Qu¨¦ fue de la Presidencia Europea
El 1 de julio Espa?a asumi¨® por turno la presidencia semestral del Consejo de la Uni¨®n Europea. La ¨²ltima vez que la ocup¨® fue en 2010 y la pr¨®xima ser¨¢ como m¨ªnimo en 2037. Una posici¨®n que no consiste en dirigirla, sino en coordinar trabajos legislativos y tener cierta preeminencia en pol¨ªtica exterior. Esta es la cr¨®nica de este mandato, que se convirti¨® en una especie de monta?a rusa a causa de las elecciones anticipadas y el largo camino a la investidura.
Este reportaje solo se puede realizar cada 13 a?os y medio. Y ser¨¢n 17 y medio si otros ocho Estados entran en la UE a partir de 2030 y acceden al carrusel de las presidencias rotatorias. M¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ que tenga como tel¨®n de fondo dos conflictos a las puertas de Europa (Ucrania y Palestina); el shock de unos inciertos comicios anticipados en los proleg¨®menos de la presidencia (los del 23 de julio); un Gobierno en funciones (el de S¨¢nchez) ensimismado durante cuatro meses en su investidura y actuando en ocasiones como un pato cojo al frente de una presidencia europea en estado...
Este reportaje solo se puede realizar cada 13 a?os y medio. Y ser¨¢n 17 y medio si otros ocho Estados entran en la UE a partir de 2030 y acceden al carrusel de las presidencias rotatorias. M¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ que tenga como tel¨®n de fondo dos conflictos a las puertas de Europa (Ucrania y Palestina); el shock de unos inciertos comicios anticipados en los proleg¨®menos de la presidencia (los del 23 de julio); un Gobierno en funciones (el de S¨¢nchez) ensimismado durante cuatro meses en su investidura y actuando en ocasiones como un pato cojo al frente de una presidencia europea en estado de vida latente; y una oposici¨®n zancadilleando en Bruselas la actividad de ese Ejecutivo y usando lo comunitario como un arma pol¨ªtica. Y, a la vuelta de la esquina, unas elecciones al Parlamento Europeo, que suponen un fin de ciclo legislativo.
Y, por si fuera poco, seg¨²n explica el ministro de Asuntos Exteriores ¡ªen funciones en el transcurso de esta conversaci¨®n¡ª (y de la UE), Jos¨¦ Manuel Albares, ¡°en el momento m¨¢s complejo para Europa desde la ca¨ªda del muro¡±. La combinaci¨®n de esos elementos es diab¨®lica. Y se ha concretado en los 184 d¨ªas de presidencia espa?ola, que concluir¨¢ en la pr¨¢ctica con la reuni¨®n de jefes de Estado y Gobierno los pr¨®ximos 14 y 15 de diciembre en Bruselas. Ah¨ª tendr¨¢ que cuajar la tortilla y ver qu¨¦ resultados tangibles aporta. Algunos ya son un hecho, como la reforma del mercado el¨¦ctrico (un ¨¦xito de Teresa Ribera) o la tarjeta europea para personas con discapacidad, que beneficiar¨¢ a 87 millones de ciudadanos; el desatasco del Pacto de Migraci¨®n, la aceleraci¨®n de la transici¨®n ecol¨®gica, la apuesta por el turismo sostenible o la t¨ªmida apertura a la ampliaci¨®n de la UE hacia Ucrania, Moldavia y los Balcanes. Sin embargo, muchos asuntos de la agenda a¨²n se encuentran a distintos puntos de horneo en las cocinas del Consejo. Y se servir¨¢n en la pr¨®xima presidencia, la belga, a partir del 1 de enero de 2024. Despu¨¦s vendr¨¢n las elecciones europeas y el frenazo legislativo. El Pa¨ªs Semanal ha accedido durante siete meses a la g¨¦nesis de la presidencia espa?ola; a sus tripas; a las cumbres de l¨ªderes, y ha hablado con los responsables de su forma y contenido. Y con la oposici¨®n. La conclusi¨®n es que el semestre ha sido una monta?a rusa.
Hace cinco meses, el 1 de julio, con un viaje rel¨¢mpago a Kiev para entrevistarse con Zelenski, Pedro S¨¢nchez iniciaba la Presidencia espa?ola del Consejo. Era un gesto de solidaridad y firmeza. Un golpe de efecto. Seg¨²n diversas fuentes, S¨¢nchez es un europe¨ªsta al que le gusta, comprende y conoce la maquinaria comunitaria y sus pasillos; se maneja en idiomas y tiene predicamento entre sus l¨ªderes. En especial, cuenta con la complicidad de la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, que contempla el ¨¦xito de la presidencia espa?ola como el broche a su mandato de cinco a?os, y el trampol¨ªn para (si as¨ª lo decide) repetir un cargo codiciado por muchos.
La apuesta de S¨¢nchez en el reto semestral ha sido avanzar hacia una mayor integraci¨®n frente a los euroesc¨¦pticos. La palabra ¡°unidad¡± ha sido la m¨¢s pronunciada. Se esperaba (?se espera?) mucho de este semestre. Que avanzara y concluyera expedientes clave para el futuro de Europa, desde el reglamento de la inteligencia artificial hasta la gobernanza institucional y econ¨®mica de la UE, las nuevas reglas fiscales, para que cada socio acometa y reduzca su deuda p¨²blica y su d¨¦ficit presupuestario (sin cargarse su crecimiento), y la autonom¨ªa estrat¨¦gica del continente, hoy (como se comprob¨® durante la pandemia) dependiente de la tecnolog¨ªa, las materias primas y la energ¨ªa de terceros pa¨ªses, en ocasiones no aliados. Una agenda presidencial que se perge?¨® meses antes del adelanto electoral del 23 de julio (las elecciones iban a ser a finales de a?o) y que la realidad ha demostrado extensa en exceso.
Seg¨²n Pablo Garc¨ªa-Berdoy, exembajador en la UE, asesor del Partido Popular y l¨ªder de Asuntos P¨²blicos Europeos en la consultora Llyc: ¡°El presidente S¨¢nchez sabe y domina. Decide ¨¦l. Entra a todas las peleas. Le gusta el protagonismo. Se mete en todo. A veces m¨¢s de lo que puede. Y quiz¨¢ la presidencia espa?ola ten¨ªa que haber dejado expedientes en el caj¨®n y no ir a por todas. Es una agenda estupenda, de final de legislatura europea (la definen como golden presidency), pero excesiva. Y, al adelantar las elecciones, se la cargaron antes de empezar¡±. Para otro embajador que oficia de consejero de N¨²?ez Feij¨®o: ¡°Es una presidencia que ha carecido de impulso pol¨ªtico al haber adelantado S¨¢nchez las elecciones. Un semestre con un Gobierno en funciones y que ni siquiera tiene comunicaci¨®n con la oposici¨®n (porque no pact¨® sus prioridades con el PP como s¨ª lo hicieron Zapatero y Rajoy en la presidencia de 2010) carece de nervio. Ha quedado desdibujado. Ha salido adelante gracias a la solidez de nuestra Administraci¨®n en Madrid y Bruselas. Pura tecnocracia¡±. En el otro extremo del arco pol¨ªtico, la diplom¨¢tica Mar¨ªa Lled¨®, secretaria general de la Uni¨®n Europea, a cargo de todo el f¨¢rrago t¨¦cnico de la presidencia, rebate: ¡°Lo m¨¢s importante no es el protagonismo de concluir tantos expedientes el 31 de diciembre con tu firma, sino avanzar y tirar para adelante en la construcci¨®n europea; demostrar que eres un pa¨ªs s¨®lido, serio, capaz de organizar y moderar. Como presidencia, no tomamos las decisiones; nuestro ¨¦xito es conseguir una orientaci¨®n general, una posici¨®n com¨²n de los 27. Y avanzar¡±. Para el tambi¨¦n diplom¨¢tico Gerardo Fern¨¢ndez-Gavilanes, del equipo de S¨¢nchez en La Moncloa: ¡°Es una presidencia en la que se han abierto todos los grandes debates formales sobre el futuro de la UE¡±.
Son seis meses en los que ni Espa?a (y menos a¨²n su jefe de Gobierno) ha presidido la UE (que no tiene presidente), ni gobernado el aparato de Bruselas, ni su pol¨ªtica exterior (asuntos de los que se encarga el alto representante, Josep Borrell); ni su presupuesto, el euro y el Eurogrupo. Tampoco tiene autoridad sobre la presidenta del ejecutivo, Ursula von der Leyen, a la cabeza de la instituci¨®n que propone las leyes. Ni siquiera convoca (desde el Tratado de Lisboa, de 2009) a los jefes de Estado y de Gobierno a reunirse en el Consejo Europeo, que tampoco preside (lo hace, a tiempo completo, el belga Charles Michel).
La Presidencia rotatoria del Consejo es, en realidad, una suerte de poder blando que permite y organiza la continuidad de la labor legislativa de la Uni¨®n; un ejercicio de sillas calientes en el que cada Estado, seg¨²n un orden r¨ªgidamente establecido, se hace cargo cada seis meses de los expedientes legislativos en marcha (el 80% propuestos por la Comisi¨®n a partir de la orientaci¨®n de los l¨ªderes europeos), con un escas¨ªsimo margen para las iniciativas propias; dirige durante un semestre sus tareas en miles de reuniones de los grupos de trabajo t¨¦cnico y en la determinante Comisi¨®n de Representantes Permanentes (que re¨²ne en Bruselas a los embajadores de los 27). Y elabora y encabeza el orden del d¨ªa de los consejos de ministros europeos a trav¨¦s de sus 10 formaciones (desde Pesca y Salud hasta Turismo o Transici¨®n Ecol¨®gica).
La presidencia de turno dispone tambi¨¦n de una et¨¦rea labor de representaci¨®n internacional y de altavoz de los valores de la UE. Apoy¨¢ndose en ella, S¨¢nchez ha luchado hasta el final para mediar en el conflicto palestino-israel¨ª. Como explica Albares: ¡°Cada presidencia tiene que enfrentarse a sucesos inesperados. Como Macron durante la suya, en la que Rusia invadi¨® Ucrania. Y lo tienes que acometer sin trabajo previo, sin estrategia. Ah¨ª tiene que funcionar el instinto y la visi¨®n pol¨ªtica¡±. En ese marco se plasm¨® la declaraci¨®n de S¨¢nchez el 17 de octubre sobre la crisis en Palestina, en la que afirm¨®: ¡°Solo a trav¨¦s de la soluci¨®n de los dos Estados se podr¨¢ frenar la violencia y solucionar de modo definitivo un conflicto que causa tanto sufrimiento¡±; su viaje a Egipto el 21 de octubre o su llamada al primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu. Y su rechazo en el Consejo Europeo del 27 de octubre a que Israel respondiera de forma fulminante a los ataques de Ham¨¢s mientras abogaba con vehemencia por un alto el fuego humanitario. Seg¨²n una diplom¨¢tica que asisti¨® al citado Consejo: ¡°Se emple¨® a fondo en la asistencia humanitaria en Gaza y la protecci¨®n de la poblaci¨®n; en el derecho internacional humanitario, en los corredores y, sobre todo, en pensar una soluci¨®n para el futuro de la zona, con una conferencia de paz¡±. El ¨²ltimo esfuerzo de S¨¢nchez en nombre de la UE ha sido su viaje a Israel, Palestina y Egipto los d¨ªas 23 y 24 de noviembre.
Adem¨¢s de ese impulso diplom¨¢tico, la presidencia rotatoria tiene la potestad de convocar cumbres con terceros pa¨ªses y organizaciones internacionales. En el caso de Espa?a, las fij¨® (de acuerdo con sus intereses) con Am¨¦rica Latina; el 17 y 18 de julio con sus l¨ªderes en Bruselas, y el 14 y 15 de septiembre con sus ministros de Econom¨ªa en Santiago de Compostela. S¨¢nchez llam¨® incluso a Lula da Silva, presidente de Brasil, para que asistiera. Ese ha sido uno de los hitos de la presidencia espa?ola, el acercamiento estrat¨¦gico de la UE a Latinoam¨¦rica con unas inversiones iniciales de 45.000 millones para proyectos sostenibles. Sin embargo, a¨²n est¨¢ pendiente lograr un acuerdo comercial entre Mercosur y la UE.
