Frente de Liberaci¨®n Chus Lampreave
Seguir¨¦ meti¨¦ndome donde no me llaman. Ya me gustar¨ªa a m¨ª no hacerlo, pero no puedo: es lo malo de ser escritor
Me lo han dicho mil veces: ?por qu¨¦ no te callas? ?Qui¨¦n te manda meterte donde no te llaman? ?No fue lo primero que le o¨ªste decir a tu madre: ¡°Javi, t¨² no te signifiques¡±? ?Por qu¨¦ carajo tienes que hablar de pol¨ªtica? ?Por qu¨¦ no te limitas a hablar de Borges y de John Ford, que es de lo que sabes? Y no me vengas con el rollo patatero de que pol¨ªtica viene de polis, que significa ciudad y la ciudad es de todos, o con lo de que democracia significa poder del pueblo y el pueblo somos todos; dime la verdad: ?no te da verg¨¹enza pasarte el d¨ªa haciendo el indio, a tus a?os? ?No est¨¢s hart...
Me lo han dicho mil veces: ?por qu¨¦ no te callas? ?Qui¨¦n te manda meterte donde no te llaman? ?No fue lo primero que le o¨ªste decir a tu madre: ¡°Javi, t¨² no te signifiques¡±? ?Por qu¨¦ carajo tienes que hablar de pol¨ªtica? ?Por qu¨¦ no te limitas a hablar de Borges y de John Ford, que es de lo que sabes? Y no me vengas con el rollo patatero de que pol¨ªtica viene de polis, que significa ciudad y la ciudad es de todos, o con lo de que democracia significa poder del pueblo y el pueblo somos todos; dime la verdad: ?no te da verg¨¹enza pasarte el d¨ªa haciendo el indio, a tus a?os? ?No est¨¢s harto de que te partan la cara? ?Qui¨¦n te has cre¨ªdo que eres? ?El capit¨¢n Trueno? ?T¨² eres gilipollas o qu¨¦? La mejor respuesta a estas preguntas la dio Sergi P¨¤mies en un art¨ªculo publicado en La Vanguardia: seg¨²n ¨¦l, la culpa de todo la tiene ¡°un compromiso de estilo, que es lo que de verdad define a un escritor, incluso cuando, contra el consejo de familiares y amigos, decide meterse en trincheras p¨²blicas¡±.
Podr¨ªamos llamarlo el s¨ªndrome Chus Lampreave. En Mujeres al borde de un ataque de nervios, Fernando Guill¨¦n le pide a Lampreave, la portera de su examante Carmen Maura, que no le diga a ¨¦sta que le ha visto. ¡°Lo siento, se?orito¡±, le contesta Lampreave. ¡°Pero yo soy testigo de Jehov¨¢ y mi religi¨®n me impide mentir (¡) Ya me gustar¨ªa a m¨ª mentir, pero es lo malo de las testigas: que no podemos. Si no, iba a estar yo aqu¨ª, ?ja!¡±. Al final, Guill¨¦n se marcha y Lampreave se queda cantando con m¨²sica de Julio Iglesias: ¡°Me va, me va, me va, me va, me vaaaaaaaaaaaaa. / Me va el sonido de las trompetas del juicio finaaaaaaaal¡±. Eso es exactamente lo que nos ocurre a los escritores. Por ejemplo, a m¨ª, que soy ateo y anticlerical y pienso que la II Rep¨²blica llevaba raz¨®n, me encantar¨ªa decir que, durante la Guerra Civil, todos los republicanos sin excepci¨®n eran gente estupenda; pero me acuerdo de quienes asesinaron a sangre fr¨ªa a casi 7.000 curas y monjas y no puedo decirlo. A m¨ª, que pienso que el franquismo fue una calamidad, me encantar¨ªa decir que en aquella ¨¦poca todos o casi todos los espa?oles fueron antifranquistas; pero no puedo. A m¨ª, que soy catal¨¢n (y a mucha honra), me encantar¨ªa decir que el secesionismo catal¨¢n no es un movimiento reac?cionario e insolidario, o que Junts¡ÁCat, cuyo ¨²nico presidente de la Generalitat llam¨® ¡°bestias con forma humana¡± a los catalanes que no hablan catal¨¢n, no es un partido supremacista y xen¨®fobo; pero no puedo. Y a m¨ª, que estoy infinitamente a favor de la concordia y la reconciliaci¨®n entre catalanes y he votado a este Gobierno, me encantar¨ªa decir que sus miembros no nos enga?aron cuando dijeron una y otra vez que no habr¨ªa amnist¨ªa, porque era una medida nociva, injusta e inconstitucional (es decir, contraria a la concordia y la reconciliaci¨®n) o cuando aseguraban que los catalanes no secesionistas existimos, que es lo contrario de lo que significa el espeluznante acuerdo de investidura que el PSOE firm¨® con Junts¡ÁCat; me encantar¨ªa decirlo ¡ªya me gustar¨ªa a m¨ª¡ª, pero no puedo. Y no puedo porque, como soy escritor, he contra¨ªdo ¡°un compromiso de estilo¡± y estoy obligado a decir la verdad o lo que entiendo que es la verdad. Igual que Chus Lampreave.
As¨ª que seguir¨¦ meti¨¦ndome donde no me llaman, continuar¨¦ signific¨¢ndome, mam¨¢. Ya me gustar¨ªa a m¨ª no hacerlo, pero no puedo: es lo malo de ser escritor; si no, iba a estar yo aqu¨ª, ?ja! M¨¢s a¨²n: les comunico solemnemente que acabo de fundar el Frente de Liberaci¨®n Chus Lampreave. Este panfleto es su acta fundacional. ??nete a la lucha, compa?ero! No hace falta ser testigo de Jehov¨¢, ni siquiera escritor (de hecho, casi es mejor no serlo): basta con saber hacer el indio. No tenemos himno, porque todos los himnos dan risa (o miedo) y tampoco bandera, porque, como escribi¨® Flaubert, todas las banderas est¨¢n llenas de mierda y de sangre. Sobra decir que nuestro l¨ªder carism¨¢tico es Chus Lampreave, que en el cielo est¨¦, cantando a Julio Iglesias. Nuestro lema inevitable es evang¨¦lico: ¡°La verdad os har¨¢ libres¡±. Nos encaminamos al frente. Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero.