Manual de uso del poder, seg¨²n Don Vito Corleone
El acad¨¦mico Alberto Mayol encuentra en ¡®El Padrino¡¯ una lecci¨®n magistral sobre c¨®mo llegar a mandar y conservar el mando sin consideraciones morales
En uno de los momentos m¨¢s memorables de la serie de animaci¨®n Padre de familia, los Griffin est¨¢n a punto de morir y Peter, el desnortado patriarca, se decide a hacer a su familia una ¨²ltima confidencia: ¡°No me gust¨® El Padrino¡±. Su esposa ...
En uno de los momentos m¨¢s memorables de la serie de animaci¨®n Padre de familia, los Griffin est¨¢n a punto de morir y Peter, el desnortado patriarca, se decide a hacer a su familia una ¨²ltima confidencia: ¡°No me gust¨® El Padrino¡±. Su esposa e hijos le recuerdan que se trata de una obra maestra, un poema visual, ¡°la gran tragedia americana¡±. Peter zanja la discusi¨®n con una frase displicente: ¡°Lo siento, pero yo soy m¨¢s de Esta casa es una ruina¡±.
Si la broma funciona es porque a (casi) todo el mundo le gusta El Padrino. La trilog¨ªa de Coppola es uno de esos artefactos culturales que generan un raro consenso, un cl¨¢sico popular que es a la vez pasto de la cinefilia, un ¨¦xito instant¨¢neo que conserva cinco d¨¦cadas despu¨¦s su reputaci¨®n intacta. Alberto Mayol, soci¨®logo, polit¨®logo y escritor (Santiago de Chile, 47 a?os), ha encontrado, adem¨¢s, tanto en las pel¨ªculas como en la novela de Mario Puzo que les sirve de sustrato una herramienta de reflexi¨®n y aprendizaje. El Padrino es ¡°un curso acelerado de poder: c¨®mo se consigue, se conserva, se acrecienta y se ejerce¡±. C¨®mo lo hacen profesionales de la destreza amoral y desprejuiciada de Vito Corleone y el heredero de su emporio, su hijo Michael.
Mayol presenta estos d¨ªas la edici¨®n en Espa?a de Las 50 leyes del poder en El Padrino (Arpa Editores), un manual de uso que tal vez resulte ¨²til para s¨¢trapas de bolsillo, pero que supondr¨¢, sobre todo, una iluminaci¨®n para esa mayor¨ªa silenciosa que nunca ha reflexionado sobre la naturaleza del poder y, por tanto, se condena a padecerlo. Mirando atr¨¢s, el autor recuerda que entr¨® en contacto con la saga f¨ªlmica en 1990, cuando se estrenaba en Chile la tercera entrega: ¡°Mi t¨ªo insisti¨® en que fu¨¦ramos a verla, aunque yo fuese menor de edad. Su argumento, escandaloso para el ni?o de orden que era yo por entonces, era que para disfrutar de verdad una pel¨ªcula as¨ª hay, en primer lugar, que infringir alguna ley¡±. A?os despu¨¦s, Mayol se sorprender¨ªa volviendo una y otra vez a secuencias tan impactantes como la de la cabeza de caballo entre las sedosas s¨¢banas de un productor de Hollywood y encontrando en ellas ¡°una reflexi¨®n muy profunda, en absoluto trivial, sobre ese dios mitol¨®gico que llamamos poder y est¨¢ detr¨¢s de casi todas las relaciones sociales, no solo en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica¡±. De esa intuici¨®n naci¨® un popular ciclo de seminarios sobre El Padrino y un a¨²n m¨¢s popular podcast, La Cosa Nostra, que creci¨® y extendi¨® sus tent¨¢culos durante la pandemia. Y de ah¨ª brot¨® tambi¨¦n el libro.
Durante la jornada inaugural de su seminario, Mayol suele decir, en tono jocoso, que el suyo es ¡°un m¨¦todo anal¨ªtico esencialmente de derechas, porque parte del pragmatismo m¨¢s descarnado¡±. Citando una y otra vez ejemplos concretos, desentra?a la inexorable l¨®gica Corleone y llega a conclusiones muy reveladoras: ¡°Don Vito ejerci¨® siempre el poder sin inhibiciones, pero con sensatez y mesura¡±. Sus mejores alumnos habr¨ªa que buscarlos, salvando las distancias, en el espectro conservador, en Winston Churchill, Giulio Andreotti o Angela Merkel. Tambi¨¦n en la trastienda de n¨²cleos de poder tan formidable y opacos ¡°como la CIA, el Vaticano o los consejos de administraci¨®n de las multinacionales¡±. La izquierda occidental, en su opini¨®n, ¡°no genera l¨ªderes, porque se ha atascado en un discurso de resistencia al poder que la condena a la ineficacia¡±. Lo mismo podr¨ªa decirse del grueso de los ciudadanos de la Europa comunitaria, ¡°herb¨ªvoros en un mundo de carn¨ªvoros¡±, algunos de ellos tan voraces como Vlad¨ªmir Putin, ¡°que no solo envenena a sus opositores, sino que quiere que se sepa¡±.