M¨¢s que gobernar, la presidencia semestral representa a los 27 Estados miembros; los coordina y modera. Orienta los debates, desde su profusa base t¨¦cnica hasta las decisiones pol¨ªticas finales; construye puentes y mu?e consensos. Se trata de conseguir mayor¨ªas cualificadas y sortear las minor¨ªas de bloqueo gracias a un preciso trabajo de fontaner¨ªa y cabildeo. Y esos acuerdos, tras ser negociados a cara de perro con el Parlamento Europeo (en los tr¨ªlogos que tambi¨¦n coordina), se convertir¨¢n (tarde o temprano, con o sin maquillaje) en reglamentos y directivas: leyes de obligado cumplimiento. Seg¨²n Manuel de la Rocha, asesor y sherpa econ¨®mico de Pedro S¨¢nchez en La Moncloa, ¡°el 70% de la producci¨®n legislativa espa?ola ya viene condicionada por la UE¡±. El goteo de legislaci¨®n llegada desde Bruselas es continuo, seg¨²n el Parlamento Europeo: ¡°El 57% de las leyes aprobadas en Espa?a en 2022 tienen su origen en directrices europeas¡±. Influir seis meses en el trabajo legislativo de la Uni¨®n y en la confecci¨®n de su agenda estrat¨¦gica (para 24/29), no es ninguna broma. Como resume el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, que fue embajador en la UE y est¨¢ empe?ado en la modernizaci¨®n y descarbonizaci¨®n de la flota pesquera con fondos europeos: ¡°Bruselas es nuestro Washington¡±.
Ese es el poder real de la presidencia de turno, orientar (con mayor o menor ¨ªmpetu pol¨ªtico y dotes de seducci¨®n) el trabajo legislativo comunitario en un sentido u otro. ¡°Aunque no llegues a cerrarla, te toca poner la cuesti¨®n sobre la mesa¡±, explica Planas. ¡°Marcar un camino conforme a tu ideolog¨ªa y posici¨®n geoestrat¨¦gica. Poner el foco en lo que te interesa, retrasar lo que no te interesa, orillar lo que no te conviene, y engrasar los acuerdos¡±.
Detr¨¢s hay un enorme trabajo de prospectiva, como la elaboraci¨®n del informe Resilient EU2030, realizado en La Moncloa bajo la direcci¨®n de Diego Rubio, uno de los gur¨²s de S¨¢nchez, presentado al Consejo Europeo en la cumbre de Granada, el 6 de octubre, que es una hoja de ruta hacia la autonom¨ªa estrat¨¦gica abierta de Europa, uno de los mantras del presidente. Un semestre en el que tambi¨¦n ha primado el pilar social, la agenda verde o la igualdad. Con esas cartas se trata de seducir al resto. ¡°Todo debe fluir en la forma para alcanzar el fondo: pura diplomacia¡±, analiza Oriol Escalas, del equipo del presidente.
Para conseguirlo, la secretaria general para la UE, Mar¨ªa Lled¨® (que adem¨¢s de diplom¨¢tica es matem¨¢tica), puso en marcha cuando lleg¨® a su oficina en 2021 un complejo sistema de fichas en forma de aplicaci¨®n inform¨¢tica alojada en una nube del Ministerio de Asuntos Exteriores en el que est¨¢ reflejada la informaci¨®n de cada expediente del que se ha hecho cargo la presidencia espa?ola (en torno a 350). La primera parte de estos dosieres se compone de la documentaci¨®n del asunto, los intereses de Espa?a, las expectativas de concluirlo y el calendario de votaciones. La segunda parte es una cartograf¨ªa con la posici¨®n pol¨ªtica de cada pa¨ªs socio y un an¨¢lisis de las mayor¨ªas cualificadas y las minor¨ªas de bloqueo. ¡°Antes de iniciar una negociaci¨®n tienes controlada toda la informaci¨®n; ves qu¨¦ pa¨ªses hay que apretar para cerrar un asunto. Y, a partir de ah¨ª, se trata de hablar con todos. T¨² eres primus inter pares¡±, explica Lled¨®.
