?Es el hombre-gato el nuevo novio de internet?

Un joven muestra en TikTok a su gato restreg¨¢ndose sobre su torso desnudo. Otro chico publica en su cuenta, con casi 30.000 seguidores, casi exclusivamente v¨ªdeos en los que sostiene a su gata. Una muchacha graba a su pareja abrazando a un felino bajo el r¨®tulo ¡°sabes que es bueno si hace que un gato se relaje en sus brazos¡±. Y as¨ª cientos de v¨ªdeos bajo los hashtags #catguy y #catdad, con comentarios que ronronean ¡°los t¨ªos con gato son mi nuevo lugar favorito de TikTok¡±, ¡°adorable, el gato tampoco est¨¢ mal¡±, ¡°bandera verde¡±. ?Es el t¨ªo con gato el nuevo novio de internet?

En 2020, un estudio de la Universidad de Colorado se?alaba que los hombres con gatos eran percibidos por las mujeres como menos masculinos, poco atractivos y, por lo tanto, menos aptos para tener citas. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os una masculinidad aparentemente m¨¢s suave y que no rechaza lo femenino ¡ªcomo la del actor Timoth¨¦e Chalamet o el cantante Harry Styles, soft boys de categor¨ªa¡ª se ha erigido como dios griego en revistas y redes.

Hist¨®ricamente y desde una perspectiva mascu?lina, la sociedad ha vinculado al gato con la mujer. Casi nunca en el buen sentido. V¨¦ase la loca de los gatos en la ficci¨®n. Ya en el siglo XVII, las mujeres que pose¨ªan estos animales eran retratadas como hechiceras, brujas, promiscuas e incivilizadas. As¨ª lo explica James A. Serpell, profesor em¨¦rito de Bienestar Animal en la Universidad de Pensilvania.

No fue hasta el siglo XIX cuando la compa?¨ªa gatuna se asoci¨® tambi¨¦n con los hombres bohemios y artistas, seres socialmente inconformistas y extravagantes cuya personalidad encajaba con la de un animal sin ataduras. Esa percepci¨®n, se?ala Serpell, ha cambiado en las ¨²ltimas d¨¦cadas, de modo que ahora los hombres con gato podr¨ªan estar comunicando otras se?ales sobre qui¨¦nes son y qu¨¦ valoran en la vida. En su opini¨®n, estos parecen estar ¡°menos preocupados por tener un animal que sea obediente y los admire como figura de autoridad, y m¨¢s interesados en algo m¨¢s igualitario en t¨¦rminos de relaciones¡±.

En esta l¨ªnea, un estudio de la Universidad de Macquarie (Australia) se?ala que los individuos con un alto nivel de dominaci¨®n social y competitividad tienden a preferir mascotas sumisas como los perros. De lo cual se podr¨ªa derivar que el hombre-gato forma parte, o lo pretende, de ese reducido grupo de varones que comienzan a desvincularse consciente o inconscientemente de una socializaci¨®n centrada en el poder.

Hay estudios que van un paso m¨¢s all¨¢ y ahondan en las diferencias en la autopercepci¨®n de las personas con gato frente a las que tienen perro. Por ejemplo, las personas con perro se autodefinen como amables y extrovertidas, mientras que las que prefieren un gato dicen ser m¨¢s neur¨®ticas y abiertas.

Jaume Fatj¨®, director de la C¨¢tedra Fundaci¨®n Affinity Animales y Salud, de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, alerta, sin embargo, de que no existe un patr¨®n cient¨ªfico universal y consensuado sobre esta cuesti¨®n. ¡°Las relaciones con animales son muy complejas, ricas y dependen de muchos factores, entre ellos el g¨¦nero, la edad, la personalidad y la cultura a la que pertenece la persona¡±.

Quiz¨¢s el quid de todo este asunto no se encuentra en qu¨¦ es lo que muestran o pretenden los chicos que exponen a sus gatos en redes, sino en qu¨¦ les gustar¨ªa ver a quienes los aclaman positivamente como emocionales y al mismo tiempo abanderados de la ¡°mujer independiente¡±. Como la belleza, la verdad quiz¨¢s est¨¦ en el ojo de quien mira.