distinto: restaurar un patrimonio en desuso y llevar a cabo una obra ambiciosa en una de las zonas con m¨¢s actividad de la capital.
¡°Se trataba de un reto importante, 75.000 metros cuadrados de obra y, en algunos casos, en muy mal estado¡±, explica Sergio L¨®pez Manrique, jefe de obras del proyecto. ¡°El antiguo Banco Hispano Americano, por ejemplo, estaba muy maltratado, deteriorado, con humedades¡ Fue una obra inmensa, construyendo cuatro plantas por debajo del nivel del suelo y con la necesidad de conservar las fachadas¡±. Ahora, el conjunto alberga el primer hotel de la cadena Four Seasons de Espa?a, un espacio comercial, otro centrado en la gastronom¨ªa y un parking con capacidad para 400 plazas.
L¨®pez Manrique apunta a distintos niveles de complejidad en el proceso. ¡°En primer lugar, la restauraci¨®n y la recuperaci¨®n de los elementos. Tanto en el exterior, porque es patrimonio de todos, como en el interior. Se realiz¨® con mucho mimo, intentando conservar todos los detalles posibles. Un ejemplo son las columnas de m¨¢rmol verde que ahora se ven en el hall del hotel, y que eran las mismas y en el mismo lugar que ten¨ªan antes de la obra. Tambi¨¦n la barandilla de la escalera en la primera planta. Trabajamos con equipos especializados en obras de restauraci¨®n para cuidarlo al m¨¢ximo¡±.
Otro aspecto crucial de este trabajo, en unas obras que se extendieron de 2013 a 2021, residi¨® en el propio impacto de las obras en una zona c¨¦ntrica e hist¨®rica de la ciudad de Madrid. ¡°Un proyecto as¨ª requer¨ªa medidas especiales¡±, relata su jefe de obra. ¡°Intentamos que el impacto fuese el m¨ªnimo posible. Adem¨¢s de utilizar un vallado especial, empleamos bombas est¨¢ticas y un sistema para sacar la tierra al exterior similar al utilizado en miner¨ªa, con un ascensor. Hay que recordar que la obra creci¨® tanto por arriba como por abajo. Los camiones se llevaban la tierra por la noche. El prop¨®sito era molestar lo menos posible, hasta el punto de que hubo momentos en el que hab¨ªa gente que nos preguntaba si la obra estaba parada, cuando no era as¨ª¡±.
El Centro Canalejas es, tras este complejo proceso, uno de los nuevos atractivos tur¨ªsticos y de ocio de Madrid. ¡°Me siento muy satisfecho con el resultado¡±, a?ade L¨®pez Manrique. ¡°Verlo una vez acabado es una experiencia, y espero que haya m¨¢s edificios que se rehabiliten en esa zona, que tiene mucho margen de mejora en cuanto a la distribuci¨®n de usos y restauraci¨®n del patrimonio¡±.
Recuperar el esp¨ªritu del lugar
El poder regenerador de la construcci¨®n tiene otro ejemplo en el proyecto Gran Bulevar El Vasco, en Oviedo. Este conjunto de edificios y zonas de conexi¨®n entre ellos se plante¨® como soluci¨®n a un problema urbano de larga duraci¨®n. Su origen, los terrenos que ocupaba la antigua estaci¨®n de la Sociedad General de Ferrocarriles Vasco Asturiana, conocida popularmente como la estaci¨®n del Vasco. Ca¨ªda en desuso, supon¨ªa un problema de tr¨¢nsito, as¨ª como est¨¦tico, en una de las principales v¨ªas de entrada a la ciudad.
¡°Los retos eran muchos: urban¨ªsticos, t¨¦cnicos, econ¨®micos y sociales¡±, cuenta Ver¨®nica Dur¨¢n Sela, arquitecta y directora del proyecto de conjunto de la Actuaci¨®n del Vasco. ¡°El m¨¢s destacable, sin embargo, era cumplir con la vocaci¨®n de espacio de conexi¨®n e ir m¨¢s all¨¢ consiguiendo una actuaci¨®n con identidad propia relevante para la ciudad de Oviedo. Es importante se?alar que partimos de un espacio que hab¨ªa sido escenario de actuaciones fallidas y las dificultades eran mayores. Nos planteamos transformarlo completamente eliminando el car¨¢cter negativo que ha supuesto durante tantos a?os este espacio en la ciudad¡±.
El proyecto de El Vasco incluy¨® la construcci¨®n de tres torres de viviendas, otra para uso hotelero y dos m¨¢s para iniciativas sociales y sanitarias. Los desniveles del terreno, que supon¨ªan uno de los principales problemas de conexi¨®n, se han solventado con una plataforma que conecta los edificios con el trazado urbano, una pasarela que recuerda el trazado de las v¨ªas y una plaza, de manera que el conjunto quede integrado en la ciudad y facilite tanto los accesos como la actividad comercial de la zona.
¡°Ha pasado de ser una zona degradada y desconectada de la ciudad a ser un nuevo centro social y econ¨®mico¡±, apunta Dur¨¢n Sela. ¡°El complejo ha transformado una zona de la ciudad carente de atracci¨®n convirti¨¦ndola en un aut¨¦ntico catalizador de nuevas inversiones, como demuestra el hecho de que se han abierto all¨ª multitud de negocios relacionados con el sector servicios. Se puede decir que esta actuaci¨®n ha puesto de manifiesto el hecho de que la arquitectura y el urbanismo son capaces de generar cambios muy profundos en una ciudad y generar zonas repletas de vida¡±.
El Vasco, a?ade la directora del proyecto, tambi¨¦n sirve como ejemplo de recuperaci¨®n del esp¨ªritu ciudadano y la cooperaci¨®n entre distintos sectores. ¡°Si es un ¨¦xito es gracias a la sinergia conseguida por todos los intervinientes¡±, apunta. ¡°La coordinaci¨®n entre los equipos multidisciplinares e instituciones ha sido ejemplar. Hemos mantenido en todas las fases del proyecto el esp¨ªritu colaborativo del que habla Norman Foster. Nuestra actuaci¨®n es un homenaje a la antigua Estaci¨®n del Vasco y todo lo que ha representado para la historia de la ciudad. Cogemos el testigo de ese proyecto y ahora s¨ª lo resolvemos sintiendo el genius loci, el esp¨ªritu del lugar¡±.
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