Convencer al resto. Es el trabajo de los ministros y del jefe de Gobierno del pa¨ªs que preside, ya sea en las mesas imperiales de los 27, los discretos sof¨¢s desfondados de las reuniones bilaterales o los mejores restaurantes durante las reuniones informales. La presidencia es un enorme ejercicio de relaciones sociales; de diplomacia p¨²blica. Del pa¨ªs que asume el semestre, su Gobierno y su l¨ªder. Por ese orden. Y cada Estado que ocupa la presidencia la dise?a seg¨²n su coyuntura y conveniencia pol¨ªtica. Las dos anteriores a Espa?a, Rep¨²blica Checa y Suecia, que se mueven en el territorio del euroescepticismo, le otorgaron un perfil bajo. Prefer¨ªan que pasaran inadvertidas. Los checos realizaron casi todas sus reuniones en Praga, y los suecos, en el Scandinavian XPO, una nave de congresos entre Estocolmo y el aeropuerto. Por el contrario, en la anterior, la de Francia, en el primer semestre de 2022, el El¨ªseo organiz¨® las reuniones en 20 ciudades, tir¨® de cartera, gast¨® 148 millones de euros, y puso la guinda con una cumbre en el palacio de Versalles. M¨¢xima grandeur. Su mensaje de liderazgo europeo era un reto lanzado a los euroesc¨¦pticos.
Pedro S¨¢nchez opt¨® hace casi dos a?os por el modelo franc¨¦s. No quer¨ªa una presidencia low cost, sino por todo lo alto. Con coches h¨ªbridos fabricados en Espa?a y fulares para los l¨ªderes y ministros independientemente de su g¨¦nero. Y una cumbre al atardecer en los jardines de la Alhambra, en Granada.
Todos esos aspectos se desarrollaron en La Moncloa. Su tono y naturaleza. La presidencia se iniciaba en julio y conclu¨ªa en diciembre, el mes en que estaba previsto se celebraran las generales. Lo cual se interpret¨® en el Partido Popular como una ventaja de su rival. Y la empez¨® a desacreditar desde el primer minuto. ¡°Es que no estaba conceptualizada por S¨¢nchez como una presidencia de Estado, sino socialista¡±, analiza la eurodiputada del PP Isabel Benjumea. ¡°No se pact¨®. Era una presidencia de campa?a, con tir¨®n medi¨¢tico, mucha exposici¨®n y una agenda muy cargada. Ten¨ªa la intensidad propia de la propaganda. Y ning¨²n pa¨ªs serio hace eso¡±.
El semestre espa?ol no solo contaba con la agenda m¨¢s ambiciosa y extensa, tambi¨¦n con reuniones informales de ministros (las formales se realizan en Bruselas) en 25 ciudades, en los mejores hoteles, restaurantes y destinos tur¨ªsticos. Amplio contenido pol¨ªtico y un contenedor premium. Empezando por una imagen corporativa ideada en el edificio de Semillas de La Moncloa por Carlos Spottorno y Manu Cavanilles. Y el dinero para ponerlo en marcha. El a?o pasado ya se contempl¨® en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 una partida total de 145 millones de euros, de los que, seg¨²n el auditor e interventor del Estado, Pablo Zurita, el hombre de los dineros de la Oficina para la Presidencia Espa?ola, en torno a 78 millones ser¨ªan para la log¨ªstica (transportes, alojamientos, restauraci¨®n, comunicaci¨®n, acreditaciones o traductores), y el resto, para los gastos de seguridad y personal. Espa?a pagar¨ªa el viaje y alojamiento de cada ministro europeo y un acompa?ante. ?Demasiado gasto? Reflexiona Zurita: ¡°Teniendo como referente la cumbre de la OTAN en Madrid, en junio de 2022, que cost¨® 30 millones en un fin de semana, la factura de esta presidencia, en la que ha habido encuentros en 25 ciudades, no me parece excesiva¡±. Concluye el ministro Albares: ¡°Vale la pena, es un momento en que miras m¨¢s a la UE y la UE te mira m¨¢s a ti¡±. La siguiente pregunta al ministro es la influencia real de la presidencia espa?ola en la Uni¨®n Europea: ¡°Desde el Tratado de Lisboa (2009) ya no eres el maquinista del tren durante esos seis meses, pero eres el jefe de estaci¨®n. Eliges los horarios y mueves las agujas. Y, sobre todo, fijas la agenda. Las prioridades son nuestras; el di¨¢logo es nuestro¡±.
Jos¨¦ Manuel Albares afirma que ¨¦l puso en marcha la compleja preparaci¨®n de la presidencia cuando fue nombrado ministro de Exteriores en julio de 2021, justo dos a?os antes del pistoletazo de salida. Asesor y persona del entorno inmediato de S¨¢nchez, coloc¨® a tres profesionales de su confianza a cargo de la gesti¨®n del contenido. Para empezar, al diplom¨¢tico Marcos Alonso, que ya hab¨ªa trabajado en La Moncloa como embajador representante permanente de Espa?a ante la Uni¨®n Europea, el poderoso Reper, que dirige una suerte de delegaci¨®n del Gobierno espa?ol en Bruselas, dotada de altos funcionarios de todos los ministerios. Los ojos y o¨ªdos del Gobierno en la capital comunitaria. ¡°Un lugar de excelencia de la Administraci¨®n espa?ola¡±, explica Luis Planas, que lo dirigi¨® entre 2010 y 2011¡å. Y en Madrid, al embajador Pascual Navarro, como secretario de Estado para la UE, y a la tambi¨¦n diplom¨¢tica Mar¨ªa Lled¨®, como su n¨²mero dos. Ambos se encargar¨ªan de la coordinaci¨®n con Bruselas, los ministerios y las autonom¨ªas; de la relaci¨®n con los Estados miembros y de conocer al minuto el estado de cada negociaci¨®n y las entra?as de cada asunto. Y de contabilizar los hitos.
La sede de la Oficina de Coordinaci¨®n para la Presidencia Espa?ola de la UE, creada en octubre de 2021 y que depende del director del Gabinete de Pedro S¨¢nchez, ?scar L¨®pez, es un espacio peculiar entre los centros de poder pol¨ªtico madrile?o: moderna, transparente, luminosa, a mitad de camino del Manzanares y el palacio de Oriente, y por la que transitan un centenar de personas entre las que hay desde diplom¨¢ticos y militares a polic¨ªas, polit¨®logos y periodistas; desde expertos en gastronom¨ªa a ingenieros de Telecomunicaciones y programadores culturales. Su papel ha sido organizar las 25 reuniones de ministros comunitarios en suelo espa?ol. Un a?o antes del comienzo de la presidencia, ese equipo, que comenz¨® con 59 personas, se fue ampliando con los departamentos de log¨ªstica, protocolo, transportes, acreditaciones, sedes y alojamientos, restauraci¨®n y enlaces. Dominan los diplom¨¢ticos del Gabinete de S¨¢nchez. Su directora es la embajadora Aurora Mej¨ªa, m¨¢xima asesora en materia comunitaria del presidente y su sherpa en las cumbres europeas. Si el PP hubiera alcanzado el poder, su cabeza habr¨ªa sido la primera en rodar. A su lado, siete diplom¨¢ticos, de ellos dos mujeres reci¨¦n diplomadas, Lola Casariego y Mar¨ªa Gonz¨¢lez, y tres s¨¦niores en pol¨ªtica exterior: Oriol Escalas, Gerardo Fern¨¢ndez-Gavilanes y Gonzalo ?lvarez Garrido.
Antes del verano, ese equipo ya hab¨ªa visitado ¡°de avanzada¡± cada una de las ciudades anfitrionas. El presidente hab¨ªa decidido que se desarrollaran en todas las comunidades aut¨®nomas. Hab¨ªa que buscar la sede para cada cumbre, los hoteles m¨¢s representativos, los transportes m¨¢s adecuados, los mejores platos de la regi¨®n, el protocolo impecable, la mejor red de enlaces biling¨¹es y el servicio de acreditaciones m¨¢s preciso. Y, adem¨¢s, comunicaciones seguras y un sistema de informaci¨®n (y propaganda) eficaz. Y las banderas, bien planchadas. Semana tras semana durante cinco meses: de Vigo a Logro?o, de Bilbao a Las Palmas y de Mallorca a Sevilla. Sin parar. Como un circo ambulante.
La mejor manera de entender el dise?o y funcionamiento de una cumbre es asistir a la sesi¨®n de minutaje previa a su celebraci¨®n. En torno a la gran mesa de reuniones de la planta s¨¦ptima de la oficina en Madrid se citan los responsables de cada departamento. Se contempla hasta el m¨ªnimo detalle de cada una de las 25 reuniones. Se desmenuza todo: desde antes del aterrizaje de los asistentes hasta m¨¢s all¨¢ de su partida. Por d¨®nde llegan y se van, entran y salen; si hacen declaraciones o no; sus caravanas, escoltas armados y sus intolerancias alimentarias; c¨®mo conseguir que no confluyan con los periodistas; la atenci¨®n a sus ayudantes; el reparto de los distintos niveles de acreditaci¨®n; la entrega de regalos con productos de la regi¨®n; sus necesidades especiales. Minuto a minuto, con im¨¢genes proyectadas en 3D del recinto de la cumbre, el aeropuerto (que se blinda para la ocasi¨®n), las carreteras, calles y rutas alternativas, y un control por GPS del veh¨ªculo de cada jefe de delegaci¨®n. Son reuniones donde salen a relucir los puntos d¨¦biles. El secreto est¨¢ en que la realidad se adapte al minutaje. No siempre se consigue.
El enlace de esta oficina con el Ministerio del Interior para el crucial asunto de la protecci¨®n de los asistentes son dos hombres y dos mujeres, inspectores y oficiales del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Guardia Civil, empotrados en ella. Su superior y responsable de la seguridad de todas las reuniones del semestre es Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez, director general de Coordinaci¨®n y Estudios y n¨²mero tres de Interior, que ya se ocup¨® de la cumbre de la OTAN en Madrid, en 2022, ¡°que fue un buen entrenamiento, porque esta presidencia ha supuesto poner al aparato policial en situaci¨®n de estr¨¦s¡±. El comisario Rodr¨ªguez nos recibe en la sala de crisis del ministerio, un espacio sin ventanas y al que dan acceso dos puertas estancas. Desde aqu¨ª se coordina el trabajo del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, la Guardia Civil, las polic¨ªas auton¨®micas y locales, Protecci¨®n Civil y las Fuerzas Armadas, y se integra toda la inteligencia (incluida la del CNI) antiterrorista, de infraestructuras cr¨ªticas y ciberseguridad. Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez explica que las primeras reuniones preparatorias se llevaron a cabo en septiembre de 2021 y, ya en marzo de este a?o, la m¨¢s completa, con el ministro Fernando Grande-Marlaska al frente, en la que se puso en marcha el Plan Especial de Seguridad, que a su vez se divide en planes espec¨ªficos para cada ciudad y reuni¨®n. El m¨¢s intrincado, el de la cumbre de Granada, con 9.000 efectivos, en el que participaron desde unidades de escoltas, informaci¨®n, tr¨¢fico, subsuelo, a caballo, con perros, drones y helic¨®pteros hasta grupos de los GEO, vigilancia del espacio y bater¨ªas de misiles antia¨¦reos. Ten¨ªa su explicaci¨®n: asist¨ªa como invitado Volod¨ªmir Zelenski, l¨ªder de un pa¨ªs en guerra.
Meses antes del comienzo de la presidencia, el dise?o de su fondo y su forma era perfecto. Incluso el Instituto Nacional de Administraci¨®n P¨²blica hab¨ªa puesto al d¨ªa en asuntos comunitarios a 1.000 funcionarios y un centenar de altos cargos, y reforzado su ingl¨¦s. La embajada ante la UE se dot¨® con 80 personas m¨¢s, hasta llegar a 300. Sin embargo, el 29 de mayo todo vol¨® por los aires. A las once de la ma?ana, Aurora Mej¨ªa, directora de la oficina, reunida con los embajadores de los 26 en Madrid, recibi¨® una inesperada llamada de La Moncloa: S¨¢nchez acababa de adelantar las elecciones al 23 de julio. Esa convocatoria supon¨ªa que las tres primeras semanas de la presidencia espa?ola transcurrir¨ªan en campa?a (lo que la pondr¨ªa bajo el ojo inquisidor de la Junta Electoral Central para evitar que se usara por los socialistas como un r¨¦dito electoral). Y, lo que es m¨¢s importante: ?qu¨¦ har¨ªa el PP si ganaba? ?Cambiar¨ªa las prioridades? ?Fulminar¨ªa al equipo? ?Modificar¨ªa la agenda? Nadie ten¨ªa una respuesta. Ni siquiera el PP.
Los funcionarios de la Administraci¨®n socialista a cargo del semestre entraron en p¨¢nico. Una recuerda: ¡°Se nos cay¨® el alma a los pies, pero seguimos currando¡±. Para otro asesor monclovita: ¡°Al PP se le olvid¨® que los funcionarios practicamos la eficacia indiferente, y trabajamos para nuestro pa¨ªs¡±.
Pero el PP (en aquel momento con esperanzas de gobernar) hizo caso omiso a ese razonamiento y comenz¨® a torpedear ¡°la presidencia de S¨¢nchez¡±. En su programa electoral, publicado el 4 de julio, a?adi¨® en cursiva: ¡°Estamos preparados para asumir la presidencia de turno del Consejo de la UE. Una presidencia que concebimos como asunto de Estado¡±. En teor¨ªa, estaban listos. No era para tanto. Seg¨²n explica un asesor en materia internacional de N¨²?ez Feij¨®o: ¡°El PP nunca tuvo un gabinete en la sombra para hacerse cargo de la presidencia. No ha habido un seguimiento real. Algunos participamos en la elaboraci¨®n de su programa y aportamos conceptos generales, pero nunca nos reunimos. Nunca existi¨® un equipo de Asuntos Exteriores de Feij¨®o. A la UE no le dieron importancia porque no da votos, a no ser que lo hagas muy mal, y los pierdas. Se utiliz¨® la figura de algunos exministros de Exteriores, como Ana Palacio o Margallo, pero apenas se les consult¨®. Al resto se nos pidi¨® desde G¨¦nova usar nuestro nombre para los medios. Pero apenas metimos cuchara¡±.
El PP pas¨® a la ofensiva. Durante el mes de campa?a electoral y hasta hoy ha sembrado de minas la presidencia. Maniobr¨® para que Pedro S¨¢nchez suspendiera hasta en dos ocasiones la presentaci¨®n de sus prioridades ante el Parlamento Europeo; boicote¨® una reuni¨®n de Albares con los europarlamentarios populares, intent¨® que las reuniones de ministros de los 27 se realizaran en Bruselas (suspendiendo las programadas en Espa?a), utiliz¨® al primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, y al presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber (que tambi¨¦n se neg¨® a encontrarse con el ministro Albares), como arietes contra S¨¢nchez, y tambi¨¦n lo intent¨® con Ursula von der Leyen, que se lav¨® las manos. Las cr¨ªticas a la presidencia europea por parte del PP han seguido hasta el final. Por ejemplo, en el caso de la defensa por parte del ministro Albares del uso del catal¨¢n, gallego y euskera en la UE, para conseguir la investidura. Y en todo el espinoso asunto de la ley de amnist¨ªa.
Espa?a se hizo cargo al comienzo de la presidencia de 350 expedientes legislativos, que fue filtrando (seg¨²n sus intereses) hasta llegar a 120 prioritarios. Esos se cruzaron con el programa de la Comisi¨®n Europea y quedaron 60, que a su vez se pasaron por el tamiz de las prioridades pol¨ªticas del presidente S¨¢nchez (reindustrializaci¨®n, transici¨®n ecol¨®gica, justicia social y el refuerzo de la unidad de la UE) hasta destilar 30, de los que concluir 10 preferentes ser¨ªa un avance para Europa. Y un ¨¦xito para Espa?a. En 11 d¨ªas se celebra el crucial Consejo Europeo en Bruselas. S¨¢nchez llegar¨¢ con la lengua fuera tras su investidura, pero en plenitud pol¨ªtica. Es su ¨²ltima ocasi¨®n. Y, a partir de ah¨ª, habr¨¢ que echar un vistazo al contador de logros. Diego L¨®pez Garrido, que ocup¨® el puesto de secretario de Estado para la UE en la ¨²ltima presidencia de Espa?a, en 2010, cuando gobernaba Zapatero, lo tiene claro: ¡°El ¨²ltimo mes es clave para cerrar cosas. Y m¨¢s con un Pedro S¨¢nchez que estar¨¢ en plenitud. El 70% de los expedientes los liquidas en las ¨²ltimas semanas. Lo importante se deja para el final. Y esta vez no va a ser una excepci¨®n¡±.